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La historia detrás del juguete más vendido en el mundo: «El Oso Teddy»

La historia de uno de los juguetes más conocidos de todos los tiempos en el mundo, “El Oso Teddy”, es el relato que toda universidad (dedicada a la educación empresarial)  no debería dejar de lado en la enseñanza,  ya que junta todos los ingredientes que hace que una compañía triunfe y perdure en el tiempo. Sin más preámbulo a continuación relato la historia:

En 1897 Richard Steiff, un joven estudiante de arte comienza a trabajar en la fábrica de juguetes de su tía Margarete Steiff. Ninguno pensó que, seis años después, gracias a esta asociación, la vida de ambos cambiaría completamente.

Margaret Steiff nació en el año 1847,  en la pequeña población de Giengen an der Brenz, a unos ochenta kilómetros al este de Stuttgart (Alemania). Cuando tenía un año y medio se vio afectada por la poliomielitis que la dejó sentada en silla de ruedas para el resto de su vida.

Margarete Steiff

Su afición por la costura y el deseo de no ser una carga para su familia la llevó a hacerse fabricar una máquina de coser para poder adaptarla a su silla de ruedas. Le hizo cambiar el mecanismo de lado, para poder utilizar la rueda con la mano en la que tenía más fuerza.

Tenía una gran voluntad y espíritu de superación, eso la llevó a luchar contra todo obstáculo que se le presento para poder fundar su empresa. En aquella época la sociedad no veía con buenos ojos a una mujer empresaria.

En 1877, la pequeña empresa de Margarete Steiff,  vende sus primeras prendas de vestir y artículos para el hogar.

Su sensibilidad por el diseño y su imaginación la llevaron a inventarse un elefante de fieltro rosa, que fue diseñado para ser utilizado como un alfiletero. Al ver que muchas personas se encantaban de verlo y le pedían que le fabricasen uno. Decidió elaborar más de estos artículos y cuál fue su sorpresa que el elefante se hacía más popular entre los niños que disfrutaban jugando con él.

En 1886, el número de 5.170  elefantes fueron vendidos como juguetes y otros animales se añadieron a la gama de productos de la pequeña empresa. Al ver que el Negocio se ampliaba Fritz Steiff hermano de Margarete asumió la responsabilidad de ventas.

Margarete y Fritz, habían visto una interesante forma de promocionar sus juguetes, periódicamente publicaban catálogos de todos los productos con los que contaba su empresa (Los catálogos solo eran utilizados por las tiendas de ropa y artículos de moda). Su primer catálogo fue publicado en 1892.

Primer catálogo publicado en 1982

En 1893 llego la feria de Primavera de Leipzig – Alemania (Las ferias en esa época, fueron los medios por los cuales los productos eran conocidos por él mundo, por tanto se exigía una inversión significativa para participar en ellas), Margarete sentía que esa oportunidad no debería ser desaprovechada, de este modo sus juguetes fueron presentados por primera vez en las ferias mundiales y su sociedad fue inscrita en el Registro Mercantil como una fábrica de juguetes. Gracias a su constante participación en las ferias y sus publicaciones de catálogos de productos, en 1895 se hicieron los primeros contactos de negocios en el extranjero, en Harrods – Londres.

En 1897  Richard Steiff el sobrino de Margarete, comenzó a trabajar en la empresa. Richard fue el responsable de crear el primer oso moderno articulado, con brazos y piernas móviles, lo llamo “55PB” (55cm de altura, P= felpa, B= articulado).

Richard Steiff y su Oso 55PB

En 1902 en Estados Unidos, ocurrió un hecho histórico, Clifford K. Berryman, reconocido caricaturista político americano, inmortalizó en una de sus viñetas la anécdota vivida por el Presidente de Los Estados Unidos, Theodore Roosevelt, en una cacería de osos.

El hecho ocurrió cuando el Presidente se desplazó al sur de su país para resolver un conflicto fronterizo entre Lousiana y Mississipi. Sus anfitriones le prepararon una cacería de osos con el deseo de que regresara a casa con un trofeo. Al no tener éxito durante varios días, le buscaron una pieza.

Cuando la encontraron, llevaron al Sr. Roosevelt delante del oso que le habían preparado. Él se negó a disparar al ver que se trataba de un pequeño osezno. Sus palabras fueron: «Si matara a este pequeño oso, no podría volver a mirar a los ojos de mis hijos».

La famosa caricatura del presidente Theodore Roosevelt

La caricatura obtuvo repercusión nacional debido al deportivo detalle del Presidente.

En 1903 en Alemania, la Empresa Steiff  participó en la Feria de Leipzig de ese año. Presentaron por primera vez, su moderno oso articulado Steiff  “55PB”  que pasó desapercibido hasta el último día de la feria, en que se acercó a su stand un representante de Borgfeldt (el importador de juguetes más importante de  Nueva York). Richard Steiff le mostró su oso de peluche, el representante quedó tan entusiasmado cuando lo vio que le compró los 3.000 ejemplares producidos. El Oso fue presentado  a EE.UU. con el nombre de Friend Petzy.

En este mismo año la fama del caricaturista Clifford K. Berryman crecía, gracias a agregar un pequeño oso decorativo a todas sus caricaturas de Roosevelt. La empresa Borgfeldt al percibir la popularidad del presidente “Teddy” Roosevelt y de sus caricaturas con pequeños oseznos, decidió cambiar el nombre de su oso articulado, de Friend Petzy a Teddy Bear (Oso Teddy).

Las ventas se dispararon, tener un “Oso Teddy” en el hogar, alentaba el sentimiento patriótico de los estadounidenses y los niños se morían por abrazar a uno.

El juguete llego a conocerse en el mundo entero, solo en 1907 vendieron más de un millón de Osos Teddy en el mundo. La Fábrica Steiff contaba con 400 obreros y produjo en ese año alrededor de un millón y medio de juguetes.

Luego de 110 años la Compañía Margarete Steiff GmbH se ha convertido en el principal fabricante de juguetes de calidad, llegando a facturar alrededor de 88 millones de dólares al año en ventas dentro y fuera de Alemania.

En el centenario de su fundación, la empresa inauguró el Museo Margarte Steiff en Giengen an der Brenz (su ciudad natal), creando así un verdadero mundo de peluche. Actualmente, además del museo, los fanáticos y coleccionistas de las ediciones especiales, pueden admirar las creaciones de Steiff en las galerías de Hamburgo, Berlín, Viena, Núremberg, Stuttgart, Kiel, Hannover, Wiesbaden, Zúrich y Londres.

Es necesario notar los siguientes puntos, ya que estos son el verdadero valor que nos deja la historia:

1) Persistir con la estrategia correcta en el tiempo, esperando resultados de Largo Plazo, muchas veces somos personas que vivimos del momento, si no tenemos resultados pronto, claudicamos y renunciamos a un objetivo, recuerde siempre: “la verdadera riqueza es la que perdura por generaciones”. A Margarete Steiff, le tomó 10 años para que su estrategia e inversión en las ferias mundiales tuviesen réditos.

2) Consiga gente talentosa, como diría JP Morgan “Los hombres de negocios exitosos, construimos nuestras fortunas en base a las ideas de los genios”. Es necesario rodearse de personas preparadas, creativas y capaces de alinear su visión con la de la empresa. En el relato si el sobrino de Margarete no hubiese ingresado a su fábrica, ningún éxito se hubiese obtenido.

3) Mantenga los ojos abiertos a las oportunidades, existen momentos y circunstancias en la vida que no se vuelven a repetir más, donde una sola decisión, hace que triunfes o fracases. Imagínate que hubiese pasado si Richard Steiff no se hubiera quedado hasta el último momento en la feria de 1903, o si la empresa Borgfeldt no hubiese decidido cambiar el nombre de su oso de juguete.

4) Manténgase actualizado e informado, el conocer lo último en información de la economía, del ambiente político de su país,  del mercado al cual pertenece y de los cambios e innovaciones en el mundo, le darán una ventaja competitiva amplia. La empresa Borfgfeldt de Nueva York aprovecho el momento político y la popularidad del Presidente Roosevelt,  para incrementar sus ventas.

El mensaje más importante que nos deja el relato, es que un “Espíritu emprendedor hará todo para cumplir con su objetivo y que no existirá nada que le impida llegar a su meta”, es la enseñanza que nos deja la vida de Margarete Steiff, una mujer que superó su invalidez y salió adelante gracias a su inteligencia empresarial.

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