¡Hola! les saluda con el respeto y entusiasmo de siempre su amigo Gabriel Francisco.
En un articulo anterior hablábamos acerca de la Manufactura Esbelta, un sistema cuyo objetivo principal es eliminar todas las operaciones que no le agregan valor al producto o servicio y que, por consiguiente, no producen valor para el cliente.
En este contexto, quiero platicarte acerca de los tipos de desperdicios que producen un retraso o hacen que se eleven los cotos de fabricación de un producto, y por lo tanto hacen que la empresa sea menos productiva y competitiva en el mercado global.
Existen ocho tipos de desperdicios identificados; siete son propios del sistema productivo y el octavo pertenece al ámbito de los recursos humanos. Detectar y eliminar estos es necesario no sólo para mejorar la velocidad y eficiencia del servicio, sino que es necesario para reducir los costos y mejorar el margen de la empresa.
A continuación, se describen los ocho tipos básicos de desperdicios que se pueden encontrar en toda organización, con un simple ejercicio de observación podrás identificarlos en tu empresa u organización:
- Sobreproducción: Desde mi perspectiva, este es el peor de los desperdicios, ya que a menudo genera otros como transporte, movimientos e inventarios adicionales. Este se manifiesta cada vez que la producción no responde a la demanda, es decir, supone producir productos para los que no hay una necesidad por parte del cliente.
- Tiempo de esperas: Son esperas de tiempo al recibir materiales, instrucciones de trabajo, órdenes de fabricación, inspecciones, etc. que hacen que las personas y/o las máquinas estén paradas. Por ejemplo, en una oficina bancaria son tiempos de espera el tiempo que transcurre desde la solicitud de un préstamo hasta su aprobación o rechazo por el director de la oficina.
- Transporte: Corresponde a todos aquellos movimientos innecesarios para apilar, acumular, desplazar materiales… Por ejemplo, en un restaurante es un ‘transporte’ innecesario si el camarero tiene que ir a la caja para cobrar al cliente y no le puede dar el cambio en el momento o cobrarle con tarjeta de crédito.
- Procesos: Se incluyen aquellos procesos ineficientes o inútiles, pero que a menudo son aceptados como imprescindibles. Por ejemplo, el proceso de ‘check out’ de los hoteles puede resultar más tedioso de lo necesario.
- Inventario o existencias: Constituyen un conjunto de materiales o productos que se almacenan sin una necesidad inmediata. Por ejemplo, en un hospital son existencias innecesarias tener más vacunas de las estimadas como necesarias en un espacio de tiempo razonable.
- Movimientos: Son movimientos improductivos que no aportan valor al proceso; demasiado lentos o demasiado rápidos. También son posiciones o acciones innecesarias o incómodas para los trabajadores.
- Defectos: Se asocia a los costes que suponen estos defectos en el producto o el servicio: inspecciones, reparaciones, defectos, etc. Por ejemplo, en un hotel asignar una habitación para fumadores a un “no fumador” que había avisado de su condición al hacer la reserva.
- Competencias: Se asocia con la asignación de tareas a personas que bien no están capacitadas para su desempeño, o bien tienen una capacitación muy superior.
En todos los procesos y en todas las áreas existen desperdicios, por lo que debemos de trabajar conjuntamente a promover la mejora continua, enfocando nuestros esfuerzos a la identificación y eliminación de desperdicios.
Uno de las metodologías que te ayudara a minimizar estos desperdicios es la Metodología de las 5S.
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