Emprender es una cualidad para hacer nuevas cosas, razón de hacer, comprender y mejorar situaciones, productos y servicios. Con esta definición podemos afirmar que el emprendimiento en la ciudad de Medellín viene jalonando programas y proyectos a través de Cultura E, cambiando la mentalidad de la ciudad con la innovación y la creación de empresas, modificando la cadena de valor, permitiendo el ingreso de nuevos actores que engrosan la cadena productiva y por lo tanto, la oferta y la demanda de bienes y servicios, ahora reducidos con la transformación urbana del Medellín industrial a ciudad competitiva, innovada, renovada con mirada internacional; cambiando el paradigma de industrialización a productora y generadora de bienes y servicios, ya no de capital, sino de valor, de satisfacción de necesidades individuales y colectivas; muestra de ello los diferentes congresos, convenciones, ferias y seminarios nacionales e internacionales que muestran a la ciudad como el epicentro comercial y de desarrollo tecnológico del país.
Pero el cambio de mentalidad empresarial industrial a emprendimientos sociales, culturales y de base tecnológica generados por el ecosistema de emprendimiento en el cual se ha vinculado la triada Estado (municipio de Medellín) Empresa privada (Cámara de comercio, Comfama) y las Instituciones de educacion superior, coordinadas por el programa “Ciudad E” y ha producido cambios en la escala de valor en la producción y el consumo, vinculando la comunidad por medio de los “CEDEZO”, a la pequeña empresa barrial, que de una u otra manera, ha impactado y/o generado los emprendimientos de subsistencia en contravía de los de oportunidad que requieren de inversiones mayores en conocimiento, en ciencia, tecnología e innovación, unida a la inversión financiera, que está, aún hoy, muy lejana del compromiso de ciudad, es decir, poco han invertido en la generación y sostenibilidad de los emprendimientos nacidos y desarrollados en las comunidades barriales; sólo en esa especificidad de proyectos, ha apoyado el “Banco de las Oportunidades” creado por el municipio de Medellín, a través de la Secretaría de Desarrollo Social, que nació como el Banco de los Pobres, para otorgar alternativas de financiación mediante créditos que pueden pagarse en tiempos flexibles y a una tasa de interés blanda, facilitando así la generación de ingresos y el mejoramiento de la calidad de vida de las comunidades que hacen parte de las zonas de alta vulnerabilidad en el municipio.
Unido al emprendimiento y a la cadena de valor generados con el programa de “Cultura E” ha nacido en las comunas y en el centro de la ciudad de Medellín el “Emprendimiento del Lumpen”, de lo ilegal con la mirada absorta del Estado, que hasta hoy ha sido incapaz de controlarlo, se solucionarlo, de ponerlo en cintura. Han nacido los “emprendimientos ilegales” o “informalidad” del servicio de transporte público prestado por vehículos particulares, violando las normas de tránsito vigentes en el país, aunque en Medellín se han sancionado algunos conductores, los propietarios de estos vehículos cancelan grandes sumas de dinero a los cabecillas de los combos para que los dejen prestar este servicio; emprendimientos como la “venta de minutos de celular” que también viola la reglamentación de la telefonía, personas que tienen que cancelar dinero a los jefes de las organizaciones delictivas de la ciudad para poder “ofrecer el servicio”. En la ciudad también se están generando emprendimientos con el microtráfico de armas, alucinógenos y drogas en el centro de la ciudad, el préstamo de dinero o “paga diario”; el pago de la “cuota de seguridad” a buseros, taxistas, es decir el transporte público y colectivo tiene que pagar cuotas diarias o semanales por el servicio de seguridad que prestan las bandas, situación que conocen las autoridades encargadas de ello y poco han hecho por la no colaboración de la ciudadanía. Este emprendimiento de oportunidad ilegal llega a manejar altas sumas de dinero, se reproduce y amplía hasta llegar a los barrios, a las tiendas, a las revuelterías y a las grandes cadena de almacenes, llegó a los “confiteros”, jóvenes que sobreviven al ofertar dulces en los vehículos de transporte público, y ahora ha llegado el “emprendedor ilegal” a cobrar el uso urbano de los semáforos a las personas que aprovechan la luz roja para hacer maromas y volteretas a la espera de una moneda, impidiéndole al conductor del vehículo el control del tiempo, descuidando la circulación vehicular.
En fin, emprendimientos que mueven cantidades importantes de dinero y logística porque generan empleo a los jóvenes sin futuro que no hallan empleo en la ciudad, ciudad que ha creado programas de educacion como “jóvenes con futuro” que no dejaron de ser una paradoja urbana que cambió el esquema del “vago bachiller” al “vago técnico laboral”, porque la empresa privada poco creyó en el programa y los jóvenes capacitados y formados en técnicas laborales habitantes en las comunas de la ciudad, no fueron empleados y ni en las prácticas como requisito para graduarse aportaron significativamente y dichas prácticas fueron realizadas, en su gran mayoría en las instituciones estatales como el municipio de Medellín y la Gobernación de Antioquia, es decir, el programa generó incertidumbre, incredulidad y apatía en la población más vulnerable; en resumidas cuentas, los combos y los CEDEZO generan emprendimientos y vienen creando empresas cada vez más grandes, que como tentáculos se están espaciando por la ciudad de Medellín y su área Metropolitana solventadas en las sumas de dinero que cancela la ciudad por “trabajar” y hasta por habitar, ya existen barrios en los cuales hay que cancelar “cuotas de seguridad” en cada hogar; hay que pagar por vivir en tal o cual barrio ¿y ésto me lo han impuesto a mí que soy un ciudadano que cancela impuestos?, parecería la pregunta de algún peatón desprevenido, pareciera que trasladaron de las cárceles el llamado “falseo” mediante el cual los reclusos tienen que cancelar semanalmente por habitar determinado patio o pabellón.
Ahora, nos enteramos por la prensa hablada y escrita, que en las comunas de Medellín los productos de la Fabrica de Licores de Antioquia, no se pueden comercializar por los combos cuentas con sus propios sistemas artesanales de producción de licor adulterado, que cuentas con sus propias maquinas de envasado y copian hasta las etiquetas y los sistemas de seguridad de las botellas. Estas bebida y licores son expendidas en las tiendas de barrio, reemplazando con la compra la “vacuna” que deben de cancelar por la seguridad barrial.
Todo lo anterior ha sido reseñado e informado por la prensa amarillista de la ciudad y hasta ahora, la batalla la han ganado la organizaciones ilegales, que como bien sabe la Policía se han repartido a la ciudad y han creado las famosas barreras invisibles que delimitan el poder, el microtráfico, el servicio de “prepagos” con menores de edad y siguen avanzando y armándose para contrarrestar la fuerza del estado, como los casos recientes de las comunas 6,8 y 13 de la ciudad de Medellín.
Se quiere detallar en este artículo que el municipio de Medellín creó el ecosistema de emprendimiento y los combos han creado sus propios emprendimientos lo que trastoca los diferentes aspectos de la vida social, como lo son la vivienda, el empleo y la prestación de los servicios masivos de transporte, razón tuvo Schumpeter, profesor de Harvard, quien utilizó por primera vez el término para referirse a aquellos individuos que con sus actividades generan inestabilidades en los mercados.
En conclusión, emprendimiento es aquella actitud y aptitud de la persona que le permite emprender nuevos retos, nuevos proyectos; es lo que le permite avanzar un paso más, ir más allá de donde ya ha llegado. Es lo que hace que una persona esté insatisfecha con lo que es y lo que ha logrado, y como consecuencia de ello, quiera alcanzar mayores logros.
Como corolario se debe afirmar que el Estado debe implementar medidas, no solo coercitivas, represivas para combatir estas situaciones que afectan la convivencia y violan el Contrato Social como único origen del poder legítimo en el Estado moderno fundamentado en el Derecho que permita toda convivencia social estable y segura y se promueva la paz y la justicia social, como imperativo fundamental del derecho. No es aumentando las penas y los subrogados penales a los infractores de la ley penal, que generan hacinamiento en las cárceles, es consolidando procesos reales de pacificación y sometimiento, es creando programas de prevención que generen emprendimientos de oportunidad, no basados en concursos amañados de ideas y planes de negocio sin apoyo de la banca privada, la cual vemos cada días más alejada del retorno social y más cercana a la internacionalización de capitales, que solo les interesa la acumulación de capital a expensas del país. Si emprendimiento es “una manera de pensar y actuar orientada hacia la creación de riqueza. Es una forma de pensar, razonar y actuar centrada en las oportunidades, planteada con visión global y llevada a cabo mediante un liderazgo equilibrado y la gestión de un riesgo calculado” filosofía que debe acercarse al empresarismo como manera de permanencia en el tiempo y no terminar como el “Macondo” detallado ya por nuestro Nóbel Gabriel García Márquez.