En 1994, John Elkington[1] acuñó el término “triple bottom line” o “triple resultado”, que plantea que las empresas pueden diseñar e implementar una relación sinérgica entre la generación de valor social, valor ambiental y valor económico, convirtiendo a la sustentabilidad en una inversión y no en un gasto. Desde una perspectiva innovadora, el Dr. Sandeep Kulshrestha, Director de la Certificación Profesional Emprendedor Social de doinGlobal, nos propone un nuevo modelo: “the quíntuple bottom line” o “el quíntuple resultado.”
El Emprendimiento Social es un nuevo fenómeno. Muchas personas sostienen que era frecuente en épocas anteriores, pero terminan dando ejemplos de filántropos y organizaciones de caridad que han producido un cambio en la vida de otras personas. Mi idea es que cualquier organización cuyo principal fin es obtener beneficios, que provoca un cambio social y brinda una nueva perspectiva a la solución de un problema al tiempo que compromete y comparte los beneficios de forma razonable con todos los involucrados, puede ser considerada un emprendimiento social empresarial.
Si prestamos atención a nuestro alrededor, podremos ver que existen las siguientes categorías de organizaciones que realizan algún tipo de trabajo social:
- Las empresas dedicadas a la Responsabilidad Social Corporativa, que la incluyen en sus presupuestos anuales.
- Las corporaciones que a su vez crean Fundaciones independientes que apoyan causas sociales, por ejemplo, la Fundación Bill y Melinda Gates, la Fundación del Dr. Reddy (en la India).
- Organizaciones internacionales como el DFID, la ONU, el Banco Mundial, entre otras.
- Las organizaciones internacionales de caridad como CARE, PATH, Action Aid, SIGHTSAVERS, etc.
- Las organizaciones no gubernamentales (ONGs) que trabajan en nivel nacional.
- Departamentos del Gobierno dedicados exclusivamente al trabajo social (por ejemplo, Ministerio de Asuntos Tribales, Ministerio de Justicia Social).
- Personas con un alto poder adquisitivo que crean sus propias fundaciones.
- Personas con un alto poder adquisitivo que colaboran a título personal.
- Grupos de autoayuda rurales y urbanos apoyados por el Gobierno, ONGs o Fundaciones y organizaciones diversas.
- Empresas sociales con ideas innovadoras y con el objetivo de lograr beneficios.
Por lo tanto, si nos fijamos en la lista anterior las empresas sociales, especialmente las de naturaleza emprendedora, son muy diferentes a otras organizaciones. En el caso de las fundaciones creadas por corporaciones, veremos que éstas tienen apoyo financiero, recursos y pueden conseguir nuevos fondos a través de su red, mientras que para un emprendedor social el desafío de hacer realidad su idea es mucho más grande. Algunos especialistas consideran que cualquier organización que realiza un trabajo social es una empresa social. Sin embargo me permito diferir con ellos debido a que el concepto de “emprendedor social” se relaciona también con las ideas y la innovación para el cambio social, por lo que cualquiera que tenga dicho objetivo, con la visión de crear un negocio rentable, es en efecto un emprendedor social.
Todos hemos escuchado sobre el concepto de “triple bottom line” o “triple resultado” en varios foros y seminarios o incluso en libros de texto. Mi tratado propone una nueva perspectiva a través del modelo del “quíntuple resultado”, que consiste en lo siguiente:
- EL SER (Self), persona o grupo de personas que tienen una idea.
- LAS PARTES INTERESADAS (Stakeholders), incluye inversores, incubadoras, patrocinadores, promotores, comunidad, gobierno.
- LA SOCIEDAD (Society) en su conjunto, que se ve asociada a los beneficios y por lo tanto genera enlaces.
- SUSTENTABILIDAD (Sustainability), para el medio ambiente.
- ESCALABILIDAD (Scale), por llevar la idea al siguiente nivel, es decir, por pasar ¡de la primera marcha a la tercera!
La siguiente ilustración pretende ayudar a clarificar estos conceptos:
En el modelo expuesto se plantea que el retorno de la inversión social (Social ROI) y la Inversión (Investment) podrían considerarse como tableros de mando que a su vez pueden ser integrados al tablero de mando general.
Como se puede ver en la ilustración, es preciso considerar una especie de “paraguas” de incubación (Umbrela of incubation) que contiene los elementos requeridos en la mayoría de las primeras etapas y en el momento de expansión de un emprendimiento social.
En cierta forma, este modelo podría contribuir en gran medida a comprender el éxito de cualquier empresa social, desde un enfoque holístico.
[1] John Elkington es una autoridad mundial en responsabilidad corporativa y desarrollo sustentable, creador del concepto “Triple Bottom Line” (valor ambiental, valor económico y valor social). Pionero y tenaz, fue uno de los primeros en investigar, concientizar y liderar la cruzada por la sustentabilidad. A través de sus compañías SustAinability y Volans influye a millones de emprendedores sociales en todo el mundo. Elkington es también autor de 17 libros con más de 1 millón de copias vendidas.
Fuente:
Dr. Sandeep Kulshrestha (India)
Director de la Certificación Profesional Emprendedor Global y Profesor del Máster en Desarrollo Emprendedor e Innovación | Universidad de Salamanca.doinGlobal™ | Comunidad Global de Experiencias de Aprendizaje
Referencias:
Especialistas en Recursos Humanos, Psicología Positiva en los Negocios, Balance Vida-Trabajo (WLF) y Gestión de Cambios. También centra su interés en el campo del Marketing Communication & Branding.
E-mail: sandeep.k@live.com