El empresario del siglo XXI, unido al trepidante avance tecnológico, y a las circunstancias económicas se ve envuelto en un mar de disyuntivas, de las decisiones acertadas y del buen uso de las armas tecnológicas depende su éxito.
Hoy día debemos tener muy presente que no podemos olvidar que tanto los ordenadores, como los programas de nuestra empresa, harán lo que les digamos, sea bueno, malo o inútil. Además, su precio se reduce constantemente, lo que implica que cada día están más al alcance de cualquiera, de esta manera, la tecnología se ha convertido en una “commodity”, que ya no te diferencia de tu competencia.
Por tanto hay que tener en cuenta que hoy en día y cada vez más en el futuro, la incorporación de la tecnología en nuestra empresa es imprescindible, pero solo una buena implementación, que persiga unos objetivos concretos y que son función de cada empresa, nos asegurará un buen resultado. Por las prisas de implantar un nuevo sistema no caigamos en el error de copiar lo que a otros les funciona, porque puede ser una pérdida de esfuerzos y de tiempo. Un sistema de multiconferencias puede ser determinante en nuestro éxito emprendedor o una simple arma a la que no le hemos sacado partido por no tener personal cualificado para gestionarla.
Y qué decir de las nuevas formas de Marketing aplicadas que apoyan y le dan un abanico increíble de posibilidades al empresario emprendedor. El e-marketing le gana la partida al tradicional. Aun así, conviven y se dan cobertura la una a la otra. Eso sí, un personal bien formado siempre significará el éxito en el desarrollo sostenible del proyecto empresarial.