Un producto puede ser protegido a través de la propiedad industrial, existen tres figuras jurídicas para hacerlo, depende de su producto saber por cuál optar. Los esquemas son:
- – Patente
- – Modelo de utilidad
- – Diseño industrial
Y estos pueden ser protegidos a través del Instituto Mexicano de Propiedad Industrial.
Desde 1994 el Instituto Mexicano de Propiedad Intelectual (IMPI) registra un promedio anual de 150 patentes mexicanas, lo que significa una disminución del 45% con respecto al número de inscripciones registradas en 2004. Se tiene registro sobre una baja de 343 a 150 promedio de 1995 al 2005.
En México se solicita una patente por cada 200 mil habitantes, mientras que en Estados Unidos hay una patente por cada mil 800 habitantes, en Corea del Sur se registra uno de los números más altos: se registra un pate por cada 833 habitantes.
¿A qué se debe lo anterior? Uno de los motivos radica desde la perspectiva que tienen los empresarios para desarrollar un producto, desconocen sobre la protección que le pueden brindar al producto para protegerlo u otro conflicto puede ser el poco presupuesto con el que cuentan.
Dentro de lo que se puede proteger en México son nuevos productos químicos, nuevos aparatos, métodos de fabricación, etcétera. La patente protege por 20 años contando a partir de la fecha en que se presenta la solicitud. Después de dicho lapso pasa a ser del dominio público y cualquier persona lo puede explotar sin tener que pagar alguna regalía.
Para que una patente esté vigente, además del pago de la solicitud, se tiene que pagar una anualidad para tenerla viva por los 20 años.
Si las anualidades no se pagan, hay un periodo de seis meses, prorrogable a otros seis meses, para que actualice ese pago. Si no lo hiciera, la patente caduca y la información técnica pasa a ser de dominio público.
Con información del Universal