¿Franquiciar tu negocio? A menudo somos muchos los que nos planteamos esta posibilidad ante la dificultad que encontramos a la hora de poder llegar de una forma directa y potente a un gran sector del mercado en el que estamos interesados. Aseguran que una vez franquiciemos nuestro negocio, las opciones de “supervivencia” en la jungla del mercado de la oferta y la demanda aumentan considerablemente. Pero como bien dice el refrán: “No es oro todo lo que reluce” Queremos ofrecerte una serie de consejos que te podrán servir a la hora de decidir si afrontas el reto de tomar la franquicia como bandera de tu negocio o prescindes de este modelo tan actualmente popular.
Uno de los puntos más a su favor es la rápida expansión con la que ocuparemos el mercado, y es que gracias a nuestros futuros franquiciados, delegaremos prácticamente en esta tarea ya que serán ellos mismos quienes se encarguen de abrir y prácticamente financiar los nuevos establecimientos con nuestra marca. Esto originará que la presencia de nuestra marca entre el público general aumentará considerablemente al experimentar un rápido crecimiento por toda la geografía que tengamos planeada expandirnos.
Ante estas decisiones, la estructura de nuestra franquicia cuanto más rígida mejor será, así lo demuestran aquellas que han conseguido triunfar y es que se ha de determinar un trato y una vigilancia más holgada entre los responsables de las sedes para poder conseguir que rindan más y puedan demostrar su capacidad de gestión.
Por el contrario, tomar la decisión de franquiciar nuestro negocio puede provocar cierta desmotivación a aquellos franquiciados (emprendedores) que deseen gestionar y trabajar con nuestro modelo de negocio y marca, y es que además de llevar en algunas ocasiones a la confusión por parte de algunos de ellos a tomarnos como competencia directa, también se puede dar el caso del choque de intereses entre determinadas sedes con la central al no coincidir los mismos objetivos ni rendimientos.
También tendremos que prestar mucha atención en no dilatar las relaciones que tengamos con el franquiciado, ya que si la comunicación es unidireccional, éstos pueden llegar a concluir que nuestra marca puede no resultar tan útil para sus intereses, algo que desembocaría en una nueva búsqueda de alternativas que de seguro que no nos beneficiarían en absoluto.
No obstante y como todos sabemos, si la decisión de franquiciar recoge buenos beneficios a final de mes, los problemas que puedan surgir entre la franquicia y sus sedes posiblemente se verá eliminada en cuestión de días.