Luego de asistir a una conferencia en la que el ponente sugería –de hecho tal sugerencia representaba la idea central de la misma-, el que las marcas o empresas debían preocuparse por contar al cliente el quiénes eran, cuál era su visión, misión, y demás cosas; que analicé un poco, trasladando a un escenario imaginario lo que proponía el conferencista y me encontré con una que otra contradicción, que esbozaré por medio de los siguientes tópicos:
- El cliente no siempre tiene tiempo para oírnos, habitualmente está de afán: El que sean muchas las empresas que desean hablarle al cliente contemporáneo, limita el tiempo con que contamos para cautivarle. No lo perdamos hablándole de nosotros.
- El cliente lo que desea es ser escuchado: El consumidor quiere tener un lugar protagónico y ese lugar que las empresas se deben encargar de darle.
- La importancia de la comunicación empresa-audiencia- reside en el saber escuchar: Es la conclusión a la que se llega luego de leer en tópico anterior y considero menester el resaltarla, debido a que debe quedar claro, que la mayor parte de las veces se hace más escuchado que hablando.
- Lo referente a imagen corporativa, es un formalismo del que en la actualidad muy pocos consumidores se fían, se podría decir inclusive que no les importa: Lo digo porque en determinado momento de la interacción vamos a tener un momento para hablar, y lo recomendable no es hacerlo tan plano como se dibuja en la imagen corporativa, sino como una conversación poco formal, en la que el consumidor siente que está hablando con un amigo.
Así pues las cosas, amable lector, lo sugerido con las presentes palabras es estudiar concienzudamente el si es necesario utilizar el marketing, para dirigir la interacción hacia el quiénes somos, o el caso contrario, para escuchar y saber quién es el cliente.