En la mayoría de las ocasiones nos planteamos la duda sobre cuáles serían los requisitos y actitudes que debe poseer un líder para conseguir cumplir sus objetivos como productividad o relaciones laborales en lo que se refiere a la actividad de su negocio, y a pesar de que son cualidades obligadas e imprescindibles, muchos optan por omitirlas e implantar sus propios “regímenes” de trabajo, perjudicando en mayor medida al rendimiento y estado anímico de sus empleados.
Si lo que buscamos es crear una figura responsable, firme y competente no debemos descuidar las siguientes facultades, desarrollarlas lo máximo posible ya que como todos sabemos, a veces debemos asumir un papel ficticio y más profesional que en cualquier otro plano de nuestra vida.
Responsabilidad
Podríamos asegurar que si no mantenemos una actitud responsable hacia nuestros cometidos y relaciones, el futuro de nuestro negocio se tambaleará por muchos costados. Asumir el papel de líder no es fácil pero con voluntad todo es posible, recuerda que te encuentras al timón de tu barco, y si éste escoge la dirección equivocada arrastrará consigo a todos los componentes de tu proyecto, incluido tú.
Es por esto por lo que debemos adoptar una posición responsable y profesional, tanto en los negocios que tratemos como en las relaciones que entablemos. Tus trabajadores verán en ti un modelo a seguir, por lo que cumplir los plazos previstos y llevar a cabo acciones previamente acordadas aumentará el respeto y admiración que poseen hacia ti. Tu trabajo y tus decisiones nunca debes descuidarlas, sino el trabajador que las tenga que realizar asumirá un rol en la empresa que no le corresponde, y dispondrá de un volumen de trabajo excesivo que seguramente afectará a su rendimiento.
Productividad y efectividad
Conseguir que nuestra plantilla cumpla con sus cometidos es cuestión de apoyo y motivación. Además de poseer los conocimientos necesarios, un empleado siempre busca un patrón de trabajo que le permita realizar sus tareas de una forma más rápida, sea efectiva o no. Nosotros tenemos que conseguir que esta rapidez no se convierta en dejadez y despreocupación, por lo que mantener una constante vigilancia y apoyo sobre las ventas, negociaciones o actividades que se realizan, te permitirá observar y solventar posibles fallos o descuidos con el fín de mejorar la productividad.
Imagen
Este aspecto es fundamental, tanto para transmitir una imagen de seriedad a tus clientes como para ofrecer un patrón a seguir por tus empleados. Descuidar la imagen transmite dejadez y poca seriedad, por lo que exigir un mínimo código de vestimenta entre tu plantilla es uno de los requisitos imprescindibles para ofrecer una buena imagen corporativa.
Estas son algunas de las condiciones que debemos asumir como líderes de nuestra empresa si pretendemos que siga en marcha; mantener un buen trato y ambiente entre nuestros clientes/empleados, vigilar todas las tareas que se efectúan y ofrecer una imagen corporativa adecuada entre otros, permitirá que tu negocio continúe evolucionando y generando beneficios.