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Socio Garrigós& Llopis
Director Stemper Consultores de Dirección
Uno de los factores clave en cualquier organización es la gestión de las personas, prescindiendo del tipo de estructura. Durante mucho tiempo, parecía como si solo se pudieran aplicar políticas de recursos humanos en grandes empresas y multinacionales. Nada impide que, en nuestro tejido industrial, formado por empresas familiares y pymes, podamos tener una estrategia de recursos humanos moderna, orientada sobre todo a dos objetivos clave:
• Tener las personas adecuadas.
• Que permanezcan en la empresa.
No solo debemos establecer los criterios de selección de personal, sino que necesitamos aplicar políticas de retención de personas.
Procesos que hay que seguir
Cerrado este proceso, una tarea fundamental es establecer el Catálogo de Puestos de Trabajo de la empresa. Su descripción es básica para poder dar coherencia a nuestra actividad. Esta descripción de puestos (conocida como DPT) debe recoger entre otros datos las funciones, las competencias del puesto, el grado de toma de decisiones, la formación requerida y la experiencia.
Terminado este proceso, es necesario unir a estos requisitos los valores de la organización, como criterio para poder iniciar un proceso de selección con garantías de éxito. Todos conocemos casos de excelentes empresas y profesionales que han terminado en fracaso, debido a las diferencias de cultura empresarial de ambos.
En paralelo a esta herramienta, es preciso establecer aquellas políticas de recursos humanos tendentes a retener a las personas de nuestra organización.
Lo primero que sugiero es tener un plan de acogida que establezca aquellos pasos que vamos a seguir cada vez que se incorpora a nuestra empresa una persona. Es fundamental la implicación de la gerencia y del que será responsable directo del nuevo miembro de la empresa. Es primordial decir a los colaboradores que se incorporan cuáles van a ser sus funciones, qué se espera de ellos, cuáles son nuestros valores, cuál es nuestro compromiso con la calidad y cuál es nuestra política de prevención de riesgos.
Una vez diseñado el plan de acogida, sería importante establecer los objetivos del puesto.
A estos, debe seguir el diseño e implantación de un sistema de revisión y evaluación de frecuencia periódica. Los gerentes y los responsables de departamento deben reunirse con sus colaboradores de forma periódica y ver el grado de consecución de los objetivos, ya que es fundamental poder reconducir situaciones antes de que sea muy tarde y los costes sean importantes.
A fin de cerrar este ciclo de políticas de recursos humanos en las empresas de nuestra Comunitat, recomendaría establecer planes de formación y desarrollo para nuestros colaboradores. A nadie se le escapa el triple efecto de la formación:
• Desarrollo profesional que revierte en la empresa.
• Efecto motivador.
• Fidelización de los colaboradores.
Pienso que es posible establecer lo antes expuesto en nuestras empresas, independientemente del número de trabajadores, con garantías de éxito.
No hay que olvidar que la comunicación es el hilo conductor de todo el proceso antes descrito.
El autor analiza los procesos que debe seguir cada pyme para implantar políticas de recursos humanos efectivas en su empresa.