Los dueños del progreso serán no solo los que trabajan duro, sino mayormente los que también aprendan más. De modo que, para ganar más, hay que estudiar más. Hoy día no es posible mejorar resultados solo con trabajar más duro, pero con las mismas habilidades y conocimientos en nuestro haber. Es obligatorio aprender y aplicar nuevos métodos, estrategias y técnicas si el propósito es alcanzar mayores logros económicos y de auto-realización personal.
Estamos asistiendo a una época sin precedentes en la historia de la humanidad, donde el conocimiento, y la tecnología para difundirlo, crecen en progresión geométrica y, desde luego la competencia también lo aprovecha y se prepara con el fin de llegar a más consumidores -buscando mayor participación en sus segmentos de mercado, desarrollando mejores y más rápidas formas de hacer negocios, a precios cada vez más competitivos.
El aprendizaje continuo es el equivalente al ejercicio físico de un deportista de alta competición, que necesita constantemente prepararse de la mejor manera posible para mantenerse en la cima de su especialidad. Para ponerlo en términos simples: quien se prepara mejor -y pronto aplica sus nuevos conocimientos para crecer- gana más.
Existen tres núcleos básicos para desarrollar y mantener un programa de aprendizaje continuo para mejorar: audio, lectura y aprendizaje con expertos.
1 – El Poder de Escuchar
Aparte de aprovechar mejor el tiempo de desplazamientos diarios, una excelente y práctica manera de adquirir nuevos conocimientos es escuchando audios, ya sea en Podcast, MP3, CD, etc., especialmente en la actualidad, cuando existe una amplia y variada gama de materias que literalmente convierten cualquier automóvil o vehículo de transporte público en una universidad ambulante.
Un día, al terminar de impartir un seminario de ventas de dos días en San Juan, Puerto Rico, se me acercó uno de los asistentes a comentarme que su jefe le había recomendado estudiar, al menos una vez, mi audio-libro «Secretos para Vender Profesionalmente» y, aunque al principio estaba un poco renuente a hacerlo, poco tiempo después lo compró y los escuchó, no solamente una vez, sino constantemente, durante todo un año, lo que le ayudó a aumentar sus ventas más del 50% ciento durante ese período.
2- La Alegría de Leer
Se sabe que los beneficios de la lectura son incontables, particularmente si escogemos adecuadamente los libros que han de ayudarnos en nuestro camino al éxito. Desde que Gutenberg se dio a la tarea de inventar la imprenta de tipos móviles, la lectura se universalizó y se han reproducido cientos de miles de libros de toda clase, (aunque los chinos ya la poseían desde mucho antes, pero sólo para beneficio de ellos) sin contar el afán del ser humano por transmitir desde siempre el conocimiento y sus propias experiencias, usando la escritura cuneiforme en tiempo remotos, los papiros, las reproducciones manuales de extensos textos, entre ellos La Biblia, que pacientemente elaboraban los famosos Monjes Benedictinos, incluyendo las modernas imprentas y editoriales y, desde luego, la ya muy amplia y creciente variedad de libro digitales disponibles.
Como quien dice, lo que hay es libros para leer. Pero es mejor aún saberlos escoger, pues bien decía el erudito colombiano Luis López de Mesa que si pudiéramos ahorrarnos el tiempo de lectura de un libro de pobre contenido, sabiendo qué leer con más cuidado, nuestro nivel de conocimiento sería superior. Quizá la mejor manera de seleccionar nuestras lecturas sea por medio de recomendaciones y husmeando bibliotecas diversas, incluido, claro, Internet.
Recuerdo que, en cierta ocasión, visitando una librería neoyorquina, topé con un libro cuyo título era «Los 100 Libros Imprescindibles». Dando una ojeada a su contenido, podría afirmar que se trataba de lecturas célebre a lo largo de la historia, tales como «Don Quijote de la Mancha» y otras por el estilo. Pero la verdad sea dicha, creo que cada quien está en libertad de escoger lo que quiera leer. No obstante, si nos enfocamos en el mundo de los negocios, siempre habrá algo nuevo para aprender y mejorarlos, que es finalmente lo que deseamos. Aunque esto no debería privarnos de leer, al menos en fines de semana o durante los días de descanso, otro tipo de lecturas benéficas para el espíritu y la vida cotidiana.
3- Aprender de Expertos
Asiste a seminarios, conferencias, congresos, talleres y cursos relacionados con tu campo de acción. El insigne Leonardo Da Vinci recomendaba que viviéramos como si fuéramos a morir mañana, pero que estudiáramos como si fuéramos eternos. Igualmente, pregunta a los asistentes a otros cursos qué les gustó más de lo que aprendieron. En esto no seas conformista, viaja si tienes que hacerlo y ten siempre una actitud inquieta hacia el aprendizaje permanente. Existen casos de personas que literalmente se han enriquecido, pasando de la miseria a la prosperidad, con sólo haber tomado determinado curso o seminario, de esos que cambian vidas para bien.
En síntesis, lee más selectivamente, escucha audios mientras te desplazas y acude a muchos eventos de capacitación. Invierte para ganar, sé generoso con tu propia educación, dedicando al menos el 5% de tus ingresos a prepararte para mejorar y te asombrarás con los resultados.
A propósito, si quieres comenzar a poner estas ideas desde ya en práctica, en mi página web encontrarás excelentes recursos para mejorar tus destrezas en los negocios, disponibles en audio-libro.
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