¿Sabías que el 80 % de los nuevos empleos no se ofertan en portales de trabajo?
Entonces ¿Cómo tener acceso a ellos?
Tener contactos es necesario para moverse en el mundo laboral.
Una forma eficaz de conseguirlos, es asistiendo a cursos o seminarios. En estos eventos tienes la oportunidad de conocer a las personas que están a tu alrededor.
Puedes saber qué hacen, evaluar cómo puedes participar dentro de su negocio y lo que puedes aprender de ellos.
A mí, me ha ayudado bastante.
Me ha permitido conocer nuevos proveedores y empresas con quienes colaborar. De esta manera he llegado a nuevos clientes, haciendo nuevas alianzas.
Precisamente, esto fue lo que me sucedió en un seminario al que asistí y es lo que voy a relatarte hoy.
Cómo obtuve valiosas tarjetas de contacto durante el seminario
Se trataba de un seminario de 3 días, en el que participábamos 100 personas.
Dentro del mismo se desarrollaron varias dinámicas, se formulaban preguntas interesantes y hubo momentos de refrigerio como el almuerzo, en los que tuve la oportunidad de conocer y relacionarme con empresarios y emprendedores de diferentes nichos de mercado.
A raíz de eso, pensé “Aquí hay varias personas a las que les puede interesar lo que yo hago”.
Me puse en acción con un objetivo en mente.
Con este pensamiento me puse en marcha y mantuve en ese momento, varias conversaciones interesantes. Al final del día me encontré con 20 tarjetas de presentación, que habíamos intercambiado con los asistentes. Las analicé detenidamente, y al final me quedé con 5.
Te preguntarás “¿Por qué las otras 15 fueron descartadas?”
En primer lugar, esas 15 tarjetas no entraban dentro del perfil de cliente con el que me he acostumbrado a trabajar.
Si es verdad, que en este grupo de 15 había varios clientes, a los que les hacía falta organización dentro de su negocio y en eso yo podía serles de mucha utilidad.
Pero se encontraban en una incongruencia, en la que yo ya no podía ayudarlos.
Utilicé el poder de la observación y la atención.
Para mi gran fortuna, soy alguien que recuerda las conversaciones y eso me permitió escribir detrás de las tarjetas lo que me llamaba la atención. Esta acción fue la determinó la selección de las 5 finales.
Una decisión de la cual no me arrepiento, porque con cada uno de esos contactos restantes ¡Tuve comunicaciones posteriores que me llevaron a hacer nuevos negocios!
Al día siguiente, en la segunda jornada del seminario, cambié mi estrategia de comunicación y me enfoqué en escuchar más en detalle a que se dedicaban y en qué podía ayudarlos.
Ese día reuní 5 tarjetas más y al acabarse el seminario el total ascendió a 13 tarjetas.
¿Pude haber recolectado más?
Por supuesto que sí, sin embargo, no era el objetivo.
Mi objetivo era reunir tarjetas de contacto, que a futuro me pudieran ser de gran utilidad.
El poder de un minuto de conversación.
Durante el seminario me acerqué al facilitador para en principio, preguntarle acerca de un tema de los que había expuesto dentro de la charla. Mientras transcurría su presentación, tuve la oportunidad de exponerle lo que yo hacía, a que me dedicaba.
Ese minuto de conversación, trajo como consecuencia que me invitaran a una reunión en donde yo podría explicar mejor y en detalle a que me dedico.
¡Yo estaba Super Feliz por la oportunidad de asistir!
Me emocioné mucho y agradecí que me tuvieran en cuenta.
¡Llegó el día de la reunión! Y…
No. Pensándolo bien ahora no te lo voy a contar.
Voy a relatarte todo lo acontecido ese día con detalle en el próximo artículo.
¡Vale la pena!
Entonces, sigamos. Se terminó el seminario. Evalué toda la información recibida ese fin de semana, analicé los contactos obtenidos y me propuse hacerle el seguimiento a cada uno y ampliar más en detalle lo que me había llamado la atención.
Esas valiosas tarjetas contenían toda la información necesaria, logos visibles, el nombre de la persona a quien contactar, y estaban realizadas en un material resistible y de fácil escritura, por lo que me resultaron prácticas para escribir (¿Recuerdas mis anotaciones al dorso?)
Luego de considerar estos detalles y algunos más, me puse en contacto con estas personas y pude descubrir más datos que me fueron útiles, para poder establecer algunas alianzas a corto y a largo plazo.
Y aquí entra la importancia de hacer un buen seguimiento.
Sea cual sea tu tipo de negocio, si no lo haces, nunca vas a descubrir si ese cliente podría haber sido tu mejor aliado.
Precisamente, es el error que muchas veces cometes.
En ocasiones, posees una base de datos de clientes que se han interesado en ti y ¡No les haces el debido seguimiento para saber que más necesita y que le puedes tú ofrecer!
Ten siempre presente
Hacer un buen seguimiento convierte a tus clientes ocasionales en felices clientes fieles a tu marca.
Recuerda lo que comentábamos en mi artículo anterior: un cliente satisfecho, que se sintió escuchado e interesante, provoca un efecto viral de recomendaciones positivas para tu negocio.
Si, por ejemplo, estás desarrollando un nuevo producto, va a ser tu cliente quien te dé la información valiosa que necesitas.
Hacer un correcto seguimiento debe volverse primordial en el Servicio al Cliente de tu negocio.
De esta forma es como te puedes convertir en un referente dentro de tu sector.
El dar seguimiento no hace solamente que te diferencies de entre tu competencia, sino que además construyes una comunidad, que en algún momento puede serte de gran ayuda.
La próxima vez que asistas a un seminario y hagas Networking, asegúrate de escoger tus piezas clave.
«No dispares al mundo, apunta al pato» Franck Scipion.
¿Y tú? ¿Qué estrategia usas para captar nuevos clientes? Coméntame al pie de este artículo, sabes que me encantará leer tus comentarios.
Comparte este artículo con tus amigos y colegas, les será de mucha utilidad.
Hasta la próxima.
Acerca del autor: Mi nombre es Claudia Buitrago, y soy Coach de Emprendedores.
Escribo sobre la temática en el blog de mi sitio web www.claudiabuitrago.com