No son ni buenas ni malas noticias. Simplemente es lo que hay. Hay una sola clave absolutamente fundamental para emprender en el mundo digital, y es que ES EXACTAMENTE IGUAL QUE EMPRENDER EN EL MUNDO NO DIGITAL.
Llevado por casos excepcionales de youtubers que ganan millones de euros jugando a videojuegos, influencers en Instagram que cobran 3.000 por poner una foto, o algunos emprendedores que crearon páginas de afiliación con Adsense, Amazon, Booking y ganan miles de euros cada mes con no demasiado trabajo… igual te has pensado que esto es fácil, que es crear un página con WordPress o Shopify en dos tardes, y a forrarte sin dar golpe.
Pues va a ser que no.
Internet tiene muchas ventajas, como que (en algunos casos) la inversión que necesitas es menor que si montaras un negocio de «ladrillo y cemento».
Sin embargo, ¿crees que gracias a Internet vas a vender en todo el mundo porque todo el mundo puede acceder a tu web?
Y es verdad, todo el mundo, esté en Madrid o en Londres, en Nueva York o en México, en Sydney o en Tokio, puede acceder a tu web. Exactamente igual que a otros 10 billones de webs. Los que viven en tu propia ciudad, tus vecinos, tu familia… también pueden comprar en una web francesa, española o australiana.
Yo he emprendido en Internet. Tengo una tienda de relojes de piloto y aviador, que está online desde hace muy pocos meses. Vamos vendiendo, pero es lento. Nada de forrase en dos días. De momento, todo es inversión, desde los productos hasta la propia web, pasando por los inevitables Google Ads, Facebook Ads, Instagram Ads… y hay que hacer números. Muchos números.
Lo que intento explicar es que «montar una web» y ganar dinero no es algo que vaya seguido. Si montas algo por Internet, ten en cuenta que tienes que gestionarlo exactamente igual que cualquier otro tipo de empresa. Emprender por Internet sólo cambia la forma de distribución y la relación con los clientes (que no es poco), pero sigue siendo una empresa.
Así que olvídate de esas imágenes que te vende la publicidad de tipos con barba y tatuajes trabajando en su web en una nave industrial redecorada con bicicletas vintage y tomando lattes de Starbucks todo el día. Y sobre todo, olvida eso de levantarte a las tantas y encender el ordenador para ver los miles de euros que has ganado sin hacer nada.
Si eso es lo que quieres, trabaja duro. Muy duro. Es la única forma de que llegues a vivir (bien) de Internet.
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