En la actualidad, es imposible imaginar un mundo sin tecnologías ya existentes. Ahora las tecnologías se están introduciendo cada vez más directamente en la vida de los ciudadanos. Ante nosotros está una nueva ciudad, con sistemas de alumbrado público que adaptan el nivel de iluminación a las condiciones ambientales; con cámaras de seguridad asociadas con software de análisis que pueden detectar situaciones anormales y reconocer imágenes y rostros. Los teléfonos inteligentes se han convertido en un tipo de «clave» para la ciudad, transmitiendo instantáneamente información sobre atascos, atención médica, advertencias de seguridad y noticias en millones de manos. Pero supongamos que nuestros teléfonos inteligentes están apagados y frente a nosotros está la Ciudad Inteligente.
Esta ciudad, con sensores distribuidos en diferentes partes de ella, sirve para recopilar información en tiempo real, lo que aumenta la movilidad de sus habitantes. Esta ciudad, con sistemas de iluminación pública que adaptan el nivel de iluminación a las condiciones ambientales; con cámaras de seguridad asociadas con software de análisis que pueden detectar situaciones anormales y reconocer imágenes y rostros.
Concepto y descripción de una ciudad inteligente
¿Qué es una ciudad inteligente? La ciudad inteligente es un lugar basado en la innovación y la Internet de las cosas (IoT). Se funda con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los residentes, aumentar la competitividad de las empresas y garantizar la sostenibilidad ambiental. También proporciona todos sus beneficios a los residentes de la ciudad. La ciudad inteligente utiliza sensores y tecnologías de IoT para conectar componentes en toda la ciudad para obtener datos.
Algunos conceptos de ciudades inteligentes se basan en gran medida en el uso de la tecnología; La ciudad inteligente tecnológica no es solo un concepto, sino varias combinaciones de infraestructura tecnológica que crean el concepto de una ciudad inteligente.
El Banco Interamericano de Desarrollo ve a las ciudades inteligentes como ciudades que colocan a las personas en el centro del desarrollo y la planificación, asegurando una visión sostenible y de largo plazo de las ciudades inteligentes.
– Ciudad digital: combina infraestructura orientada a servicios, servicios innovadores e infraestructura de comunicación; “Una comunidad conectada que reúne una infraestructura de banda ancha; Infraestructura de computación flexible y orientada a servicios basada en estándares de la industria abierta; y servicios innovadores para satisfacer las necesidades de los gobiernos y sus trabajadores, ciudadanos y empresas «.
El objetivo principal es crear un entorno en el que los ciudadanos estén interconectados y compartir información fácilmente en cualquier lugar de la ciudad.
– Ciudad virtual: en tales ciudades se implementan funciones en el ciberespacio; Incluye el concepto de una ciudad híbrida, que consiste en realidad con ciudadanos y entidades reales y una ciudad virtual paralela de organizaciones y personas reales. La presencia de una ciudad inteligente virtual significa que en algunas ciudades la coexistencia de estas dos realidades es posible, pero el problema de la distancia física y la ubicación todavía no es tan fácil de resolver. La visión de un mundo sin distancia todavía es insatisfactoria en muchos aspectos. En la práctica, esta idea se apoya a través de la infraestructura física de TI de los cables, centros de datos e intercambios.
– Ciudad de la información: recopila información local y la entrega a un portal público; En esta ciudad, muchos residentes pueden vivir e incluso trabajar en Internet, porque pueden recibir cualquier información a través de la infraestructura de TI, gracias a la forma en que se intercambia información entre los propios ciudadanos. Usando este enfoque, una ciudad de información puede ser un centro de la ciudad desde un punto de vista tanto económico como social; Lo más importante es la conexión entre los servicios civiles, la interacción de las personas y las instituciones gubernamentales.
– Ciudad intelectual: incluye la función de investigación o innovación tecnológica para apoyar el proceso de aprendizaje e innovación. El concepto surge en un contexto social en el que el conocimiento, el proceso educativo y la creatividad son de gran importancia, y el capital humano se considera el recurso más valioso en esta ciudad tecnológica. En particular, una de las características más importantes de una ciudad inteligente es que cada infraestructura se actualiza, lo que significa el uso de las últimas tecnologías en el campo de las tecnologías de telecomunicaciones, electrónica y mecánica. Según Komninos y Seferzi, un intento de construir una ciudad inteligente «inteligente» es más una innovación radical, en lugar de una innovación gradual debido a la gran cantidad de esfuerzos para usar las tecnologías de la información que intentan transformar la vida cotidiana.
– La ciudad omnipresente (U-city): crea un entorno que conecta a los ciudadanos con cualquier servicio a través de cualquier dispositivo. Según Anthopoulos, L. y Fitsilis, P., U-city es una extensión más del concepto de ciudad digital debido a la posibilidad de acceso a cualquier infraestructura. Esto facilita a los ciudadanos el uso de cualquier dispositivo disponible para conectarlos. Su objetivo es crear una ciudad en la que cualquier ciudadano pueda recibir cualquier servicio en cualquier lugar y en cualquier momento utilizando cualquier dispositivo. Es importante enfatizar que la ciudad omnipresente es diferente de la ciudad virtual mencionada: mientras que la ciudad virtual crea otro espacio mediante la visualización de elementos urbanos reales en el espacio virtual, la ciudad en U se define mediante chips de computadora insertados en estos elementos urbanos.
– Ciudad inteligente cognitiva: la ciudad inteligente cognitiva expande el concepto de ciudad inteligente, refiriéndose a la convergencia de las nuevas tecnologías IoT y ciudad inteligente, sus métodos de big data e inteligencia artificial generados. El aprendizaje continuo a través de la interacción humana y, por lo tanto, la implementación de comportamientos y acciones dinámicas y flexibles basadas en el entorno dinámico de la ciudad, son los componentes principales de dicha estructura.
La ciudad inteligente consta de tres componentes, el primero de los cuales es la base tecnológica, que incluye teléfonos inteligentes y otros sensores conectados por redes de comunicación de alta velocidad. El segundo es una serie de aplicaciones específicas que son herramientas que convierten los datos en alertas o mensajes. El tercer componente es de uso público.
Songdo IBD International Business District fue diseñado y construido como una «ciudad omnipresente» o «ciudad inteligente». Lo que es «omnipresente» es la tecnología, es decir, las computadoras se construyen en edificios y calles. Por ejemplo, los residentes de Songdo IBD pueden mantener videoconferencias con sus vecinos o incluso asistir a clases de forma remota. Pueden controlar la iluminación, la calefacción, el aire acondicionado y más, todo con solo tocar un botón en el panel de control. Los sensores recopilan información sobre cosas como el tráfico y el uso de la energía. Este tipo de información se puede convertir en alertas que informan a los ciudadanos cuando llega el autobús, o notifican a las autoridades cuando se comete un delito. Las tuberías de agua están diseñadas para evitar la pérdida de agua potable en duchas y baños.
Las ciudades inteligentes tienen cuatro áreas principales:
- Es sostenible: utiliza tecnologías digitales para reducir costos y optimizar el consumo de recursos para que su administración actual no ponga en peligro su uso para las generaciones futuras.
- Es inclusivo y transparente: tiene canales de comunicación directos con los ciudadanos, trabaja con datos abiertos y le permite controlar sus finanzas;
- Genera riqueza: proporciona una infraestructura adecuada para crear empleos de calidad, innovación, competitividad y crecimiento empresarial;
- Está diseñado para los ciudadanos: utiliza tecnologías digitales para mejorar la calidad de vida de las personas y un acceso rápido a servicios públicos más eficientes.
Las ciudades inteligentes deben enfocarse en mejorar los resultados para los residentes y atraer su participación activa en la configuración de los lugares que ellos llaman hogar. Esto significa que todos deben participar en una ciudad inteligente, desde el gobierno y las organizaciones no gubernamentales hasta todos los ciudadanos. Por lo tanto, todo debe estar conectado e interactuar entre sí dentro de la ciudad.
Las empresas también se beneficiarán de muchas maneras, al ver una mayor eficiencia en sus operaciones, protección de la inversión y un mejor servicio al cliente. Por ejemplo, una mejor gestión del tráfico llevará a tiempos de entrega más cortos para las empresas de logística y tiendas en línea, mientras que la iluminación inteligente puede mejorar el rendimiento en ciertas áreas al aumentar las ventas en tiendas y restaurantes locales. Mientras tanto, una mejor comunicación será una bendición para casi todas las empresas y sus empleados, lo que aumentará la eficiencia general. También es posible hacer que los datos recopilados en ciudades inteligentes sean accesibles para las empresas, aunque en este caso hay implicaciones obvias para la privacidad y la seguridad.
En resumen, las personas, los procesos y las tecnologías (PPT) son los tres principios para el éxito de una iniciativa de ciudad inteligente. Las ciudades deben explorar a sus ciudadanos y comunidades, conocer los procesos que impulsan los negocios, desarrollar políticas y objetivos para satisfacer las necesidades de los ciudadanos. Luego se pueden introducir tecnologías para satisfacer las necesidades de los ciudadanos con el fin de mejorar la calidad de vida y crear oportunidades económicas reales. Esto requiere un enfoque individual holístico que tenga en cuenta las culturas urbanas, la planificación urbana a largo plazo y las regulaciones locales.
Algunos de los elementos importantes que se integran en el concepto de ciudades inteligentes y sostenibles no solo están relacionados con la infraestructura física, como el desarrollo y uso de las TIC, es decir, gobierno electrónico y gobierno abierto, computación en la nube, big data e Internet de las cosas. Los principales objetivos son el avance hacia la convergencia tecnológica y, por lo tanto, garantizar la sostenibilidad, un mayor nivel de cohesión social, competitividad y seguridad (a diferentes niveles de seguridad humana).
Ciudad de México «ciudad inteligente»
La infraestructura de una ciudad inteligente debe ser escalable para que pueda crecer y desarrollarse para satisfacer las necesidades futuras, garantizando así la protección de los datos públicos y privados.
La transparencia, la corrupción, el desempleo, la inseguridad y las brechas educativas son algunos de los problemas éticos y sociales que la Ciudad de México debe superar para convertirse en una ciudad inteligente.
La ciudad de México, aunque no es cien por ciento inteligente, tiene varias características que la ubican en esta categoría.
Algunas de las características que hacen de la Ciudad de México una ciudad inteligente son que la participación ciudadana se está expandiendo a través de herramientas tecnológicas para brindar servicios e interactuar con el gobierno, así como un mejor transporte público y comunicaciones, señales en las ciudades, mayor seguridad pública y la difusión del concepto de IoT. Los residentes de la Ciudad de México utilizan diariamente varias aplicaciones para facilitar el movimiento por la ciudad (servicios turísticos en general, Uber, Easy, Cabify). La Ciudad de México es una de las primeras ciudades donde se introdujo un sistema de bicicletas compartidas (ecobici) para acelerar y reducir el tráfico.
Además de esto, la Ciudad de México es una de las ciudades más propicias para la creación de edificios verdes e inteligentes.
En general, una ciudad inteligente y sostenible es una ciudad innovadora que utiliza las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y otros medios para mejorar la calidad de vida, la eficiencia de las operaciones y los servicios urbanos y la competitividad, al tiempo que garantiza que satisface las necesidades de las generaciones presentes y futuras. Aspectos económicos, sociales y ambientales. Como resultado, contribuye a un ciclo beneficioso que no solo garantiza el bienestar económico y social, sino que también garantiza el uso sostenible de sus recursos para garantizar la calidad de vida a largo plazo.
En las ciudades inteligentes, las comunicaciones se utilizan, los sensores se distribuyen en todo el entorno y los sistemas de control inteligente computarizados se utilizan para resolver problemas urgentes, organizar condiciones urbanas complejas y crear respuestas que sean innovadoras y que satisfagan las necesidades de los ciudadanos. Para garantizar esta gestión eficiente y sostenible, las tecnologías de Smart City combinan y analizan grandes cantidades de datos recopilados de varias fuentes para prevenir, mitigar e incluso predecir las crisis. Estos mecanismos hacen posible brindar servicios, alertas y transformaciones a los ciudadanos de forma proactiva.
Las condiciones para que la Ciudad de México se convierta en una ciudad totalmente inteligente se dan porque sus residentes (en su mayoría) administran los datos todo el tiempo (usando Waze, Uber, pagando los servicios en línea o cambiando a una caja de efectivo virtual) a través de sus dispositivos móviles. Además, hoy desde el teléfono puedes trabajar en cualquier lugar y hacer cosas que antes eran imposibles.
Ciudad de México con el potencial de convertirse en una ciudad totalmente inteligente
En México, la comunicación es un problema que debe ser abordado. En esta nueva era, las tecnologías están acompañadas por oportunidades humanas y estatales, lo que implica la consideración de cuestiones éticas relacionadas con el uso de nuevas tecnologías.
De acuerdo con los datos encontrados en este estudio, una de las áreas más fuertes que hacen de la Ciudad de México una ciudad inteligente (o con el potencial de serlo) es su seguridad intelectual. Las siguientes son algunas de sus iniciativas exitosas:
- Sistema de gestión de tráfico e incidencias. Conocida como CAEPCCM, la ciudad tiene más de 20,000 cámaras y sensores que brindan información en cinco departamentos de control controlados por un centro común, comunicaciones, computadoras y un centro de inteligencia llamado C4. La solución incluye sensores de disparo de pistola, software de reconocimiento de números, drones de vigilancia aérea y botones de alarma de llamada de emergencia ubicados en las mismas columnas de observación.
- Sistema de control de desastres naturales. Las redes sismológicas, conocidas mundialmente como la red sísmica en el valle de México, están controladas por sismólogos. Cuando se recibe una señal en la Ciudad de México, las alarmas se activan para que los ciudadanos tengan tiempo de ir a un lugar seguro.
- El sistema de vigilancia ambiental. El sistema de monitoreo atmosférico conocido localmente SEDEMA monitorea los contaminantes atmosféricos y los niveles de radiación ultravioleta a través de una red de sensores que transmiten advertencias sanitarias a través de una aplicación llamada «aire». Esta aplicación está disponible al público.
Además, hay iniciativas en la Ciudad de México con respecto a la sostenibilidad razonable:
- ECOBICI. Este es un sistema de bicicletas compartidas que ha estado en funcionamiento desde febrero de 2010, y en los primeros cuatro años su número llegó a 146,021 usuarios. Según la Agencia de Protección Ambiental, durante los primeros tres años de operación, este sistema detuvo las emisiones de 232 toneladas de dióxido de carbono.
- Plataforma de datos. La ciudad tiene una plataforma de datos a través de la cual el equipo puede intercambiar información sobre los riesgos sistémicos no solo de los terremotos, sino también de la contaminación ambiental. Además, la tarea prioritaria del equipo fue centralizar los datos obtenidos en la composición de las delegaciones de la ciudad para analizarlos con el fin de mejorar la política estatal.
Entonces, podemos asumir que la Ciudad de México es una ciudad inteligente, aunque no al cien por cien. Él tiene todas las oportunidades para convertirse en una ciudad inteligente en los próximos años.
Las ciudades inteligentes son beneficiosas en términos de ahorro y eficiencia, pero esto también depende de la disponibilidad de marcos legales. Requieren una regulación y un equilibrio que tenga en cuenta la eficiencia y el progreso técnico sin crear problemas, como los recortes de empleos.
La Ciudad de México tiene el potencial de ser una ciudad inteligente, incluso más que otras ciudades, ya que casi el 50% de su población tiene menos de 25 años. México es una cultura en desarrollo y en crecimiento. Hay tecnología, pero el deseo también es necesario.
Según KNX México, una asociación que promueve sistemas de automatización y control en hogares y edificios, la Ciudad de México tiene el mayor número de edificios, casas, aeropuertos y estadios que utilizan sistemas de control inteligente en toda la República de México. Este tipo de tecnología ha recibido un buen reconocimiento. Por lo tanto, puedo decir que los mexicanos están listos para aceptar y adaptarse a las necesidades de las nuevas tecnologías y hacer que la ciudad sea completamente inteligente.
Por lo tanto, la tarea del gobierno y las empresas es facilitar el acceso a Internet, mejorar muchas actividades en la Ciudad de México, porque la lectura de los datos de uso de la aplicación crea datos de la vida diaria para desarrollar procedimientos de respuesta y mejorar muchas tareas diarias.
Por otro lado, ser una ciudad inteligente o convertirse en una es un negocio que genera ingresos de hasta 100,000 millones de dólares.
El proceso de creación de una ciudad más inteligente da resultados efectivos y medibles que los residentes pueden seguir, así como también aquellos que visitan la ciudad.
Aunque es importante, la tecnología es solo una herramienta que debe combinarse con el proceso de planificación y gestión. El uso de las TIC debe generar cambios en la práctica, considerar la retroalimentación en la planificación, pasar a una solución creativa, agregar valor a la infraestructura existente y mejorar los indicadores de rendimiento.
Es necesario planificar a largo plazo para que las ciudades sean competitivas, utilicen sus recursos y garanticen una mejor calidad de vida para sus ciudadanos.
Lista de fuentes utilizadas:
- Cámara de Comercio de la Ciudad de México [Recurso electronico] – www.ccmexico.com.mx
- Bouskela, Mauricio; Casseb, Márcia; Bassi, Silvia; De Luca, Cristina; Facchina, Marcelo. The Road toward Smart Cities: Migrating from Traditional City Management to the Smart City. IDB July 2016. p. 16-17
- KNX México [Recurso electronico] – https://www2.knx.org/mx/KNX-Mexico/index.php
- Peijun Liao, Sharlene Yu, Y-Feng Chen, Pearl Wright, Lin Long, Josie Rae. Smart City X Industry 4.0: Sucess Story. Advantech Co., Ltd, Taipei, Taiwan 2017. p. 70-74
- Anthopoulos, L., Fitsilis, P. Smart Cities and their roles in city competition: Classification. International Journal of Electronic Government Research 2014. p. 67-69
- Gobierno de la Ciudad de México [Recurso electronico] – https://www.cdmx.gob.mx/
- Renata Paola Dameri, Camille Rosenthal-Sabroux; Springer. Smart City: How to Create Public and Economic Value with High Technology in Urban Space. June 2014. p. 5-9
- Digital Nations – Smart Cities, Innovation, and Sustainability; Arpan Kumar Kar, P. Vigneswara Ilavarasan, et. al.; Springer, November 2017. p. 85-89
- T. M. Vinod Kumar. Smart Economy in Smart Cities. Springer, 25 August 2016. p. 10-19
- Schahram Dustdar, Stefan Nastić, Ognjen Šćekić. Smart Cities: The Internet of Things, People and Systems. Springer, May 2017. p. 75-85
Acerca del autor: Escrito por Moreno Beltrán Arturo de Jesús.