La dirección de empresas es un proceso que no es fácil, esto requiere de mucho enfoque y determinación. De esta etapa depende el crecimiento de la empresa. La dirección de empresas forma parte del trabajo de los administradores, ya sea gerente de ventas regional, supervisor de departamento, toda persona que tenga a su cargo un grupo de subalternos, sin importar su número, es un director.
Sin embargo, la falta de preparación o la inexperiencia lleva a algunos administradores a cometer una serie de errores que pueden llevar a la empresa a un declive en su crecimiento. Entre los más comunes están:
- Dirección por improvisación: Por no efectuar las previsiones que de requieren, cuando la empresa se ve en dificultad, se ve obligada a poner parches y remedios temporales, fuera de tiempo, con costos y trastornos excesivamente elevados.
- Dirección por ensayos: Al no saber lo que se quiere, lo más común es llevar a cabo ensayos que le hagan dar en el blanco por casualidad.
- Dirección por urgencias: Cuando no se tienen objetivos y prioridades, la empresa recurre a la urgencia como criterio de actuación, llevando a la empresa a alterar los programas de actuación existentes para enfocarse en la urgencia.
- Dirección por acontecimientos: Muy similar a la anterior, con la única diferencia de que ahora la empresa se enfoca en el acontecimiento que surge en un momento determinado. Esto generalmente surge cuando la competencia ejecuta acciones y que la empresa pone todo su empeño en responder.
- Dirección por sobresaltos: Por lo general, esto sucede cuando la empresa tiende a reaccionar ante cualquier problema nuevo como el más importante.
En conclusión, estos errores se cometen por el desconocimiento del proceso administrativo, o bien conociéndolo, no se ejecuta correctamente en el momento de la dificultad de la empresa.
Al ignorar el proceso administrativo, los planes administrativos pierden valor al no ser lo suficientemente fuertes para que la empresa crezca en el mercado.