Crear una pequeña empresa es para muchos una irresistible desafío. La creación y puesta en marcha del propio negocio puede ser enormemente gratificante en diversas formas: la realización personal, la independencia económica, una manera de hacer algo trascendente en la vida e incluso hacer una contribución positiva a su comunidad.
Se cree que el 90% de todos los fracasos de pequeños negocios se pueden atribuir a la mala gestión, falta de planificación, y falta de capitalización suficiente, aunque también se consideran otras razones como la mala ubicación, el exceso de inversiones en activos fijos, y la falta de experiencia.
Muchas empresas se establecen no por la investigación de mercados, sino por la tentación de crear un nuevo y revolucionario concepto, producto o servicio y, a continuación, tratar de encontrar el mercado.
La elección del lugar para el comercio por ejemplo, se rige por normas demasiado sencillas. Gastos generales innecesarios se traducirán en precios más altos para sus clientes, lo que conllevará la pérdida de ventas. Esto también, por mantener la idea de las soluciones simples.
Algunos consideran que pueden hacer y crear negocios sin ser capaces de leer un balance, saber analizar los costos o preparar un Plan de Negocio.
La calidad del Emprendedor se puede calificar (y con razón) como “la aptitud para el propósito”.
La disciplina es vital. Los negocios deben mantener un rumbo fijado, ser controlados y supervisados.
ETAPAS DE VIDA DE UNA EMPRESA
- La etapa de introducción. Dar a conocer sus productos o servicios.
- La etapa de crecimiento. Ganar gradualmente la demanda.
- La etapa de maduración. Lograr la estabilización de la demanda.
Pero también surge la etapa de obsolescencia, con una contracción gradual de la demanda, durante la cual el empresario debe buscar alternativas. Es, por tanto, muy importante estar dispuesto y preparado para el cambio.
El secreto: Tomar decisiones hacia la sostenibilidad, en constante mejora y reaccionar frente al cambio.
El individuo que pasa con éxito el examen de estas etapas es aquel que puede ostentar formalmente el título de “Empresario”.