Si hablásemos de empresarios que se quedan en el pasado considerando que lo único que su producto puede ofrecer es la satisfacción de la necesidad básica para que se elabora, ignorantes e incrédulos de todo ese universo de posibilidades y ventajas que ofrece la inclusión de la valor agregado o el diseño de propuesta de valor; los ejemplos serían numerosos. Empero, y aún en medio de tan lúgubre escenario, existen irreverentes que son capaces de hacer de un producto, independientemente de sus características, algo sumamente innovador y generador de valor; tal como lo han hecho los miembros de Refisal.
Así es amable lector, existen seres virtuosos al punto de lograr que la sal, un producto que hasta hace poco era empacada en sacos y vendida al granel, se convirtiese en uno de los más innovadores y exitosos del mercado de los víveres. Nuestros amigos de Refisal son claro ejemplo de ello y han hecho de algo tan común y simple como la sal, un generador de valor.
Sal de Alta pureza, dietética, Line, Saborizada (Finas hierbas, pimienta, Salimón, Salpicante, ajo) Sal Parrillera, Sal Marina, entre otras; resultan siendo las innovaciones que representan la evidencia de todo lo que se puede hacer con un producto tan sencillo en apariencia como la sal.
El realizar cambios en un producto para permitir su consumo a determinados nichos de mercado produce la generalización del mismo, expresado en otras palabras: Una envidiable amplitud del mercado objetivo. Los competidores de Refisal son pocos y se han quedado con el pensamiento, rasgo característico, de los empresarios descritos en el párrafo introductorio y permiten a los innovadores hacerse con una gran parte de la torta.
Son muchos los productos que siguen siendo commodities y es ésta la oportunidad amable lector, emprendedor y empresario; de analizar bien el escenario y encontrar o generar propuestas de valor que conviertan a ese producto que hasta ahora sólo satisface las necesidades básicas; en algo similar o mejor a eso que significa hoy Refisal.