Ensenada es una ciudad multicultural engastada entre el verde exuberante de la Sierra de San Pedro y el azul profundo del Pacífico. Como toda ciudad de frontera, Ensenada tiene el sabor de los pueblos heterogéneos pero no encontrarás el caos intrínseco a los mismos. En su lugar hallarás una ciudad sosegada que regala playas paradisíacas, vides extensas y parajes naturales únicos en el mundo.
Tesoros escondidos entre el mar y la tierra
El mar de Ensenada se puede vivir de mil formas diversas pero el punto de partida obligatorio es La Bufadora, el mayor géiser marino del mundo. Cuando sus olas se levantan sobre las rocas pueden sobrepasar los 20 metros de altura pero lo verdaderamente sorprendente es el sonido peculiar que emiten y que ha dado vida a una enternecedora leyenda local. Si visitas Ensenada durante los meses de Diciembre a Abril podrás ver cómo las ballenas grises y sus crías llegan hasta la Bahía de Todos Santos que, dicho sea de paso, también es una de las aguas preferidas de los surfistas.
Cuando te alejes del mar, Ensenada continuará asombrándote con algunas de sus facetas menos conocidas. En el Valle de Guadalupe encontrarás ranchos rodeados de viñedos que atesoran el sabor más auténtico de la “vieja Baja”. Entonces será el momento de detenerse en la Bodega de Santo Tomás, una de las más antiguas del país donde el vino se sigue realizando con las mismas técnicas y la pasión de hace 120 años. Si tienes alma de aventurero, podrás perderte entre forestas de pinos y agraves para descubrir minas de oro abandonadas y cuevas que atesoran antiguos grabados rupestres.
Los sabores autóctonos de Ensenada
Un recorrido por las calles de Ensenada te desvelará rápidamente sus costumbres más autóctonas. En la mañana podrás visitar el “Mercado Negro” para dejarte envolver por un ambiente donde los pregones de los vendedores se entremezclan con el aroma y los colores de las almejas, los camarones y los pargos frescos. Luego, nada mejor que desandar el Boulevard Reforma. Entre sus casas coloridas encontrarás grandes centros comerciales, pequeñas tiendas de artesanías y numerosos puntos de venta que te ofrecen los famosos tacos de peces, el plato omnipresente de Ensenada.
Cuando cae la noche la ciudad estrena sus mejores galas. En el Riviera del Pacífico, el antiguo casino de Ensenada que en los años ’30 atrajo a personalidades como Lana Turner, podrás escuchar buena música en un ambiente relajante que recuerda la impronta andaluza. Si prefieres degustar un sorbo más auténtico de la cultura local deberás entrar en la Cantina Hussong, la más antigua de Baja California entre cuyas paredes se inventó la célebre margarita.
Los detalles necesarios para preparar el viaje
Los aeropuertos más cercanos a Ensenada son el de Tijuana y Mexicali, excelentemente conectados con España y el resto de Europa. Aunque los precios de los billetes no son del todo económicos, si prenotas con varios meses de antelación podrás encontrar vuelos baratos o incluso ofertas de viajes muy convenientes que incluyen los hoteles.
Afortunadamente, el alojamiento en Ensenada no es particularmente caro ya que podrás encontrar desde hoteles baratos por unos 20 euros a noche hasta hoteles de cuatro y cinco estrellas que ofrecen habitaciones al módico precio de unos 75 euros por noche. Un último consejo: si llegas a Ensenada desde el aeropuerto de Tijuana bien vale la pena optar por el alquiler de coches ya que así podrás disfrutar de excelentes vistas panorámicas sobre el Pacífico.