Los montes y cordilleras españolas proporcionan el mejor entorno para la producción de productos ibéricos. Hacemos buen uso de estos recursos que nos da la madre naturaleza mezclándolos con nuestra trayectoria, innovadora tecnología y rigurosos controles de salud. Todo esto, junto con la experiencia adquirida por el trabajo de cuatro generaciones de la familia Martin, dan como resultado exquisitos productos cárnicos, listos para su disfrute.
España es el único productor de ibérico de bellota en el mundo. Este tipo de jamón hecho a partir de los cerdos se remonta a los tiempos más antiguos de la Península Ibérica. La marca de distinción de su raza son sus pezuñas oscuras, de ahí que se les llame cerdos de pata negra. Se trata de cerdos muy especiales porque sus cuerpos son capaces de almacenar más grasa que los cerdos normales blancos. Esto permite que la carne se pueda curar más tiempo y se traduce en un jamón que es rico en sabor y presenta una fusión singular en su textura en la boca. El sabor es comparable al del vino con sus amplias notas y matices complejos. Este artículo le ayudará a distinguir el Jamón ibérico de otros jamones.
El jamón de conserva envasado y el jamón ibérico de bellota son totalmente diferentes el uno del otro. El primero constituye jamón enlatado, procedente de los cerdos normales que se mantienen en corrales, mientras que los cerdos que producen Jamón ibérico son una raza especial con un distintivo negro en sus patas, capaces de almacenar más grasa que el cerdo blanco habitual. Su sabor y textura son muy diferentes. Por otro lado, el jamón en conserva se puede cocinar, pero el Jamón ibérico de bellota no debe ser cocido; se disfruta al natural, tal y como es.
El Jamón ibérico está lleno de nutrientes que son beneficiosos para nuestro cuerpo, tales como el ácido oleico, que es un ácido graso esencial. Las conservas de jamón en cambio, se hacen a partir de carne procesada de los cerdos que han sido artificialmente criados y alimentados con granos. El jamón en conserva también puede contener una gran cantidad de conservantes y colesterol, nocivo para nuestra salud. El jamón ibérico, sin embargo, posee un tipo diferente de sabor y textura que no se parece a ningún otro jamón y está lleno de complejidades como el vino fino. El jamón enlatado o en conserva es considerado como el desayuno; un simple aperitivo ordinario que se puede disfrutar todos los días porque es barato. El Jamón ibérico, por el contrario, es un tipo de jamón especial y muy exclusivo, de precio más elevado, aunque no por ello menos codiciado por muchos.
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