En la actualidad, el mundo de los negocios implica una gran competencia en diferentes niveles.
Las demandas implican tener personas responsables y capacitadas en los puestos de toma de decisiones vitales para las empresas. Las mismas deben reunir una serie de capacidades que le permitan cumplir de forma ampliamente satisfactoria su rol empresarial.
Algunas de las capacidades fundamentales implican proyección a futuro, negociación, análisis, adaptación, fuerza de voluntad y determinación. Sólo algunas personas poseen el equilibrio óptimo para los puestos de dirección estratégica.
La determinación y fuerza de voluntad, implican que la persona puede proponerse una meta ambiciosa en algún plano de su vida, se va a enfocar en ella para alcanzarla de forma eficiente.
Estas características invaden todos los planos de su vida, no solamente el terreno laboral, teniendo determinación y fuerza de volunta para dejar de fumar, si lo creen necesario y una de sus prioridades.
Un empleado que tiene grandes capacidades en otros aspectos de su vida, que le permiten incluso identificar un problema como podría ser una adicción al cigarrillo, visualizarlo y comenzar estrategias para dejar de fumar posee todas las cualidades para ser un gran directivo.
Las empresas deben diseñar mecanismos para identificar a los potenciales directivos para formarlo para alguno de los perfiles que se requieran para un mejor funcionamiento empresarial, como forma de aspirar al éxito comercial.