Educación virtual en el siglo XXI: tendencias y oportunidades
Los tiempos han cambiado en muchos de nuestros aspectos de la vida diaria. Estamos inmiscuidos en un mundo tan tecnológico que todo está al alcance de nuestra mano; ahora podemos trabajar desde cualquier, hacer negocios con gente del otro lado del continente y hablando un idioma que no es el nuestro. Las barreras se han ido eliminando para bien.
La educación no es la excepción, también ha tenido que irse adecuando a las necesidades actuales, a las exigencias de un cliente ya de por sí muy globalizado, ahora ya no necesitas ir a un aula para obtener un título profesional, con el simple hecho de tener conexión a Internet y un dispositivo móvil puedes estar estudiando desde la comodidad del lugar que prefieras. Increíble, ¿no?
Así de increíble son las escuelas que ofertan este tipo de modalidades y que al año egresan infinidad de alumnos con la gran ilusión de tener una mejor posición en el ambiente laboral, aplaudo aquellas organizaciones que sin fines de lucro apoyan proyectos como este en beneficio de la ciudadanía, todo queremos un México mejor y esto comienza con la educación.
¿Pero qué pasa cuando dichas modalidades se convierten en todo un negocio para algunos particulares?, está de más mencionar los altos costos que tiene la educación en nuestro país y no se diga el nivel superior y medio superior.
Muchos aprovechan la necesidad del interesado por continuar capacitándose bajo estudios en línea por años y con precios impensables solo por el estatus o renombre que dará el tener un documento para toda la vida, pero déjenme decirles que al final si cuenta con el reconocimiento de validez oficial de estudios (RVOE) eso es lo importante ante la Dirección General de Profesiones.
Es muy correcto este tipo de negocios, claro que sí, porque como en cualquier empresa su objetivo es lucrar de forma licita y bajo las regulaciones de las autoridades, pero también es importante mencionar que en ocasiones su cliente (el estudiante) hace muchos sacrificios por mantenerse en mencionado lugar, dejando de lado múltiples prioridades.
Se agradece también su creación, ya que muchos somos egresados de esos conceptos y permítanme compartirles que no es nada sencillo como se creería, al contrario, tiene un doble grado de intensidad porque el alumno (a) aprende a su ritmo y lo hace muy responsable, incluso los convierte muy disciplinados y organizados con el poco tiempo que les queda.
Invitamos a que nadie se quede sin estudiar, las oportunidades están a la vuelta de la esquina, quien no se supera en este siglo XXI es porque de plano no quiere, espacio hay mucho y para todos, enhorabuena.
Por: M.A.C.H. Diego Armando Tello Castillo, Lic. Profesor de tiempo completo-División Negocios Especialista en Recursos Humanos UTE Gral. Mariano Escobedo Nuevo León, México