Jack Twachtman es un joven estadounidense que se graduará este año en publicidad en una universidad de Florida. Goza de gran popularidad hoy debido a que ha apoyado una extraña modalidad publicitaria conocida como Beardversiting y que se torna demasiado innovadora, debido a que consiste en el hecho de pagar una barba en alquiler para poner sobre ella pequeños letreros con mensajes publicitarios.
Recientemente el joven habló para una emisora local exponiendo que le había parecido algo muy interesante y afirmando además:
“siempre aprecio las formas innovadoras de llevar nuevas ideas a la calle”.
Y es que aparte de conocer una muy singular manera de publicitar, ha logrado sacar provecho a su barba que, ha dejado crecer a lo largo de dos años. Alrededor de 4 euros diarios devenga este joven por sencillamente alquilar su barba.
La empresa que paga al joven el alquiler de su barba se llama Dollar Shave Club, una compañía que ofrece un servicio consistente en no permitir que el cliente se quede en algún momento sin su máquina de afeitar, pagando sólo una módica suma de dinero; otra idea lo suficientemente interesante como para llevar a esta empresa al estatus de innovadora.
“El anuncio cuelga de tu barba como una pequeña boina y sólo debes llevarla encima”, explica Twachtman. No suele ser posible el leer las letras a la distancia, pero la curiosidad es factor clave en esta modalidad publicitaria y es la gente la que se acerca, le pregunta sobre lo que publicita, se toma fotos con él y al final termina siendo bastante efectivo, pues la gente se interesa por los servicios de la empresa.