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Cómo evitar a los trepas en tu empresa

el 19 enero 2016

Los trepas por definición serían aquellos trabajadores que buscan su propio beneficio en perjuicio de sus compañeros. Estas personas son los trabajadores más tóxicos que nos podemos encontrar en la empresa.

Un trepa a aquella persona manipuladora, sibilina, capaz de todo para lograr sus propios objetivos… y seguramente que la tienes sentada a tu lado ahora mismo. Los trepas van por todas partes de la empresa, viviendo a costa de los demás, en muchas empresas. Una de sus funciones es hacer la pelota a los jefes, presumir mucho de lo que consiguen a costa de los demás y trabajar poco son algunas de sus señas de identidad. Tener a una de estas personas carroñero del trabajo colectivo por compañero y colaborador es una de las peores cosas que te puede pasar en la vida. La bueno es que se pueden identificar y combatir.

Empleados tóxicos

Según la Real Academia de la lengua Española (RAE) se define como trepa como: ‘Persona que progresa en la vida por medios rápidos y sin escrúpulos’. Es decir, son personas que priorizan el qué y el cuánto sobre el cómo. Detrás de un trepa suele haber un problema de autoestima y seguridad en uno mismo. Si alguien necesita robar el mérito de otra persona es porque considera que por sí mismo no es capaz de lograrlo. A su vez, los trepas tienen la habilidad para desentenderse de las tareas poco lucidas e implicarse en aquellas que le reportan una mayor visibilidad para los responsables. También son grandes maestros en el arte de desenvolverse socialmente en su propio beneficio. Por tanto, el trepa no es un gran compañero, si no es un competidor feraz. No comparte ningún tipo de información, pero sabe extraer la que pueden tener los demás personas que le rodean. Cuando se habla entre los compañeros de problemas que surgen en el trabajo y se discuten posibles soluciones, consigue para encontrarse con el jefe antes que nadie y darle las soluciones como si fueran suyas propias.

Pero no todo lo que al principio parece un comportamiento tóxico lo es. Hay que diferenciar entre un jefe o un compañero en cuestiones de liderazgo. Un liderazgo sano nos puede motivar y nos persuade para conseguir los objetivos planteados por la empresa y es beneficioso para todos. Es no se puede considerar una manipulación ya que no se usa para los propios fines de alguien.

En los países latinos nos tendemos a escandalizar y a penalizar a los que se mueven claramente por los resultados. En cambio, en otros países como en Estados Unidos este tipo de personas que no tienen muy claro lo que quiere lo expresa abiertamente. Se lanza a por ello, y más que envidia eso genera admiración al resto.

La competencia entre empleados

En las empresas se acusan de manera frecuente a fomentar este tipo de conductas al empujar a sus empleados a una permanente competición entre ellos. No obstante, la competencia no es negativa en sí misma, lo que no es productivo es hacer que los empleados compitan en vez de cooperar. Competir y cooperar al mismo tiempo es casi imposible. Lo que si que puede dar alas es la falta de diligencia por parte de los responsables para atajar los excesos. Existe el peligro de que los buenos resultados económicos en el corto plazo provoque que los mandos miren para otro lado para determinados comportamientos contrarios a ciertos valores sociales de la cultura corporativa. Lo malo es que los trepas poseen inteligencia social y observan las reacciones que sus acciones van provocando en su entorno. Si ven que los responsables se inhiben, la semilla del egoísmo crecerá aún más y se seguirán produciendo sus acciones. Por evitar estas acciones se necesitan jefes maduros, con personalidad para actuar y rechazar de forma clara estas situaciones.

Aunque para esto tenemos que desenmascarar primero al trepa, algo que no siempre nis va ser sencillo, ni siquiera para sus propios compañeros. Es frecuente que la primera vez que nos enfrentemos a estos trepas no nos demos ni cuenta. Son personas que resultan agradables y seductoras, que van a tratar de ganarse nuestra confianza para después abusar todo lo que puedan de ella. La pista para descubrirlos sería si nos sentimos frustrados, desengañados o decepcionados después de un intercambio de ideas con este tipo de persona, posiblemente se deba a que es un trepa.

Tienen una capacidad para proyectar una imagen distinta a la que es en realidad. Esta es otra de las estrategias que estas personas despliegan para salirse con la suya sin despertar sospechas. Delante de un responsable puede parecer humilde y colaborativo. Su constante adulación al responsable es otra de sus armas predilectas. Los responsables necesitan sentirse importantes como cualquier otra persona. Por tanto, el halago funciona y debilita los filtros críticos que pueden utilizar los responsables.

De estos, un tipo de trepa peligroso es aquel que se dedica a poner de manifiesto los defectos y deslices (reales o inventados) del resto de gente de la empresa.

La pregunta que se nos plantea ahora es cómo podemos manejar a este tipo de personas. Un enfrentamiento abierto sólo va a producir que se nos desacredite delante de todo el mundo. Pero tampoco nos ayudará permanecer sin hacer nada. Es mucho más efectivo explicar al trepa de una forma asertiva y de manera respetuosa cuáles son los límites que no vamos a consentir que pase, es decir, utilizar la información que nos ha sonsacado. Pero una respuesta en grupo también puede ser eficaz manera neutralizar sus efectos, es decir, hacerle saber que el equipo no va aceptar si continúa con este tipo de acciones y hacerle el vacío si continua con ellas. Un trepa aislado es un trepa desactivado, es decir, sin sus armas de actuación.

Una gran aliada, la tecnología

Algunos expertos piensan que los trepas son una especia en extinción. Actualmente, las empresas valoran aquellos perfiles creativos, comprometidos y enfocados en el trabajo de equipo. Lo que se busca, en realidad, son talentos que sean los motores del cambio.

Los trepas tienen difícil acomodo en la actual era de la coopetición y de la economía colaborativo porque ellos representan todo lo contrario de la colaboración, y actualmente es necesario cooperar hasta con tu mejor competidor.

La tecnología y el mundo de las redes sociales han traído más transparencia en el mundo de las empresas. Hoy en día, todo queda registrado, por tanto, es difícil en este entorno colaborativo apropiarse de las ideas o de los logros de los demás. Algunos trepas han sabido adaptarse teniendo acceso a mucha más información sensible de sus propios compañeros que la pueden utilizar en su propio provecho, ya que disponen de más medios y formas de contactar con su entorno a las que de otra forma no podrían acceder. Sus posibilidades de difamar ha aumentado de forma exagerada.

Fuente: ¡Que vienen los trepas!, articulo escrito por Ramón Oliver para el diario El País.

Raúl Jaime es profesor en IEBS Business School en varios programas Máster, emprendedor de empresa de formación y profesional del sector de finanzas. También investiga sobre la creatividad e innovación en la empresa. Autor del libro "El libro verde del emprendedor colaborativo": http://goo.gl/6zl3EY y del libro "Emprendedor social, ¡Tú puedes!": http://goo.gl/3cA1LG y colaborador programa TV 'Tribuna Finanzas' (México): http://goo.gl/DqJccH .

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