En la vida del emprendedor y en la vida en general hay ciertos momentos donde conviene que te plantes bien derecho y confrontes cuando una situación ya no te resulta conveniente. Hablando específicamente de negocios, he conocido varios casos donde una de las dos partes resulta estar aportando de más sin obtener la misma respuesta del segundo involucrado. Es una situación complicada, difícil y que puede resultar dolorosa, especialmente si existe una relación personal de por medio.
¿Y qué conviene hacer aquí? La premisa principal es ser íntegro y honesto.
Quiero confesarte que yo he estado de los dos lados de la moneda sin haber estado consciente de que realmente lo estaba:
He sido el “bueno”. He jugado a tratos de negocios donde di mucho no solo de mí sino de mi empresa y mi equipo de trabajo mientras que la segunda parte no cumplió con su parte y al no hacerlo, nos provocó como consecuencia natural la pérdida de tiempo, dinero y esfuerzo.
He sido el “malo”. Cuando no he dado mi 100% en un proyecto o no he delegado adecuadamente y la otra parte sí lo ha hecho; al no asumir correctamente mi parte he provocado como consecuencia natural la pérdida de tiempo, dinero y esfuerzo.
–¿Qué?-seguramente pensaras- Susana ¿qué clase de persona eres? ¿Tú fallaste? No vuelvo a creer en nada de lo que dices pero ¿él “malo” yo? Si yo soy perfectamente íntegro y justo y buena onda. Voy a misa todos los domingos y/o practico budismo y etc. Etc.
¡Sorpresa emprendedor! Alguna vez llegarás a ser “el malo”. No lo harás a propósito y es probable incluso que no te des cuenta hasta que te confronte el otro involucrado. ¡Está bien! Fallar es parte del proceso. Te aconsejo guardar la calma, y seas el “malo” o el “bueno” si una de las dos partes está perdiendo, ajústate bien los pantalones y ASÚME tu RESPONSABILIDAD.
¿Cómo? ¿Qué se hace en estos casos?
1. Comunicar
La comunicación es el paso más importante en toda relación sea de negocios o personal. Y esto implica no solamente que te pongas a HABLAR y digas lo que te tú estás sintiendo sino que también sepas ESCUCHAR qué sucede con la otra persona. Y también, si eres de esas personas que no habla y recibe todo sin exponer tu opinión… conviene que empieces a practicar el HABLAR y comunicarte o jugarás siempre con las reglas que otros pongan.
2. Exponer el problema
Expón claramente el problema actual y las consecuencias que estás teniendo actualmente derivadas de ello. Hazlo lo más calmadamente que puedas, si es necesario antes vete a golpear un rato una almohada para descargar energía o dale un buen grito al vacío.
3. Plantear una solución
Te conviene proponer una solución adecuada no solo para ti sino para ambos. Recuerda pensar en el GANAR-GANAR aunque la otra persona o parte haya fallado al respecto. Se claro y realista, si pides un millón de dólares es probable que no lo consigas.
4. Negociar
Permite que la otra parte te diga qué le parece lo que has dicho, recibe sus comentarios a favor o en contra. Escucha y pon tu mejor esfuerzo en encontrar una solución que les convenga a ambos, no solo a ti pero no solamente a la otra parte tampoco.
5. Cerrar el acuerdo
Ya que han definido como ambas partes pueden resultar beneficiadas, déjalo perfectamente claro preferentemente en un documento escrito que ambos firmen con dos copias AMBAS CON LA FIRMA AUTÓGRAFA: una copia para cada parte involucrada.
6. Dar seguimiento
Nada se soluciona de la noche a la mañana y mucho menos cuando no se ha venido trabajado adecuadamente. Aquí te conviene ser de nuevo muy honesto con los resultados y verificar si están consiguiendo llegar a la meta, cumpliendo el acuerdo, resolviendo los problemas, etc. Mide, compara el antes y el después y SÉ HONESTO.
7. Hacer ajustes si es necesario y posible
Si has descubierto que las cosas siguen sin funcionar, piensa de qué manera puedes hacer ajustes que te apoyen a ti y a los demás involucrados a solucionar todo lo necesario. Será pertinente que regreses al punto 1 y entonces le digas de nuevo a aquella persona con la que estás trabajando: esto no está funcionando tampoco ¿qué podemos hacer que nos convenga a ambos para salir adelante?
Te aconsejo que pongas especial atención en: no atacar, no gritar, no culpar al otro. No existe CULPA sino RESPONSABILIDAD y aunque puedes estar muy molesto o alterado por alguna situación, conviene que tengas serenidad.
¡Y te conviene más a ti que al otro aunque resulte difícil de creer!
Incluso si has perdido dinero, sé inteligente ¿cómo puedes recuperarlo? ¿Atacando al otro hasta que prácticamente quiera esconderse de ti o hablando claramente y viendo cómo puedes ayudarlo sin que te afecte más de lo que ya lo ha hecho? Si te quedas callado, estarás dejando que la otra parte haga todo el trabajo y al mismo tiempo, tu silencio permitirá que ponga las reglas que le convienen.
Puedo escuchar que un par dirá lo que un cliente y amigo me dijo cuándo le compartí todo esto:
– Claro Susana suena súper fácil cuando no eres tú la que está viviendo una situación así. Te invito a que lo hagas en el momento.
¡Y tienes toda la razón! Sin embargo es justamente porque en este preciso momento estoy viviendo un par de situaciones en las que estoy perdiendo tiempo, dinero y esfuerzo que se me ha ocurrido este tema.
Ahora bien, hay ocasiones en las que realmente no es posible llegar a un acuerdo o a una solución o simplemente el ciclo está cansado de dar tantas vueltas. ¿Y qué se hace aquí? Pues TERMINAR la relación de negocios pero siempre aclarando los términos en los que quedan. ¿Alguien le debe al otro? ¿Cuánto? ¿Cuál es el plazo para pagar? ¿Habrá reembolso: integro o parcial? ¿Hay deudas: quien va a cubrirlas? ¿Hay capital: a donde se va? Etc. Recuerda siempre usar el GANAR-GANAR.
¿Y qué pasa si es mi pareja, mamá, hermano, hijo o mejor amigo?
En los negocios es muy importante ser claro y directo y más aún si tienes una relación personal involucrada. Esto es algo que yo no sabía al principio y perdí amistades importantes: como sociedad y un par como clientes. Yo cometí en un par de ocasiones el error de gritar y créeme: cuando maltratas o dañas a alguien, primero te maltratadas y gritas a ti mismo. No hay escapatoria de esa ley. Un buen LÍDER no es un Jefe obstinado y cerrado; es un ser humano bondadoso que es lo suficientemente inteligente como para sacar lo mejor de todos y obtener un GANAR-GANAR cualquiera que sea la situación.
Ese es el verdadero PODER: el PODER antes que nada sobre uno mismo. ¡Conozco a varios así en serio! He aprendido muchísimo de esas mujeres y hombres asombrosos.
Te voy a compartir un secreto muy importante que todos los emprendedores aprendemos tarde o temprano y que ha sido tratado por excelentes hombres de negocios.
El secreto es este:
El dinero es solo dinero. Los negocios son solo negocios. Ninguno esas DOS COSAS son más importantes que TU FAMILIA, TUS AMIGOS, TU PAREJA y las relaciones con las personas que amas. Es el AMOR la verdadera fuerza del mundo, no el dinero. Y no el amor romántico sino el AMOR a ti, a tu vocación, a los otros.
Y bueno, me retiro de aquí antes de ponerme cursi. En otro artículo después te contaré más sobre cómo hacer acuerdos claros con clientes. Recuerda que ya te compartí un poco sobre acuerdos claros con socios.
Te deseo un EXCELENTE DÍA y ya sabes, si quieres saber con qué frecuencia me pongo cursi y hablo del amor, consejos, oportunidades y otro tipo de información para empresarios y emprendedores visita mi blog personal.
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