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El miedo al éxito

Puede resultar chocante, pero a lo largo de mi trayectoria profesional he comprobado cómo el miedo al éxito hace que muchas personas dejen de perseguir sus sueños y se resignen a llevar una vida mediocre que no les satisface.

“La verdad de la vida más extraña y difícil de creer, irónicamente surge del temor a nuestro propio éxito.” -Abraham Maslow

Son personas que dicen tener un sueño, un proyecto que les apasiona pero que nunca acaban de llevarlo a la práctica, lo van postergando poniendo excusas y justificando su pasividad o apatía con frases como: “Ahora no es el momento, ya lo haré cuando los niños crezcan”, “En plena crisis, seguro que no saldrá adelante”, “Mejor me busco un trabajo estable, ahorro y ya veré” o les asaltan los temores; “Y si fracaso” “Y si me equivoco” “Y si me sale mal”…

¿Qué hay detrás? ¿Un problema de autoestima, una falta de confianza en sí mismos? ¿Una falta de merecimiento?

Sea como sea, la mayoría de personas se resignan a una vida mediocre que no les satisface por ese miedo al éxito, por ese miedo a no arriesgar que les mantiene en su zona de seguridad y en una falsa sensación de control de sus vidas.

La tragedia es que también son muchas las personas que al final de sus vidas, de lo único de lo que se lamentan es de no haber arriesgado, de no haber confiado lo suficiente en sí mismas y en la vida y haber perseguido sus sueños.

La teoría del miedo al éxito

El psicólogo Abraham Maslow, conocido por su pirámide de las necesidades humanas, fue el primero en considerar que el ser humano tiene un miedo inherente que lo lleva al autosabotaje y le impide alcanzar sus sueños, resignándose con una vida mediocre que no le satisface pero que le da una falsa sensación de seguridad. Para referirse a este miedo le puso el nombre de Complejo Jonás, haciendo referencia al personaje bíblico de Jonás que intentó renunciar a la grandeza y al destino que Dios le tenía asignado.

Posteriormente, en la década de 1970, la psicóloga Martina Horner hizo referencia por primera vez al término miedo al éxito. Si bien en aquel entonces, Horner afirmaba que las mujeres tenían más miedo al éxito que los hombres porque tenían más que perder: el rechazo social, la presión familiar, el ser consideradas “menos femeninas”… todos aspectos muy relacionados con la cultura patriarcal y los estereotipos de género. Actualmente, la experiencia profesional como terapeutas y coachs nos demuestra que hombres y mujeres tienen miedo al éxito por igual.

El gran problema del miedo al éxito es que es inconsciente. De ahí que a las personas les sea difícil detectarlo y buscar solución.

Las personas acuden a la ayuda profesional por una sensación de insatisfacción, de vacío o porque no consiguen alcanzar sus sueños. En este último caso usan frases como “Por más que lo intento, nunca lo consigo” “Todo me sale mal” “Mi familia no me apoya” “Tal vez no soy lo suficientemente bueno” y, a medida que avanza el proceso de coaching, y vas confrontando a la persona con su realidad, se va poniendo de manifiesto que la persona no tiene una verdadera implicación, que no lleva a cabo las acciones necesarias para conseguir lo que desea, que posterga decisiones, que duda de sí misma,… Es en ese momento, cuando va tomando consciencia de que las limitaciones están en su mente y afloran las verdaderas causas del autosabotaje.

Las causas del miedo al éxito

Las causas que originan el miedo al éxito pueden ser varias, pero podemos agruparlas en tres grupos:

1. Falta de autoestima

Son personas que no se sienten capaces de conseguir sus objetivos, no porque no tengan los conocimientos y habilidades necesarias, sino porque no tienen la suficiente seguridad y confianza en sí mismos.

No creen en sí mismas y se consideran inferiores a los demás. Por ello, no se atreven a arriesgarse y a perseguir sus sueños. Prefieren quedarse en su zona de confort porque, aunque no estén satisfechos con sus vidas, tienen una falsa sensación de seguridad y de control.

Justifican su pasividad con frases como: “Seguro que no me saldrá bien, no es el momento adecuado”,“Hay gente más preparada que yo”…

En este grupo, también encontramos las personas perfeccionistas, aquellas que postergan el pasar a la acción con frases como “Es que todavía no estoy preparada”, “Tengo que formarme más”,… yo les denomino los “eternos estudiantes” porque siempre están formándose. O, mejor dicho, esconden o justifican detrás de esa formación continuada su miedo a emprender.

Por último, en esta categoría encontramos a las personas que tienen miedo al fracaso y al que dirán porque buscan siempre la aprobación de los demás. También son personas inseguras y con una baja autoestima que necesitan que los demás les estén aplaudiendo constantemente sus logros y, por ello, ven el fracaso no como una oportunidad de aprender y de crecer sino como una derrota. “¿Y si fracaso, ¿qué pensarán de mí?” “Seguro que ya no confiarán en mi profesionalidad” son frases que podemos escuchar en boca de estas personas.

2. Falta de merecimiento

Las personas con falta de merecimiento son aquéllas que han tenido una infancia difícil en la que han interiorizado la creencia de que no merecen ser felices y perseguir sus sueños.

No se trata sólo de que tengan una baja autoestima, de que busquen la aprobación de los demás o de que les aterre salir de su zona de confort, su miedo al éxito tiene un origen mucho más profundo que engloba a todos los aspectos de la persona que no se siente digna ni merecedora de felicidad,

Ha crecido con una creencia de no ser una persona válida que la lleva autosabotearse en las distintas facetas de su vida.

Su argumento es: “Si no soy válida y no merezco ser feliz, ¿para qué intentarlo?» Son personas que se sienten derrotadas antes de intentarlo porque la posibilidad de ser exitosas ya no entra en su esquema mental.

Si en el grupo de las personas con baja autoestima hay un un problema de confianza en uno mismo, en las personas con falta de merecimiento, encontramos un sentimiento muy arraigado que afecta a la dignidad y valía de la persona.

3. Falta de capacitación

Son personas que saben que no tienen la suficiente preparación o las habilidades necesarias para alcanzar sus objetivos. Y lo saben de una manera consciente y real, no es una justificación para postergar como en el caso de las personas con problemas de autoestima.

En este caso, estamos ante personas que han hecho un análisis de la realidad y un trabajo de autoconocimiento y han llegado a la conclusión de que la falta de determinados conocimientos y habilidades les puede impedir alcanzar el éxito.

Este supuesto es el más fácil de trabajar porque, si no va acompañado de ningún otro de los anteriores supuestos, basta con una formación o un entrenamiento en las habilidades y conocimientos necesarios que capacite a la persona para su desempeño profesional.

Si la persona sabe que su miedo al éxito o su miedo a arriesgar y emprender tiene su origen simplemente en un tema de preparación y decide formarse y capacitarse, ese miedo desaparecerá.

Cómo puede ayudarte un coach a superar el miedo al éxito

En los casos en que la persona tiene miedo al éxito por una falta de capacitación, el coach  ayudará a la persona a capacitarse ya  entrenarse en las distintas habilidades que requiera, ayudándola a diseñar un plan de trabajo, identificando y concretando los objetivos a alcanzar y las acciones a realizar para conseguirlos. Asimismo, le ayuda a realizar un inventario de sus talentos y habilidades y también de sus carencias para potenciar las primeras y desarrollar las segundas.

Cuando la causa del miedo al éxito es un problema de autoestima, el coach realiza un trabajo de empoderamiento, trabajando las creencias limitantes del cliente y dotándolo de recursos para aumentar la confianza en sí mismo, además de entrenarlo en habilidades sociales y emocionales.

Si el origen del miedo al éxito es una falta de merecimiento, el coach realiza un trabajo mucho más profundo para transformar la creencia de falta de dignidad, confrontando al cliente con ese sentimiento y acompañándolo en un proceso de crecimiento personal y de autoconocimiento que le permita recuperar su valía.

Por tanto, si tienes un sueño pero ves que lo postergas y que te pones justificaciones para no pasar a la acción, te animo a que te preguntes por qué tienes miedo al éxito, ¿qué es lo peor que podría pasar?

NOTA: Si quieres trabajar tu empoderamiento y liderazgo, no dudes en capacitarte en la formación en liderazgo profesional o concertar asesorías de coaching personalizadas en las que diseñaré el plan de capacitación que mejor se adapte a tus necesidades.

DATOS DE LA AUTORA: Begoña Serra, es española y coach tranformacional especializada en temas de liderazgo, comunicación eficaz y gestión emocional. Asesoro a directivos en el desarrollo de sus habilidades directivas y capacito a equipos de alta productividad. Conferenciante y escritora en distintos medios digitales.

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LIBROS PUBLICADOS:

Una segunda oportunidad, Ediciones Carena

¿Quién duerme a mi lado?, Bubok

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