Dice la Wikipedia de aventura que “…es una experiencia de naturaleza arriesgada normalmente compuesta de eventos inesperados. Una aventura puede constar de tareas arriesgadas, encuentros con personas, cosas o situaciones impactantes, la realización de metas importantes en la vida de un individuo, o un riesgoso proyecto de negocios.”.
Emprender un negocio propio es una de las aventuras más interesantes que cualquier persona puede realizar en su vida, tener una empresa propia conlleva, como todo en la vida, una lista de pros y de contras, resumidos en el factor fundamental que exige esta iniciativa: asumir la responsabilidad, para lo bueno y para lo malo.
El ejercicio de asumir la responsabilidad de una empresa propia tiene un nivel de dificultad directamente proporcional a la responsabilidad que previamente el sujeto haya otorgado a sus pensamientos y acciones sobre el resultado de su vida, es decir, si el sujeto tiene conciencia de que el mundo que le rodea es el resultado de su mundo interior y por lo tanto él y solo él es el responsable de todo lo “bueno y malo” que le sucede, entenderá mejor la definición de responsabilidad aplicada a la empresa que alguien que busca culpables, castigos y escusas.
Esta capacidad de tomar conciencia de la responsabilidad ofrece algo positivo y es su conclusión: si todo depende de mí, puedo conseguir lo que quiero.
Si, así es. Si no lo crees, ahí tienes tu resultado.
Los motivos que llevan a una persona a dar el paso definitivo para convertirse en un emprendedor pueden ser varios, desde la profunda creencia de que se posee una gran idea y la capacidad para hacerla realidad, hasta la experiencia en otras empresas, desde las cuales se ha podido valorar de cerca la calidad del trabajo y las oportunidades del sector, para llegar a tener una creencia que puede resultar definitiva en una persona: yo también puedo hacerlo o (en su grado superlativo) yo puedo hacerlo mejor.
Como toda aventura y como la Wikipedia indica, toda aventura conlleva por definición riesgos, que en este caso pueden ser elementos como el patrimonio económico, el prestigio o la confianza en uno mismo, aunque cabe decir que en caso de éxito, son estos mismos elementos los que crecen.
Una vez la decisión está tomada, llegan las dudas de que pasos dar y hacia donde, en temas legales, en asuntos de organización, de capacidad de trabajo, de captación de clientes, de economía, de estructura, de viabilidad… y para este punto hay un gran consejo: documentación, y si esta conlleva mucho tiempo o es sobre un campo o sector que no se limita a tu factor motivacional contrata a alguien que tenga la respuesta, no es un gasto, es una inversión en tiempo, seguridad y calidad.
Una frase típica española dice que “quien mucho abarca poco aprieta” y en este tema y por experiencia propia, me atrevo a decir que se cumple a la perfección.
Con Internet cualquiera puede aprender a registrar una empresa, a hacerse una página web o a llevar la contabilidad de su negocio, pero el tiempo dedicado a estas tareas (para obtener un resultado con toda probabilidad de inferior calidad a la obtenida por un profesional) se resta directamente del tiempo dedicado a la actividad del negocio que realmente motiva a su fundador y que ha sido el motor impulsor que ha permitido la creación de esa empresa.
Una hora trabajada en lo que te gusta produce más y mejor que una hora trabajada en lo que consideras una necesidad o una obligación.
De ahí el actual auge de la subcontratación y de las colaboraciones entre empresas.
Mi consejo es: decide lo que te gusta hacer, lo que realmente te motiva, seguramente será algo que se te de bien sin un esfuerzo excesivo, y si te atreves a emprender tu propio negocio toma como prioridad dedicar el máximo tiempo posible a esa acción o tarea que ha sido el motor generador de tu negocio, y para los otros asuntos, busca la ayuda de gente cuya motivación generadora de su negocio sean esos asuntos, esto provocará que cada pequeña parte del total del trabajo realizado por tu empresa esté hecho con pasión.
Aunque solo es un consejo para los que buscan un trabajo de calidad, no sirve para todos.
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