Esta segunda semana de diciembre ha comenzado con un acontecimiento imprevisto que sin duda ha tenido su repercusión en los mercados: la dimisión del Primer Ministro italiano Mario Monti. El anuncio de dimisión ha tenido lugar precisamente cuando las dudas en torno a Grecia se iban disipando dado el acuerdo alcanzado por el Eurogrupo respecto a nuevos tramos de ayuda al país heleno.
La dimisión de Monti ha provocado una fuerte tensión en la deuda italiana que ha contagiado a la renta fija y a la renta variable española. Y es que esta decisión y el hecho de que Berlusconi quiera presentarse como candidato en las próximas elecciones generales italianas, ha sentado como un jarro de agua fría en los mercados de deuda.
La banca y el índice italiano se desploman
El sector bancario también se ha visto resentido por las noticias de Italia, que en el momento del anuncio se desplomaba más de un 5%, al igual que hizo el índice de Milán que cayó un 3,5%.
La incertidumbre niebla el rally de fin de año
Esta incertidumbre que se plantea desde el lunes parece que no va a disiparse rápidamente ya que los comicios italianos no tendrán lugar hasta dentro de un par de meses, por lo que se prevé que la presión en los mercados continúe, poniendo en duda el rally de final de año donde las bolsas europeas podrían experimentar una tendencia alcista a final de mes.
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