Los departamentos de marketing en las diferentes compañías, en pos de conseguir la innovación y durante las etapas de diseño de estrategias, suelen echar mano de las herramientas que brindan otras áreas, cuyo fondo es naturalmente muy diferente pero no por eso menos útil, siendo un claro ejemplo de ello el uso de los postulados de la neurología y psicología en las ventas, así como de la sociología, geometría, entre muchas otras; contándose entre esta larga lista una materia que cada vez reúne a más interesados como lo es el Coolhunting.
El Coolhunting es la persecución o anticipación a lo que posiblemente se convertirá en tendencia o moda. Sus expertos, denominados Coolhunters (caza-tendencias), son entonces personas que viajan por los distintos lugares y recopilan información, que posteriormente se convierte en “indicios” sobre los que se elaboran los pronósticos de que se valen las empresas, para ser pioneras, dar el golpe primero.
Los Coolhunter suelen trabajar de la mano con los creativos y diseñadores de estrategias empresariales puesto que, su conocimiento del entorno resulta vital para el dibujar escenarios posibles y controlar las situaciones con antelación.
El Coolhunting es un término que nace en los escenarios que comprende el diseño de modas, convirtiéndose en evidente su utilidad y el por qué de su ingreso al campo empresarial.
Empresas tan grandes como Nike, Adiddas, Zara, Coca-Cola, y muchas del sector tecnológico hacen uso de estos caza-tendencias que de seguro les son muy útiles, viéndose esto reflejado en el hecho de que innoven constantemente y sean generadores de moda y tendencias en la sociedad.
Ésta práctica ha avanzado al punto de convertirse en un programa académico dentro de algunas universidades, principalmente españolas y de algunas metrópolis latinoamericanas, para los hispanohablantes.
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