Una tranquila semana pasó en los mercados financieros donde el receso de fin de año se hace sentir en la falta de volumen. La actual semana, la última del año, podría verse más resentida y si bien es breve, arrancó el día sábado con el anuncio de subas de tasas de interés de China (sorprendió el momento, no la suba).
El petróleo y varias bolsas del mundo marcaron máximos no vistos desde antes de la caída de Lehman Brothers, apoyadas por datos económicos alentadores de varios países. En la última ronda de publicaciones, Estados Unidos sorprendió por datos optimistas que sugieren que la actividad sigue repuntando, si bien no a un gran ritmo, pero sigue al alza, lo cual es un detalle alentador.
El euro y la libra, las peores.
La caída de ambas monedas fue relativamente moderada, aunque sirvió para poner de manifiesto que se encuentran debilitadas ya que el descenso se dio en el contexto de una suba en los mercados y de un marcado apetito por el riesgo.
El Banco Central Europeo disminuyó el ritmo de compras de títulos días atrás lo cual puede ser tomado como una caída en el nivel de tensiones en los mercados de deuda europeos. Desde que comenzó en mayo el programa, el BCE ya ha comprado más de €70.000 millones.
Las agencias calificadoras de riesgo siguen rebajando notas y colocando para potenciales bajas a los PIGS y bancos locales. Pero como ya son noticias que no sorprenden sus efectos sobre el mercado son limitados. A los PIGS se sumó Bélgica, cuyos títulos cayeron con fuerza. La diferencia es que por el momento el problema principal es de carácter político y no económico. Recién una rebaja o una fuerte advertencia a países como Francia o el Reino Unido podrían generar demasiado ruido en el mercado.
España tuvo que pagar nuevamente más por colocar deuda en el mercado, aunque en el lado positivo, los fondos ofrecidos superaron ampliamente a los de licitaciones anteriores.
China ofreció su apoyó a Europa y se mostró dispuesto a actuar. Si bien esto inicialmente ayudó al euro, por el momento son solo dichos. Una acción concreta si podría jugar a favor de la moneda europea.
En Gran Bretaña las perspectivas para el crecimiento no son las mejores y no hay mucho optimismo en torno al 2011. Aunque no hay un marcado pesimismo, siguen habiendo analistas que hablan de que el Banco de Inglaterra se vería obligado a seguir a la Reserva Federal y aumentar su programa de compras de títulos. La inflación de a poco va generando dolores de cabeza, ya que se mantiene por encima del nivel clave y el inicio del nuevo año puede no ayudar, ya que arranca con un aumento de impuestos que podría presionar aún más al alza a los precios.
La pasada semana se conoció un fuerte aumento de la deuda pública del Reino Unido en el mes de noviembre, junto con una revisión levemente bajista del PBI. Datos que no fueron positivos para la libra. También se conoció que los préstamos hipotecarios siguen en caída libre. Por otro lado, las minutas del Banco de Inglaterra no arrojaron sorpresas.
El dólar retrocede
El billete verde cerró con pérdidas en casi todos sus frentes y consiguió subir levemente frente a la libra y el euro, debilitada por el apetito por el riesgo. Los indicadores económicos de Estados Unidos siguieron mostrando señales positivas. Si bien no superaron las expectativas de mercado, no arrojaron sorpresas negativas.
En lo que respecta al mercado de divisas, contra el euro (EURUSD) el dólar mantiene su sesgo alcista en el corto plazo (bajista en gráficos) mientras el par siga cotizando en niveles inferiores a 1,33. Es probable que una caída por debajo de 1,2970 habilite un mayor descenso, aunque este escenario puede ser poco probable para esta semana.
El cruce contra la libra, (GBPUSD) alcanzó mínimos en tres meses, confirmando el quiebre de una línea de tendencia alcista importante. Recién un regreso por sobre 1,58 rompería la actual tendencia bajista. Al alza, el par cuenta con una importante resistencia además en la zona de 1,5650, mientras que a la baja, en 1,53 encontramos un soporte que de ser quebrado, habilitaría mayores bajas.
Frente al yen (USDJPY) el dólar se debilitó luego de quebrar una importante línea de tendencia alcista que venía guiando los movimientos desde los mínimos históricos. Dicho evento debilitó y ocasionó una caída en el par, por el momento la misma parece limitada producto de la suba en los rendimientos de los títulos gubernamentales y por un mayor apetito por el riesgo. Sin embargo, sacando los factores fundamentales, técnicamente el par ha perdido fuerza. Al alza, un quiebre por sobre 84,50 lo fortalecería, impulsándolo inicialmente hasta 85,00.
El yen y el aussie, las mejores
La moneda japonesa además de apreciarse frente al dólar, también lo hizo en varios de sus frentes, con ritmos moderados. Sin embargo la de mejor desempeño fue el dólar australiano, que contra el dólar logró volver al nivel de paridad, que será puesto bajo prueba en la última semana del año tras la subida de tasas en China.
El dólar de Nueva Zelanda (NZD) sorprendió por su fortaleza ya que se conocieron datos muy negativos para la economía de dicho país. Si bien inicialmente retrocedió, luego se impulsó a lo largo del mercado haciendo olvidar esa publicación.
La suba en el precio de las commodities y la debilidad mostrada por el dólar ayudaron a estas monedas a impulsarse tímidamente. El panorama a largo y mediando plazo desde el punto de vista fundamental las sigue favoreciendo, aunque el corto plazo, no está claro y el momento del mes y del año, no hace más que aumentar la incertidumbre.
La suba de tasas en China puede tener efectos limitados sobre este grupo de monedas, ya que si bien sorprendió en la fecha, era un evento esperable y fue de solo 25 puntos básicos. La inflación en el gigante asiático creció por encima de lo esperado y mientras se situé en dichos niveles, es de esperar que la tasa siga aumentando.
¿Qué hay para la semana entrante?
Será la última semana del 2010. El volumen y los recorridos son de esperar que continúen en niveles por debajo del promedio. La actividad será poca. Tanto el lunes como el viernes varios mercados permanecerán cerrados (en Estados Unidos permanecerán abiertos el viernes).
Las acciones arrancan en máximos en dos años y hasta el miércoles, se verán las reacciones iniciales de la suba de tasas en China. Es de esperar que continúen los recorridos limitados esta semana, producto de la reducción en el volumen y del cierre del año. Movimientos exagerados también se pueden dar como consecuencia de reposicionamientos y ajustes de ciertas instituciones de cara al cierre y comienzo de año.
El calendario económico está liviano para esta semana. Entre los datos más importantes de EE.UU. se encuentran el índice de precio de viviendas Case Shiller (martes) y los pedidos de desempleo e indicadores de venta de casas (jueves).