Hay un interminable trancón que formamos en nuestras mentes. Allí encontramos autos de todas las clases por imaginarse. Los autos grandes representan los pensamientos que tenemos circulando frecuentemente por nuestras mentes y los autos pequeños son aquellos pensamientos que pasan rápidamente por nuestra cabeza y luego se van. Los pensamientos definen el tamaño del auto, te encontraras con autos diminutos, medianos o colosales… ¿Cuáles son tus autos más importantes? ¿Qué transportas en ellos? ¿Qué representan para ti?
Todo el tiempo tenemos nuestra mente ocupada en algo, por allí pasan sentimientos, ideas, recuerdos, conversaciones y así no le demos mucha relevancia al asunto, la verdad es que ese “tráfico mental” es lo que determina nuestras actitudes frente a la vida. No permitas que ningún pensamiento pase por tu mente sin que antes le hayas controlado, ello no es una utopía, debes exigir el “ticket” y dejarle continuar si es algo que te aporta beneficios, de lo contrario, debes descartar todo lo que lleve consigo un equipaje de sufrimiento, dolor y desesperanza. Si tú no controlas lo que pasa por tu mente, entonces ¿quién lo hará?
Nuestro tráfico mental a veces está lleno de miserias |
Con tu vida ocurre exactamente lo que tú dejas que ocurra en tu mente. Todo depende de tus pensamientos, desconéctate de todo lo que te paraliza o te causa temor, no dudes en moverte así te estés equivocando de dirección, ser consciente de ello hará que rectifiques tu rumbo y avances más de lo que creíste.
¿Cómo es el tráfico en tu mente? ¿Tienes autopistas adecuadas? ¿A cuáles autos les das mayor cuidado? ¿En qué autos transportas tus sueños? Muchas veces los autos más grandes son los que van repletos de basura, de pensamientos fútiles e inservibles, de miedos y frustraciones mientras que, reservamos los autos diminutos para llevar nuestras metas, ilusiones, deseos y anhelos. ¿Y entonces qué pasa? Que nuestros autos pequeños no pueden sobrepasar a los grandes puesto que ellos están ocupando todos los carriles de la vía.
Tú debes convertirte en un o una sigilosa guarda que incasablemente vigila el tráfico, que saca infracciones a todo lo que sólo sirve para ocasionar daños, que no permite que las cargas importantes vayan en deteriorados vehículos al tiempo que las cargas desechables viajan en bólidos. Tu vida depende de tus pensamientos. Vives en el mundo que tu mism@ creas. Ahora la pregunta es: ¿en qué mundo quieres vivir?
Con amor…
© Lluvia
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