¿Qué es la humildad? Es la virtud de reconocer algunas limitaciones físicas e intelectuales y ver la vida con un sentido práctico, sin vanagloriarse demasiado por los éxitos alcanzados y evitar sentirse superior a los demás.
La humildad debe hacerte mejor persona
Si tienes la virtud de la humildad, buscarás las estrategias que te permitan ser mejor persona cada día y ayudar a los demás, pero no tendrás como objetivo el reconocimiento, sino que tendrás en mente una enorme voluntad de servicio y comprender que los grandes logros personales conllevan una gran responsabilidad.
La humildad no debe confundirse
Muchas personas han creado estereotipos de lo que debe ser la humildad, pero necesitas estar atento, porque si confundes la humildad con otros conceptos, esto puede afectar tu desarrollo personal y espiritual. A continuación, se menciona aquello que no es humildad:
- Humildad no significa tener una baja autoestima. La baja autoestima significa sentirte menos, dudar constantemente de tus capacidades, permitir abusos, etc. Obviamente eso no es humildad, porque tú tienes dignidad y eres un ser maravilloso, necesitas trabajar a diario en aumentar tu autoestima, sentirte seguro y disfrutar la vida, lo cual puede ir a la par de la humildad sin ningún problema.
- La pobreza. Muchas personas han vinculado la pobreza con la humildad, lo cual puede ser muy peligroso, porque muchas personas justifican su pobreza y llegan a creer que ser pobre es la voluntad de Dios o una virtud, pero eso es un paradigma tal. Tú tienes un lugar importante en el universo, debes entenderlo y reconocer que, al trabajar en grandes propósitos, estarás cumpliendo tu rol de manera fabulosa. La riqueza es inagotable, de modo que no tiene sentido vivir en la pobreza, cuando perfectamente se puede elegir la prosperidad para mejorar tu vida y la de muchas personas. El estado de abundancia no es soberbia u ostentación, en realidad es la condición natural de las cosas y cada persona tiene el pleno derecho de disfrutar de cuanta riqueza desee.
- Evitar el protagonismo. ¿Cuántas buenas obras sociales y proyectos de transformación requieren protagonismo? Muchísimas, si dejas que una persona sin principios tome ese rol, entonces se irá en la ruta equivocada. Así que ser protagonistas de grandes transformaciones sociales o empresariales no debe ir en contra de la humildad. Si tienes en mente el bien común, entonces la humildad siempre formará parte de tu vida.
- Creer que los grandes éxitos personales te alejarán de la humildad. Tú puedes cosechar todos los éxitos que desees y seguir siendo humilde, esto funciona cuando aprendes a ver los logros como el efecto de dar algo de ti al mundo, el problema es que equivocadamente se ha querido nublar el éxito. Piensa en una persona que ha dedicado 30 años de su vida a la investigación científica para encontrar medicamentos que ayudan a mejorar la salud de millones de personas, sus aportaciones son maravillosas y el éxito personal es la mejor forma de cumplir la misión terrenal. Por eso nunca pierdas de vista que, entre mayores sean tus éxitos, puedes ser más humilde, porque en el fondo sabes que tan solo estás haciendo un juego con tu mente para crear experiencias, tu consciencia trascenderá tu cuerpo físico y el mundo terrenal.
- Demostrar debilidad. La humildad debe hacerte más fuerte, porque perseveras en tus ideales y te levantas de todas las caídas. Por otro lado, cuando se tiene soberbia es más fácil renunciar, porque el ego fuera de control no quiere sufrir reveses.
- Jugar el rol de mártir. Si te encierras en el rol de mártir notarás que las circunstancias en el mundo comenzarán a afectarte, pero el problema no son las personas, sino tu expectativa, por eso debes ser muy cuidadoso al pretender vincular la humildad con el rol de mártir, porque no tiene ninguna razón de ser.
Consejos que te ayudarán a tener una mayor humildad
La humildad es algo que necesitas practicar todos los días. A continuación, se dan algunos consejos para lograrlo:
- Usa la prudencia en todo momento. Cada vez que vayas a opinar sobre cualquier tema, debes pensar con mucho cuidado lo que vas a decir y la forma de hacerlo, porque tus palabras pueden herir algunas susceptibilidades, cuando eres prudente, haces tus comentarios de manera oportuna y también percibes cuando es mejor callar.
- Comprensión. Si comprendes a las personas podrás aumentar tu humildad, si entiendes que existen diversas ideas y que muchas habilidades requieren tiempo en desarrollarse, te sentirás mucho más tranquilo. La falta de comprensión puedes observarla en los adultos que se quejan del comportamiento de los niños, el conductor impaciente que ve a un aprendiz en problemas, el experto que tiene 20 años de experiencia en un proceso y quiere que sus aprendices tengan sus destrezas en mucho menos tiempo, etc. Así acepta que la forma de asimilar las ideas, ver la realidad y llegar a la madurez es diferente en cada persona.
- El respeto. Respeta por igual a todas las personas y sus ideologías, habrá muchos comportamientos en los que no estés de acuerdo, pero recuerda que parte de la belleza universal está en las diferencias, así podrás encontrar el camino de la felicidad, te sentirás libre de ataduras.
- Realiza críticas constructivas y acepta tus propias fallas. Si vas a criticar algo, debe ser en el momento oportuno, con una perspectiva positiva y con mucho tino, si notas que alguien no desea cambiar, es mejor quedarse callado. Cuando alguien te critique reflexiona sus palabras y si has cometido un error, acéptalo y trabaja para corregirlo, ahí demostrarás tu humildad.
- Práctica siempre el perdón. Tu capacidad de perdonar demostrará cuánta humildad tienes, porque las experiencias que han llegado a tu vida son el producto de tus ideas, por lo tanto no perdonar a otros al final es no perdonarse a sí mismo.
- Eleva tu autoestima. Lograr éxitos materiales es parte de tu función en esta vida, porque no puedes negar que también necesitas satisfacer tu ego, solo que debas hacerlo de una forma ordenada, aprender a controlar tus impulsos y emociones, entonces la humildad siempre estará presente en tu vida.
La humildad es necesaria para el crecimiento personal, espiritual y profesional. Comienza a trabajar en ella para convertirte en una mejor versión de ti mismo.