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El Emprendedor y la importancia de la Publicidad

el 4 junio 2015

El Emprendedor tiene como uno de los desafíos más importantes en las tareas del emprendimiento conseguir que el Mercado conozca la oferta que se coloca a su disposición. Si esto no sucede, el Negocio no se perfecciona más allá de todas las virtudes que posea.

Cuenta Ted Turner, el empresario norteamericano fundador de la cadena de noticias por cable CNN, que el consejo de negocios y de vida más importante que recibió de su padre fue el siguiente: “Early to bed, early to rise, work like hell and advertise” (Acuéstate temprano, levántate temprano, trabaja arduamente y haz Publicidad).

Este consejo resume muchas cosas para el Emprendedor: la importancia de la disciplina y el método en la vida personal como elemento condicionante del desenvolvimiento profesional, la necesaria cultura de trabajo y la importancia vital de “comunicar” a los demás lo que se hace. Si existe alguna recomendación “comprimida” que pueda abarcar los elementos más importantes de orientación al Emprendedor para el desenvolvimiento exitoso de su tarea, es ésta.

El Emprendedor y la importancia de la Publicidad

“Acostarse temprano y levantarse temprano” es una premisa de orden personal que por otra parte define el carácter del trabajo que debe desarrollarse. El consejo “acota” incluso un determinado número de horas que deben dedicarse a laborar. Este es, en primer lugar, un claro mensaje para quienes creen en las virtudes del “esfuerzo bruto”, ésas interminables y desordenadas jornadas de trabajo que sólo consumen la energía necesaria para enfrentar obligaciones posteriores.

El consejo de “trabajar arduamente”, una vez acotado el propio tiempo de labor, es una alusión directa a la productividad. No existe trabajo de mayor calidad, ni profesional más capaz que aquel que puede alcanzar sus objetivos desarrollando sus tareas en periodos determinados de tiempo. El “over time” en el trabajo no es una virtud, es la representación de que algo está mal en la Organización o en la persona que realiza la tarea.

Por otra parte, cuando el consejo incorpora la recomendación de hacer Publicidad, sitúa este requerimiento a la altura de los otros, dando a entender que el trabajo ordenado y productivo no tendrá finalmente su fruto si nadie lo conoce y está en disposición de “comprarlo y pagarlo”.

El Emprendedor puede haber planificado de forma apropiada todas las tareas inherentes al Negocio, el desarrollo del producto o servicio, la producción del mismo, las mecánicas de venta, los soportes administrativos, etc., pero si la oferta en general no es de conocimiento del Mercado, todo ello concluye por ser un absurdo circuito cerrado. El Negocio solo se activa cuando se produce un número suficiente de transacciones entre la oferta que se sostiene y la aceptación de la misma por parte del consumidor.

La Publicidad es ése vehículo de comunicación entre el Negocio y los clientes objetivo que éste ha dispuesto contactar.

Por su importancia, la Publicidad está clasificada como un recurso independiente entre todos aquellos con los que cuenta la Estrategia para llevar adelante los intereses del Negocio, y el STRATEGOS la considera muchas veces un “arma no convencional” por el alcance que posee. La Publicidad no debe estar incluida en el conjunto de consideraciones de Marketing porque no es una técnica que pueda ser asociada a otras para construir un “enfoque comercial”; la Publicidad es, más bien, el mecanismo por medio del cual se hará conocer al Mercado la naturaleza del enfoque comercial que está sosteniendo el Negocio.

La Publicidad no Vende, la Estrategia lo hace; y la Publicidad es un componente vital de ésta última.

La Publicidad por sí sola no vende porque el carácter del mensaje que debe transmitir al Mercado no lo genera ella misma, éste obedece a los intereses generales de la Estrategia. Es razonable afirmar que sin Publicidad no se vende pero es incorrecto afirmar que es la Publicidad la que vende. Los esfuerzos publicitarios, especialmente los de carácter masivo, no tienen la misma regularidad de las tareas cotidianas de venta. Cuando el Mercado “conoce” la oferta del Negocio, la Publicidad ha cumplido su tarea, y son otros recursos de la Organización los que deben concretar, sostener y consolidar los intereses comerciales.

El Negocio, o la Empresa en su caso, transmiten de forma permanente mensajes que condicionan las decisiones de compra de los clientes. Aún el esfuerzo atomizado de un agente de ventas en su contacto con el cliente debe ser entendido como Publicidad, de igual forma que una campaña costosa sostenida en medios de comunicación masiva o la actitud de una secretaria respondiendo las llamadas telefónicas. Cuando el Negocio se está comunicando con los agentes del Mercado está haciendo Publicidad. El control de cada uno de estos hechos está fuera del alcance de la Publicidad como tal y por ello se afirma que ella en sí misma no es responsable de las ventas, esto lo hace la Estrategia, definiendo el comportamiento de todos los elementos que existen en el Negocio o en la Organización.

La Publicidad es un elemento muy sensible cuando el Emprendedor inicia sus actividades. En ése momento el reto fundamental es conseguir que el Mercado conozca la oferta que se está planteando; sin que esto suceda ninguna de las otras virtudes servirá para perfeccionar el Negocio, si “nadie conoce” lo que se está ofreciendo automáticamente pierde valor todo lo que se esté haciendo.

La Idea que da paso al emprendimiento, el trabajo para desarrollarlo, las bondades intrínsecas del producto o del servicio y el valor general del Negocio para el cliente, no tendrán utilidad alguna sin la capacidad de que todo ello se dé a conocer.

La Publicidad entonces NO es un elemento que deba posicionarse al final del proceso, es una consideración que debe hacerse al mismo tiempo que se concibe la Idea del emprendimiento. El Emprendedor tiene que poseer al menos un criterio general de la forma en que comunicará su idea al Mercado al mismo tiempo que está trabajando la idea en sí. Acá existe una simbiosis importante. La Idea, el concepto original del emprendimiento precisa ciertos recursos para ponerse en marcha y entre ellos debe colocarse protagónicamente la Publicidad.

Son muchos los casos en que el Emprendedor se pone en marcha sin considerar la inevitable necesidad de provisionar recursos para comunicar sus actividades al Mercado. De esta forma se puede provocar el fracaso de una buena idea de negocios, simplemente porque no se tomó en cuenta desde un inicio el costo y el esfuerzo para comunicarla a los potenciales clientes.

A medida que el Negocio se desarrolla cambia la forma de hacer Publicidad. Una vez que el Mercado conoce la oferta, ya es un conjunto más grande de variables las que entran en juego: la calidad, el servicio, el valor integral de la oferta, la experiencia de compra y uso del cliente, etc. Las organizaciones empresariales (una etapa distante en la evolución del Negocio al que da forma inicialmente el Emprendedor), recurren a la Publicidad incluso para comunicar realidades institucionales que muchas veces no tienen un vínculo directo con el Negocio, o para llevar a cabo labores de Posicionamiento. Todos estos objetivos no tienen, sin embargo, la sensibilidad de ése primer esfuerzo que debe realizar el Emprendedor para “hacer conocer” el Negocio que ha formado.

El Emprendedor y la importancia de la Publicidad

Estas son algunas recomendaciones fundamentales para que ello se alcance en buena forma:

1.- Al inicio del emprendimiento y durante una buena parte del proceso de introducción de la oferta en el Mercado, la Publicidad debe ser una Inversión no sujeta a los ingresos del Negocio.

2.- La Inversión en esfuerzos publicitarios debe ser SUSTANCIAL, esto quiere decir que bajo ninguna circunstancia puede adoptarse un criterio marginal o de “complemento”. La inversión en Publicidad puede ser uno de los egresos más importantes del emprendimiento en sus inicios, pero ello está completamente justificado por el objetivo de hacer conocer la oferta en el Mercado y por el hecho mismo que toda inversión publicitaria trabaja sobre el volumen de ventas y en ése sentido sobre las utilidades.

Al inicio del emprendimiento debe tomarse cuidado en la evaluación de criterios “progresivos” para las inversiones en Publicidad. Estos gastos no deben acompañar necesariamente la curva de crecimiento del Negocio. La inversión en Publicidad debe ser proporcionalmente mayor al ritmo en el que crece el Negocio. Si bien es justificable planificar un crecimiento progresivo del Negocio, no sucede lo mismo con la Publicidad en esta etapa, ella debe ser Sustancial y sostenida durante un determinado periodo de tiempo, al margen de lo que establezca el crecimiento del Negocio.

3.- En la medida que fuese posible se tiene que recurrir a medios masivos de comunicación para efectuar la Publicidad. Si por algún motivo se excluye esta opción, ello debe ser fundamentalmente por consideraciones económicas. Los medios masivos de comunicación (si están al alcance) cumplen la tarea de comunicar el mensaje a un conjunto grande de personas en el Mercado, de esta manera ahorran tiempo y generan un número importante de agentes de retransmisión del mensaje.

Aún en el caso que el emprendimiento esté dirigido a un segmento muy específico del Mercado o incluso a un “nicho” de éste, la comunicación publicitaria por medios masivos debe privilegiarse. Los segmentos o los nichos están incorporados en el Mercado y toda comunicación efectiva que llegue a éste, llega también a aquellos. La relación costo/beneficio para la inversión publicitaria en la etapa de nacimiento del Negocio no necesariamente debe medirse en función de dinero-impacto, debe evaluarse también incorporando el criterio de tiempo. Mientras menos tiempo se invierta en que el Mercado conozca la nueva oferta que sostiene el emprendimiento, son sustancialmente mayores los beneficios del proyecto en corto, mediano y largo plazo.

Estos beneficios no solo están representados por los rendimientos financieros, también por la oportunidad específica que representa el ingreso al Mercado, la reacción de competidores establecidos y competidores potenciales y por sobre todo la acumulación intensiva de experiencia en el manejo efectivo del Negocio.

El tiempo es factor fundamental para todo lo anterior y es una variable que se administra apropiadamente cuando se acelera el ritmo de la campaña publicitaria. Esto se consigue de manera más eficiente con la participación de medios masivos de comunicación.

Si el costo de estos medios no se encuentra al alcance de los recursos del emprendimiento, deben entonces evaluarse opciones desde éste punto “para abajo”, teniendo como elemento de medición al mayor alcance posible que tenga el medio. Cada situación es particular. Lo importante es tratar de evitar la consideración de un proceso inverso, es decir uno que tome la Publicidad de “menos a más”.

4.- La aplicación de Publicidad al inicio del emprendimiento debe tener mayor alcance horizontal que vertical. Debe privilegiarse la llegada al mercado general antes que al segmento o al nicho específico (por lo dicho anteriormente).

Las medidas dirigidas al segmento específico deben efectuarse después de los “esfuerzos horizontales”.

Incluso en el caso de emprendimientos “especializados” dirigidos a un segmento muy específico del mercado, conviene seguir la regla anterior.

5.- La Publicidad en este punto debe ser exclusivamente Descriptiva. No es ni necesario ni conveniente hacer esfuerzos de Posicionamiento de la oferta o del Negocio. El objetivo es presentar el emprendimiento al Mercado para que a partir de esto se activen todas las variables que por peso propio iniciarán la dinámica de la actividad general.

6.- La Publicidad debe poner énfasis en las Contribuciones del emprendimiento al Mercado: diferenciación, innovación, distinción, exclusividad, etc. Una Contribución al Mercado no se explica por lo que los actores actuales ofrecen, más bien por aquello que el emprendimiento está haciendo de forma diferente o adicional.

7.- No debe olvidarse en ningún momento que la Publicidad NO VENDE. Esta interpretación es completamente errónea y puede ser muy costosa, especialmente en este punto del desarrollo del Negocio.

La Publicidad comunica al mercado la naturaleza de la oferta y de esa manera activa una reacción en el consumidor. A partir de este punto es la ESTRATEGIA del Negocio la que debe capitalizar la medida. En muchas ocasiones se tiende a responsabilizar a la publicidad de problemas de ventas que están asociadas a las acciones generales del Negocio. La publicidad no tiene responsabilidad para perfeccionar las ventas, solamente conseguir que las posibilidades para hacerlo se incrementen como producto de un mensaje claramente transmitido al cliente.

8.- La Publicidad no responde a la función de Marketing y no es una de las herramientas más de éste. Los esfuerzos publicitarios se definen a nivel de la Estrategia y responde a ella de la misma forma que por separado lo hacen otras medidas de apoyo a las ventas incluidas en las actividades de Marketing.

Cuando la Publicidad se subordina al Marketing su desenvolvimiento puede verse afectado por el desempeño de otras actividades que contempla éste. Independientemente de cómo estén funcionando otras medidas comerciales, la Publicidad debe finalizar las tareas que le han sido encomendadas desde la Estrategia.

9.- Publicidad no es lo mismo que Propaganda.

La publicidad es una forma de comunicación comercial que intenta incrementar el consumo de un producto o servicio a través de determinados medios de comunicación. La publicidad persigue “hacer público algo” (en este caso la oferta del nuevo emprendimiento).

La propaganda es una forma de comunicación que tiene como objetivo influir en la actitud de las personas, los consumidores o el Mercado, presentando solamente un lado o aspecto de un argumento.

La propaganda se incluye como una técnica en la Publicidad cuando el propósito es tratar de comunicar al Mercado algo cuya objetividad está relacionada estrictamente con los intereses propios, pudiendo ser claramente subjetivo desde un punto de vista neutral. La propaganda es siempre una comunicación tendenciosa y en ése sentido puede calificar también a la Publicidad.

Los esfuerzos publicitarios no necesariamente recurren a la propaganda para efectivizarse, en tanto que la propaganda concluye siendo publicidad.

En la etapa de nacimiento del emprendimiento lo que se precisa es una Publicidad objetiva, descriptiva y clara con respecto a la nueva oferta que se coloca a disposición del Mercado, esto por ende descarta a la propaganda.

DATOS DEL AUTOR.-

Carlos Eduardo Nava Condarco, natural de Bolivia, reside en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, es Administrador de Empresas y Empresario. Actualmente se desempeña como Gerente de su Empresa, Consultor de Estrategia de Negocios y Desarrollo Personal, escritor y Coach de Emprendedores.

Autor del libro: “Emprender es una forma de Vida. Desarrollo de la Conciencia Emprendedora”

WEB: www.elstrategos.com

Mail: carlosnava@elstrategos.com

Facebook: Carlos Nava Condarco – El Strategos

Twitter: @NavaCondarco

Asesor y Escritor en Estrategia de Negocios, Apoyo a Emprendedores y Desarrollo Personal. www.elstrategos.com

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Comentarios (2)

Perfectamente desarrollado. Realmente son las claves de una verdadera publicidad positiva…

Saludos
Mark de Zabaleta

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Aprecio mucho tu comentario Mark.
Un gran saludo!

Carlos Nava

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