Entre los que nos dedicamos al mundo de la comunicación y la empresa, se lleva mucho tiempo escuchando sobre las críticas a eso que se llama el mundo 2.0. Por otra parte, no es de extrañar, en apenas dos años, palabras como social media, community manager o imagen personal han pasado de ser tendencias propias de “geeks” a verdaderos referentes en el mundo empresarial.
En Bolsa suele decirse que “cuando hasta los zapateros hablan sobre sus acciones, es la hora de salir del mercado”, quizá haya más sabiduría en esa frase de la que le damos. Sin duda, los medios de comunicación hacen publicidad constante de las nuevas tecnologías y de los éxitos que prácticamente aseguran en su negocio.
No pongo en duda la enorme validez de la revolución tecnológica pero, a veces es bueno tener ciertas dosis de escepticismo. Las burbujas son casi tan viejas como el hombre, y es poco probable que logremos evitarlas en el futuro. Quizá solo algún día lo consigamos.
¿Cómo es posible que profesionales que apenas conocen las redes sociales más notorias como Facebook o Twitter puedan autocalificarse como “community managers” o expertos en gestión web 2.0? Personalmente son expresiones que me producen cierto escozor cuando las oigo aplicadas tan gratuitamente, en personas que ni tan siquiera conocen los más básicos fundamentos de la metodología del marketing o el diseño de imágenes corporativas en las empresas.
Y, puesto que hay muy pocas titulaciones oficiales que realmente puedan marcar una diferencia de calidad entre profesionales… ¿cómo distingo entre un profesional y un “vendedor de humo”? Probablemente a través de algo tan evanescente como puede ser la filosofía y metodología de trabajo de cada profesional.
Si busca a alguien para ese puesto, entreviste a varias personas, ponga sobre la mesa sus necesidades y pregunte qué métodos emplearía para cumplir los objetivos. Un buen profesional le escuchará y le planteará un plan de actuación razonado en función de su inversión. Quizá descubra que los “vendedores de humo” siempre intentarán convencerle de que su método es único y de que usted está equivocado.
Muy probablemente, la burbuja 2.0 estalle en algún momento de un, no tan lejano futuro. Haga sus deberes ahora, cuando todavía tiene tiempo, antes de que le estalle en la cara y solo pueda lamentarse. Las mismas redes sociales que hace pocos meses eran las reinas indiscutibles están cediendo paso a otras redes más especializadas por sectores…
Gran parte del secreto de dirigir aventuras empresariales con éxito consiste en tener un pensamiento generalista, lejos de fundamentalismos perjudiciales, buscando siempre “ver más allá” de nuestras narices y anticipando los movimientos de nuestra competencia. Sea creativo, juegue en el límite de lo posible y no tema hacer experimentos… le ayudará a diferenciar su negocio.
Jorge Ignacio Mata Arribas -Gerente de JMA Asesores –www.jma-asesores.com