Muchas veces nos sentimos bien con nosotros mismos cuando realizamos alguna hazaña o completamos alguna actividad que nos llene de orgullo y eso realmente es fantástico, es más espero y deseo que siempre te sientas así. Lamentablemente tengo algo que contarte y es que así como tú un gran número de personas están deseando sentir lo mismo que estás sintiendo y harán lo imposible por obtener un pedazo de la sensación y quizás pensarás que porqué pienso así o porque menciono eso y te comento que es simple; actualmente vivimos en una batalla campal en el mundo de los negocios que es donde me estoy enfocando en este artículo y todos ya sabemos que la competencia sea para el mundo dependiente o el independiente es fuertísima y si no aseguras tu garantía de superación diaria tranquilamente podrías perder ese asiento en un tiempo próximo.
Espero no haberte asustado y no te culpo, cuando leí esto en el libro de Grant Cardone; “Si no eres el primero, eres el último” sentí una sensación de piel de gallina y sudor frio. Inmediatamente me puse a armar cuadros, organizar mis agendas y proyectarme en el corto, mediano y largo plazo tanto en mi vida personal como en mi vida empresarial. Realmente si nos ponemos a pensar en frío la realidad es cruda y no nos dará ningún hombro de apoyo.
Cada vez podemos observar como empresas tradicionales salen del mercado empresarial y entran nuevos jugadores a escena innovando en servicios y productos dejando de lado gran parte de las empresas de la vieja escuela. Lo mismo está sucediendo con el mundo laboral, por lo que la única manera de asegurarnos en un mediano y largo plazo es trabajando con mucha, pero mucha hambre.
Hay una frase muy conocida en el mundo de los negocios que el gran empresario Steve Jobs menciona en una conferencia con egresados de Stanford: “Mantente hambriento, mantente alocado” y tiene toda la razón, mientras cultivemos dentro de nosotros la fuerza, la creatividad, la autoconfianza, el ímpetu de superarnos, la sociabilidad y las ganas de retarnos todo el tiempo créeme que siempre tendremos un lugar en la foto del éxito.
Una idea con la cual quiero cerrar esta reflexión es mencionando que gran parte de esto que vengo comentándote viene de la ya conocida ambición, una palabra que a veces se usa de mala manera y puedo dar fe que para mí y muchas personas es y será el mejor antídoto contra la mediocridad y la escasez. La mejor forma de inyectarte de ambición sana todos los días es pensando o escribiendo todas tus metas de acá a 3 o 5 años y siempre elevando el estándar, no te conformes, siempre busca el siguiente escalón y verás resultados increíbles. Nos vemos al otro lado del miedo.