En nuestro país, dada la actual crisis El Club Marketing ESADE Alumni te invita a esta sesión. El consumo colaborativo es una gran tendencia que engloba cientos de iniciativas en todo el mundo, desde sistemas de compartir coche hasta el alquiler de habitaciones entre particulares. Se trata de aprovechar los recursos infrautilizados que poseemos, basándose en la idea de que lo importante es usar un producto, no tenerlo en propiedad. La sharing economy es la fuente de muchísimos proyectos emprendedores y corporativos, que además fomentan la sostenibilidad, al aumentar la vida útil de los productos.
Consumo Colaborativo, Economía Solidaria o Economía del Acceso son algunos de los términos utilizados para describir este movimiento donde el acceso prima frente a la propiedad. El Consumo Colaborativo se puede definir como la manera tradicional de compartir, intercambiar, prestar, alquilar y regalar redefinida a través de la tecnología moderna y las comunidades. Simple lo usas !y ya!, no tienes por qué comprarlo.
Desde hace un tiempo atrás he indagado y buscado información sobre esta idea del consumo colaborativo, convertido ya en un movimiento, que me ha hecho reflexionar y en la cual creo firmemente. Primero di con la web Collaborative consumption, que recoge información sobre esta iniciativa, a propósito del libro “What’s mine is yours: The Rise of Collaborative Consumption“; no dudé y me hice con un ejemplar. También vi la intervención de Rachel Botsman, autora del citado libro, en las conferencias TED, en las que defiende distintas formas de colaborar y compartir (el uso, la utilidad de los bienes de consumo o servicios frente a su posesión: alquilar, prestar, compartir, intercambiar en lugar de comprar, …) gracias a la tecnología y las redes que posibilita, como una nueva forma de economía más eficiente y sostenible, invitando a replantearnos y reflexionar sobre nuestros hábitos de consumo y nuestra economía:
Es aplicable a cualquier cosa, todo se puede compartir e intercambiar, una de sus máximas es «Lo importante es el acceso a algo no su posesión», lo cual significa que no tenemos por qué poseer todos un taladro, o un coche, o cualquier otra cosa, basta con que solo algunos lo posean y cedan su uso a los demás cuando ellos no lo usan a cambio de otra cosa, dinero o simplemente lo donen porque ya no lo usan.
En un principio las ventajas de esta alternativa pueden parecer puramente económicas las cuales son evidentes, pero tiene otras más importantes como son la sostenibilidad ambiental, la creación de comunidades participativas y el aprovechamiento de nuestras capacidades.
Desde el punto de vista económico, imaginad la opción del trueque, tanto de bienes y servicios, podemos conseguir algo, a cambio de algo que poseamos o sepamos hacer, o la opción de compartir coche pagando entre todos la gasolina
En cuanto a la creación de comunidades, el consumo colaborativo crea sociedades en las que prima lo personal y el bien común, la ayuda mutua, la colaboración, si necesitas algo puedes recurrir a tu comunidad.
También son claros los beneficios medioambientales, un bien que alguien no usa, si lo comparte con otros o lo intercambia, hace que no sea necesario producir otro nuevo y por lo tanto no se utilizarán recursos naturales ni energéticos. A tener en cuenta el tema de los residuos, si se alarga la vida de un producto se generara menos desechos, la reutilización es más sostenible que el reciclaje, ya que este es la última opción
Ya podemos pagar por el uso de un producto o servicio sin poseerlo en régimen de propiedad. La economía del intercambio se prepara para liderar un nuevo tipo de consumo (y oportunidad de negocio).
El consumo colaborativo permite a usuarios de todo el mundo prestarse átomos y bits bajo demanda, con lo que se aumenta el uso y utilidad de los recursos disponibles y se crean economías donde antes sólo se veía malgasto, ineficiencia u obsolescencia.
Alquilar prosperidad, en lugar de pagarla a plazos
Si el viejo marketing se centra en vender más productos (The Century of the Self de BBC lo explica), las estrategias de negocio se adaptan al nuevo comportamiento del ciudadano consumidor, cada vez más abierto a pagar por el uso bajo demanda.
La mayor madurez y ubicuidad de Internet (móviles inteligentes y tabletas, redes sociales, etc.) ha obrado el cambio de hábitos: la información en tiempo real propulsa servicios de alquiler o intercambio en contraposición a los hábitos de consumo tradicionales, basados en el endeudamiento.
- Consumo Colaborativo en español: www.consumocolaborativo.com
- Introducción al Consumo Colaborativo: https://www.scribd.com/doc/58880914/Introduccion-al-Consumo-Colaborativo
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