Hola, aquí Daniel Gaona.
Hoy quiero hablarte sobre esta experiencia que seguramente te ha sucedido…
¿Te ha pasado que de pronto experimentas situaciones que sabes que no es lo que quieres?
Te pasan cosas que sabes que no estás a gusto, vas a lugares que no te sientan bien del todo, escuchas música que no te gusta, tus amigos te invitan a lugares que sabes que no te van a gustar y así podría seguir listando más y más ejemplos… pero creo que sabes hacia donde voy.
La frustración se hace presente, si tú eres como yo, quizás lo experimentes como una presión en el pecho y a veces garganta, donde no fluyen bien ni siquiera las palabras para poder expresar claramente lo que sientes y de contarlo a tus amistades, quien sabe… quizás hasta termine peor.
Por mucho tiempo me he sentido de esa manera… no sabiendo qué hacer exactamente; tenía perfectamente claro que es lo que no quería, pero no era claro para mí qué sí es lo que quería experimentar.
Ya antes había escuchado sobre las teorías de que donde te enfoques eso crecerá, pero mi mente decía:
- Ajá, claaaaaaaroo, pensando bonito y bien, seguramente las cosas aparecerán como así.
- Quien dijo eso no sabe por lo que estoy pasando
- Para esa persona todo fue mucho más fácil que para mí
La lista puede continuar. Pero el punto aquí es que de manera inconsciente… ¡era verdad la afirmación de lo que se dice sobre la atención!
Si es posible para ti, lee en este mismo momento las tres declaraciones que escribí anteriormente y verás que mi atención estaba totalmente centrada en el “no quiero” o en la parte negativa de todo.
Con esto tampoco estoy diciendo que sea un cambio radical de un día para otro, pero sí te puedo decir que algo bueno sale de todo esto.
¿Quieres saber qué es?
La parte buena de todo esto es que… Tu atención efectivamente magnifica las cosas. Efectivamente para mí no cabía una sola pizca de duda sobre por qué mi situación era complicada o la peor entre todas las personas.
No cabía una pizca de duda de que para otros fue más fácil, no había duda de que me sentía frustrado.
Observa cuánta certeza ya había dentro de mí. La certeza y la seguridad ya existen, de hecho no se pueden ir a ningún lado.
Incluso las personas que se declaran a sí mismas dudosas… están seguras de que dudan, de lo contrario no lo harían.
La certeza y la seguridad simple y sencillamente no pueden no existir, lo que pasa es que las has estado usando al revés.
Tomar consciencia de esto ayuda tremendamente dado que esto te da algo muy poderoso… te da control sobre cómo actuar y sentirte. Y es esto precisamente lo que tienes que comenzar a tener si lo que buscas es abundancia en tu vida.
Con control puedes definir… comienza por definir qué sí te gustaría hacer, ir, hablar… invierte tiempo en ti, que después de todo, tú eres la única persona con la que estarás el resto de tu vida. ¿O no es así?