Los Líderes se distinguen por su capacidad de «conducir» – to lead- dirigir a otras personas en la consecución de unos objetivos. No hay liderazgo sin seguidores por lo que podríamos definirlo como la capacidad de dirigir el trabajo que realizan otras personas. De hecho, la influencia de un líder va dirigida a inspirar el trabajo de sus seguidores, el desarrollo de su quehacer diario. La creencia de que los líderes son personas fuera de lo normal, es errónea.
Al contrario, los líderes son personas, absolutamente normales. En todo caso, hacen su trabajo de una manera «extraordinaria», es decir, en su trabajo se salen de lo habitual.
En LeadingSolutions pensamos que para optimizar la función de liderazgo, el líder necesita tener una serie de competencias y habilidades. La coherencia es lo que permite articular la teoría con la práctica, es un elemento fundamental para que el líder resulte creíble, íntegro y estimule sin esfuerzos adicionales al equipo a imitarle. Por tanto, un comportamiento coherente es el resultado de un proceso integral, honesto y auténtico de relación entre lo que pensamos, sentimos y hacemos; además el líder ha de tener clara su misión y se mantiene firme en sus valores…dice lo que cree y cree lo que dice…
Ratificamos desde nuestro departamento externo de ventas la importancia de que el líder sea coherente, porque es precisamente ésta coherencia lo que genera confianza en el grupo y a su vez es la confianza lo que facilita la comunicación y la influencia del mensaje.
Esta coherencia por parte del líder requiere de la gestión eficiente de los equipos de trabajo, infundir confianza entre el personal, concienciando de su importante papel en los resultados; requiere también trasladar una visión compartida de futuro de la empresa orientada hacia planteamientos de retos y mejora y hacia la consecución de metas realistas. Además ha de fomentar la libertad de actuación y la toma de iniciativas.
En nuestro Outsourcing comercial creemos que el liderazgo , para que llegue a ser fundamento de la actuación empresarial, dependerá de cómo las personas afronten el reto de su liderazgo personal y de cómo los liderazgos, en los distintos niveles de la empresa, sepan dirigir la acción de la organización al corazón de la misma: las personas que están en su ámbito de responsabilidad.
Cada vez serán más necesarios liderazgos extendidos «a lo largo y ancho» de la empresa. Para ello, se necesitarán personas con vocación o voluntad de liderazgo.