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La felicidad y algunas consideraciones para obtenerla

Estar colmado de felicidad implica lograr lo que se desea, el tamaño de las metas lo definimos cada uno de nosotros, la vida debe ser un viaje maravilloso, pero sin embargo muchas veces no lo es, esto se debe a que se presenta un enorme conflicto entre lo que creemos y deseamos internamente versus lo que deseamos externamente, cuando ambos deseos se alinean entonces vamos en piloto automático a conquistar nuestros sueños.

Para lograr muchas satisfacciones es necesario que usted organice su propio conjunto mental, de esa manera su vida comenzará a iluminarse y un gran poder lo acompañará, protegerá e inspirará a fin de que usted logre y descubra aquello que ama en lo profundo de su corazón.

Nacimos con una misión y es manifestar el poder de Dios a través de nuestras aportaciones a este mundo, quien lo descubre entonces vive una vida feliz, abundante y saludable.

Siempre que escuchamos historias de éxito nos motivamos por los resultados que las personas han logrado, es emocionante ver como un producto logra una fama mundial, ver un excelente descubrimiento o diseño, observar los atletas campeones olímpicos, etc.

¿Cómo lograron estas personas estos triunfos? Lo hicieron porque internamente tenían el estado correcto que los impulsaba a realizar esfuerzos sorprendentes a fin de cumplir con sus metas, un estado de motivación sumamente elevado es capaz de transformar la vida de cualquiera, en el libro El Secreto del Poder de las Metas de Andrew Corentt nosotros aprendemos el proceso completo para estructurar una meta con verdadero poder y lograr que nuestra mente acepte la información que conscientemente deseamos, a través de la lectura de este libro usted podrá alcanzar grandes triunfos gracias a las técnicas que se detallan, usted podrá seguir los pasos en forma muy ordenada.

Si nosotros estamos en una situación A y ahora queremos una situación B, en este punto se presenta algo interesante y profundo, si estamos en A es porque a nivel mental nuestra vida la hemos programada para estar ahí y una de las características de la mente es el mantenerse bajo un mismo esquema de creencias, ¿qué quiere decir eso? Lo que significa es que la mente hará cualquier cosa para mantenerse en el estado A, ¿qué puede pasar? Una gran resistencia, pero Andrew Corentt nos prepara para combatir la resistencia a esos cambios.

Le aseguro que puede ocurrir cualquier cosa… en contra de su idea, atrasos, las personas no le ayudan, se pierden documentos, lluvia, sequía, tomas de carretera, un accidente, etc. parecerá que todo está en su contra, habrá uno y miles de obstáculos en todo, y lo más increíble de todo esto es que esos obstáculos usted mismo los está creando a nivel subconsciente y el desánimo, el pesimismo y la gran probabilidad de abandonar las ideas se pueden presentar, este punto es el más difícil porque se requiere trabajo constante y entusiasmo aún sin ver los frutos, en el libro El Secreto del Poder de las Metas nos aconseja las formas apropiadas para que usted pueda concéntrese en su idea y lograr una inspiración tan profunda que le ocasione poner alma, vida y corazón  a la vida que siempre ha soñado, los obstáculos irán atenuándose hasta desaparecer, de ahí ocurre la “magia”.

El mismo poder que lo atrasaba ahora está a su disposición, está en sus manos y verá que todo se organiza a favor de su proyecto, encontrará personas y situaciones que apoyarán su idea en forma notable, de pronto amigos le presentarán a alguien que usted ocupaba para conocer una información o un proceso, sus clientes aparecerán por miles, mucha gente le dirá que excelente producto, que buena idea, ya días esperaba algo así, de esa forma usted comenzará a disfrutar las semillas del éxito, porque usted tendrá una mente ganadora.

Entonces su deseo se ha instalado en su mente subconsciente, ahora se encuentra en el punto B, ahora el poder es suyo, utilícelo con calma y humildad, cuando vea los resultados mantenga el equilibrio en la vida, tómelo con absoluta normalidad, usted es y siempre ha sido exitoso solo bastaba que lo creyese.

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