Día a día son más las empresas que apuestan por el medio online, por tener una página web y estar disponibles para sus clientes las 24 horas del día desde cualquier lugar. Muchas empresas, además optan por estar en los medios sociales como Facebook, Twitter, Google plus, Pinterest, etc. Lo cierto, es que hay tal cantidad de redes sociales que ni los propios expertos que viven de ellas están en todas. Lo ideal, es ver cuales nos interesan y cuales no en base a su estructura o nuestros propios intereses, y sobre todo a nuestro tiempo, es mejor tener 2 redes bien gestionadas, a 5 dejadas de la mano de dios.
En las empresas sucede lo mismo, es mejor poco y bien a mucho y mal, como en todo. Facebook es una de las apuestas más comunes para empresas, además, hay gran cantidad de aplicaciones Facebook que permiten personalizar el perfil de la misma, hacerlo no solo corporativo, sino también, atractivo a los posibles seguidores y clientes.
Siempre se ha dicho que la imagen es fundamental, por lo que en ocasiones merece la pena acudir a esas aplicaciones de Facebook, incluso si son de pago, ya que su coste suele ser mínimo en comparación con lo mucho que no pueden hacer ganar.
Los seguidores de redes sociales suelen ser activos, identificados con la marca, a veces, recomiendan sus productos y eso es algo que no tiene precio, no hay mejor publicidad que el hecho de que tus clientes recomienden tu productos… y si para ello la empresa debe pagar por tener aplicaciones de Facebook o incluso un community manager que gestione los perfiles en redes sociales de la marca, pues bienvenido sea.
Como todas las empresas no se pueden permitir el lujo de tener su propio departamento de marketing, son muchas las que acuden a agencias especializadas para que les asesoren en estos temas, para que gestionen la web, actualicen constantemente el blog con contenidos de calidad y gestiones o creen, en el caso de que no lo tengan, los perfiles de las distintas redes, les den contenidos de calidad y ganen adeptos a la marca que puedan convertirse en posibles clientes.
Siempre se ha dicho, que, a veces, es mejor externalizar algo a hacerlo mal y tener que pagar las consecuencias del fracaso pertinente, en redes sociales, no conviene jugársela, una mala estrategia de social media puede salir muy cara.