Hola, aquí Daniel Gaona.
En el artículo anterior hablé sobre el no dejar fluir las cosas puede detener la llegada de nuevas cosas en tu vida y hoy quiero reiterar este punto con otro ejemplo de lo que he vivido en carne propia.
Como ya te dije antes, luego de renunciar a mi empleo, me di a la tarea de estudiar negocios por Internet, pero te mentiría si te dijera que todo fue pan comido de ese encones en adelante.
La verdad es que me tomo mucho tiempo, dinero y esfuerzo el darme cuenta cómo hacer las cosas de la manera correcta.
Principalmente mi problema era este:
No quería gastar en nada.
Yo veía que ya comenzaban a salir los primeros coaches para enseñar cómo acelerar el camino hacia el dinero en Internet. Pero por mi mente pasaban pensamientos como:
- ¡Bah!, no lo necesito
- Seguro solo quiere tomarme el pelo
- Cobra demasiado, puedo hacerlo yo solo
- Etc.
En su lugar, me compraba cosas “baratas” para aprender, cursos baratos, plugins que hacían demasiadas cosas en mi sitio web y prácticamente lo dejarían deslumbrante ante las visitas, etc.
Y cuando voltee a ver ¡pum!, ya había gastado una cantidad considerable en baratijas que terminé no usando para nada.
Fue entonces cuando recordé de nuevo aquella frase que me hizo cambiar de parecer al renunciar a mi antiguo empleo:
Cuando te aferras a algo en lugar de permitir que se mueva a través de ti, detienes el flujo.
En esta ocasión aferrarme a mi dinero por no gastarlo fue lo que me tenía en tal condición.
Con toda la humildad del mundo me acerqué a un mentor de negocios por Internet y le expuse mi caso… el resto es historia.
Si bien no todo ha sido miel sobre hojuelas, tampoco fue algo imposible; requirió de esfuerzo y dedicación, como cualquier cosa que valga la pena en la vida.