Hay mucho escrito y dicho sobre cualidades de las personas exitosas, es decir aquellas que efectivamente alcanzan los objetivos que se proponen (en el ámbito que fuese). Sin embargo, por muy extenso que sea lo dicho, nunca peca por exceso.
A toda persona interesada en desarrollarse, mejorar su perfil profesional y alcanzar sus objetivos, el conocimiento de estos temas siempre le es de ayuda.
Éstas son 25 cualidades que comparten las personas exitosas:
1.- Hacen las cosas con pasión.-
No es que estas personas hagan aquello que les gusta, o amen lo que hacen. En realidad trascienden estos límites e imprimen pasión en todo lo que realizan.
Abordan las cosas con un sentimiento vehemente, capaz de dominar la voluntad y perturbar la razón.
¡Esto es pasión!
Y la vertiente más importante de la pasión por aquello que hacen es justamente la “capacidad que tiene de dominar la voluntad”. A partir de ello, las personas exitosas avanzan sin pausa a sus objetivos.
Ahora bien, la pasión no se activa como cualquier tarea. Es consecuencia de un proceso emocional que parte de hallar contento en lo que se hace, amar progresivamente la tarea, y alcanzar luego la ebullición.
2.- Trabajan muy duro.-
Esto no es novedad.
Y posiblemente pueda terminar como una verdad de Perogrullo si no se matiza un poco. Porque finalmente todos pueden suponer que “trabajan muy duro”, o argumentar que existen trabajos que demandan intenso sacrificio (especialmente físico) y sin embargo no producen resultados “extraordinarios”.
Trabajar duro quiere decir, primero, hacerlo con mayor intensidad que los demás, especialmente aquellos con quienes se compite. En segundo lugar, significa sacrificar muchas cosas de valor (ocio, querencias, aficiones, relaciones, etc.), en aras de los objetivos principales. Y en tercer lugar, el trabajo duro debe hacerse de forma inteligente, porque solo así es efectivo y auto-sostenible.
Luego, no es sencillo “trabajar duro”. Por eso es algo que distingue a estas personas.
3.-Son personas muy persistentes.-
Están comprometidas con los objetivos que buscan. No miran a derecha o izquierda, y mucho menos atrás. Solo hay una ruta, la que lleva al objetivo. Cuando las cosas se configuran de esta forma, la persistencia se convierte en un efecto natural. Es una repetición permanente de actitudes y tareas, enfocadas en algo particular.
Todas las personas realizan varias cosas cada día de su vida, enfocan energía y atención en muchas tareas. Son como un bombillo de luz que ilumina un amplio espacio. Las personas exitosas, en cambio, concentran su atención y energía en las tareas que los pueden conducir a su objetivo, y repiten esto una y otra vez, por eso se vuelven persistentes. No atienden muchas cosas, son como un haz de luz concentrado que ilumina específicamente aquello que desea.
4.-Son Iconoclastas.-
No reconocen la autoridad de normas, guías o maestros. Se independizan de ellas apenas alcanzan el “nivel de crucero” en el vuelo que toman a sus objetivos.
Esta es una particularidad muy importante. Las personas que desean alcanzar éxito en sus vidas deben entender temprano el valor del desapego. Las motivaciones deben ser internas, las orientaciones externas tienen que trabajar con el “giroscopio personal” que siempre acomoda las cosas “hacia adentro”.
Ahora bien, no reconocer autoridad no quiere decir que actúen de forma ilegal o poco ética. Y no reconocer guías o maestros no significa que desprecien su valor. En realidad se trata de no ser un seguidor o discípulo permanente, más bien un líder con senda propia, una autoridad por derecho. Un rebelde en el sentido sano del concepto. Alguien que aprende cada día, pero que cada día también enseña algo a los demás.
5.- Son astutas.-
Esta no es una referencia a inteligencia o experiencia. Astuta es una persona hábil para engañar o evitar el engaño, alguien con capacidad para lograr un fin de manera artificiosa, por medio de un ardid.
Habrá que precisar nuevamente que esto no tiene por qué estar reñido con lo moral, simplemente es un requisito de las tareas que conducen al éxito. No se puede competir en un escenario lleno de personas astutas, sin tener a la vez, un mínimo de astucia para hacer las cosas.
Hay algo muy interesante respecto a la astucia: no es sencillo desarrollarla. Es más complicado que alcanzar conocimientos u otras destrezas. Ser astuto no es fácil, y activar ésta habilidad en escenarios que no trasciendan lo éticamente aceptable es más complejo.
6.- Son creativas.-
Sus procesos mentales operan fuera de los estándares establecidos, lejos de los convencionalismos o las cosas generalmente aceptadas.
Trabajan en zonas desconocidas. Allí opera siempre la creatividad y, en menor medida, la innovación. Se “crea” precisamente lo que no existe. Por ello las personas exitosas son Iconoclastas. Tienen una sana rebeldía respecto a lo establecido y aceptado.
Las personas creativas están convencidas que existe siempre un camino, una solución, una alternativa. Y están seguras de ello posiblemente por una razón tan ingenua como poderosa: saben que si ése camino no existe aún, entonces deberán crearlo.
7.- Entrenan intensamente sus destrezas en las técnicas que les sean precisas.-
Cualquiera que fuera el área de trabajo en la que esté involucrada, la persona que desea alcanzar sus objetivos exitosamente, debe dominar las técnicas relacionadas con su oficio. Siempre existe alguna. No se trata, posiblemente, de conceptos o paradigmas intelectuales, más bien algún mecanismo, una plataforma, un medio u otro recurso que se necesita dominar.
Muchos eluden la molestia de dominar alguna técnica necesaria para alcanzar lo que se proponen. Delegan o contratan externamente ésos conocimientos y así generan dependencia, sin optimizar el rendimiento.
Las personas exitosas abordan sin temores ni complejos las tareas para conocer las técnicas que les ayuden a llegar a sus objetivos. Y las llegan a dominar como el mejor especialista.
8.- Valoran la excelencia.-
La excelencia es una consecuencia del amor, en éste caso de la pasión con que estas personas exitosas hacen las cosas. ¡Simple! Si existe pasión, el amor está involucrado, y como un efecto natural emergerá la excelencia en lo que se hace.
9.- Tienen visión, son visionarias.-
Las personas exitosas trabajan con el tiempo a su favor, y consiguen esto actuando siempre en consideración del largo plazo. Echan anclas de su visión a 5, 7, 10 años en el futuro. No consideran objetivos que se materialicen de forma inmediata, y así consiguen, por defecto, que los objetivos que se plantean se cumplan.
El tiempo, por otra parte, anula buena parte de la competencia, puesto que no son muchas las personas u organizaciones que trabajan cómodamente en el largo plazo. Las presiones por los resultados inmediatos cobran víctimas en la mayoría de las personas y negocios. Éste es otro motivo para anclar la visión del desempeño en el largo plazo.
10.- Son líderes.-
Nunca seguidores.
Crean y comandan procesos, por esto se los identifica como Iconoclastas y creativos. Las personas exitosas nunca forman parte del rebaño, porque éste último es la expresión concreta de la mediocridad. Y la mediocridad se ubica siempre en las antípodas del éxito.
11.- Son intuitivas.-
Utilizan de forma holística los dos hemisferios del cerebro. Racionalizan para la gestión de recursos, evaluación de objetivos y solución de problemas, en tanto aplican inteligencia emocional para las interacciones personales.
La seguridad que tienen en sí mismos, la pasión que sienten por lo que hacen y su conocimiento, les permite comprender al instante las cosas que pasan, e incluso aquellas que sucederán adelante. Esto es intuición en su forma más pura. Y mientras ello sigue siendo un misterio para las mentes mediocres, para las personas exitosas es solo una manifestación del enfoque que tienen en todo lo que hacen.
12.- Son decisivas.-
No es lo mismo ser decisivo o ser decidido. Las personas “decisivas” son aquellas que determinan el curso de las cosas por efecto de las decisiones que toman en el momento oportuno. No se trata solo de decidir, es importante hacerlo, además, en el momento preciso.
Esto define también un sentido muy desarrollado de la oportunidad.
Para ser “decisiva”, una persona debe estar muy conectada con su profesión, oficio o negocio. Solo así coincidirá con las oportunidades, cuando ciertas decisiones constituyan “puntos de quiebre” en el desarrollo de los eventos.
Los líderes son decisivos. Las personas apasionadas también. Igualmente los que se encuentran enfocados en objetivos y resultados. Estos individuos pueden tomar decisiones determinantes en cualquier momento. Y así se acercan irremediablemente al éxito que buscan.
13.- No hacen lo que hacen por motivos de dinero.-
El dinero es siempre una consecuencia de todo lo que se hace bien. En cambio, cuando se convierte en un objetivo central, altera todos los procesos virtuosos.
Las personas exitosas no se plantean objetivos vinculados estrictamente a dinero. Sus propósitos están relacionados a la ambición, al sentido de trascendencia, al deseo de demostrarse algo a sí mismos o a los demás, etc. No persiguen de forma directa el dinero, aunque habitualmente terminan produciéndolo con holgura.
14.- Viven y trabajan muy enfocadas.-
No se plantean muchos objetivos. Trabajan con aquellos que pueden controlar eficientemente. Al menos siguen éste curso en tanto no han consolidado una plataforma que soporte crecimiento de sus intereses sin centrarse en ellos mismos.
Son personas conservadoras. Por mucho que el entendimiento popular los asocie con la toma atrevida de riesgos y la agresividad de propósitos.
El hecho que sean individuos enfocados no responde solamente a que se concentran en las tareas, más bien al hecho que son conservadores en los objetivos y las metas que se plantean.
15.- Son ambiciosas.-
El éxito responde siempre a la sana ambición. Las personas que carecen de ambición no trascienden los espacios que les han sido asignados por inercia o azar, y por lo tanto no contribuyen con ningún tipo de desarrollo o evolución.
La sana ambición es el combustible que sostiene los esfuerzos para alcanzar metas y objetivos, es el móvil que fija la visión en el horizonte.
Es un error suponer que la ambición no corresponde con el hombre virtuoso, porque en realidad es un móvil completamente sano y natural. Sin ambición seguiría el ser humano en las cavernas, y bien saben esto las personas exitosas, porque no tienen ningún problema en expresar sus pretensiones y trabajar por ellas para transformar su estado.
16.- Agilidad para implementar lo que desean.-
¡Mucho cuidado en caer en la parálisis por el análisis!
La acción es indispensable para alcanzar los objetivos que perfeccionen el éxito. Se justifican y entienden todas las evaluaciones y consideraciones, pero llegado cierto punto un gramo de acción es más valioso que una tonelada de análisis. Y esto también por un sentido lógico: la propia acción es finalmente el mejor factor de evaluación y ajuste de cualquier análisis o plan.
Agilidad no quiere decir “apresuramiento” o precipitación. Está más bien relacionada a la disposición y preparación de los recursos para la acción.
17.- Tienen opiniones firmes.-
Convicción respecto a lo que buscan y hacen. Convencimiento de propósitos. Seguridad en lo que se refiere al emprendimiento que sostienen, confianza en sí mismos y por ende en lo resultados.
Si se analiza con detenimiento lo afirmado antes, se encontrará la esencia misma de lo que distingue a las personas exitosas.
18.- Son optimistas y tienen esperanza.-
Existe una correlación directa entre el éxito y las personas optimistas. Así lo han verificado muchos psicólogos clínicos, entre ellos Martin Seligman, que bien lo describe en su libro “Learned Optimism”.
El optimismo suscribe la posibilidad, la capacidad de alcanzar lo que se desea. Y al hacerlo inyecta valiosa energía a todo esfuerzo y tarea. No hay manera de alcanzar el éxito sin optimismo, ambos están consustanciados.
¿Y la esperanza? ¡Igualmente! El estado de ánimo por el que se cree que aquello que se desea o pretende es posible. Otra oda a la posibilidad, una invitación abierta al éxito y la victoria.
19.- Tienen coraje, son valientes.-
Esencialmente porque han alcanzado dominio sobre sus temores y miedos.
Porque el coraje no es un arma que se utiliza para conquistar externalidades, más bien para dominar las fuerzas internas que propenden a la parálisis.
El éxito responde esencialmente a la victoria del hombre sobre sí mismo, y para esto se necesita coraje.
20.- Valoran el conocimiento y el aprendizaje.-
Y no es que éste conocimiento tenga todo que ver con fuentes convencionales, porque finalmente no se conoce solo leyendo o estudiando textos, también viviendo, analizando experiencias, interactuando con la gente, con la naturaleza y con todas sus criaturas.
Para quien desea aprender nunca falta un maestro. Y las personas exitosas nunca dejan de aprender, por ello saben siempre lo que tienen que hacer. Nada se les otorga por iluminación o generación espontánea, todo lo han tenido que aprender, con dedicación y sacrificio. Y muchas veces éste sacrificio ha sido el propio fracaso, la derrota.
Si alguna vacuna existe para prevenir la derrota, ésta tiene que ser el conocimiento y el aprendizaje, porque finalmente y como en toda vacuna, el propio fracaso se inocula y de ello mismo se aprende.
21.- Pagan el costo y hacen sacrificios para alcanzar el éxito.-
“No se hacen tortillas sin romper huevos”. Esto es algo tan elemental que por lo mismo rara vez es comprendido. El éxito tiene un costo, y es muy elevado. Es tan alto como grandioso el resultado. Es absolutamente proporcional a lo que finalmente se obtiene.
Todos quieren ser exitosos, pero muy pocos están dispuestos a sacrificarse y pagar el costo que ello representa. Posiblemente por este factor en particular son tan escasas las personas que finalmente triunfan en la vida.
22.- Su motivación es interna.-
Las personas que tienen en su interior los móviles para actuar en la vida, han alcanzado El Dorado del desarrollo personal. Cuando no se depende de las externalidades para generar la energía que sostiene el trabajo, el camino al éxito se vuelve casi un trámite, nada más.
Alcanzar un estado de auto motivación es un desafío en sí mismo. La tarea de toda una vida. Pero el solo tránsito por estos caminos es una contribución al cumplimiento de todo propósito que se tenga para triunfar en la vida.
23.- Piensan a largo plazo.-
Warren Buffett afirma que todo negocio es rentable en el largo plazo. Y la afirmación se asienta en una lógica irrefutable: cualquier negocio que sobrevive en el tiempo debe ser, necesariamente, rentable. Y por otra parte, existe una gran probabilidad que todo negocio que se trabaje con criterio de largo plazo trascienda los habituales problemas de coyuntura.
El enemigo más importante de todo emprendimiento, negocio o proyecto empresarial es la mentalidad de corto plazo, el imperativo de lo inmediato, la angustia por los resultados de “éste próximo trimestre”.
La mentalidad de corto plazo siempre se enfrenta a un enemigo formidable: el tiempo. Y cuando éste no juega a favor, el éxito se encuentra fuera de alcance.
24.- Son pragmáticas.-
Las ideologías, y los propios ideales, pueden constituir el marco referencial de las actividades que se llevan adelante en la vida, pero no constituyen orientaciones para la acción. Las personas que alcanzan con éxito los objetivos que persiguen, se desenvuelven en términos de un enfoque táctico, es decir una evaluación de las cosas de “abajo hacia arriba”, desde la realidad minúscula (y por lo tanto completamente tangible), hasta las esferas de la reflexión y dirección. Todo fluye de lo pequeño a lo grande, de lo inmediato a lo futuro. Ésa es la forma de garantizar la efectividad y la calidad de la acción. Y éste es también el origen del pragmatismo que acompaña todos los actos de estas personas.
25.- Trabajan para sí mismas.-
James Altucher en su libro “Choose yourself” (elíjase usted mismo), describe con mucho fundamento ésta era en la que el individuo no necesita recursos extraordinarios o muchos intermediarios para materializar los objetivos que tiene. Es una época que finalmente premia el valor personal, con una participación menor del azar o la fortuna.
Hace un siglo atrás debían alinearse muchos factores para que alguien que tuviera algo importante que otorgar a la sociedad finalmente lo hiciera de manera exitosa. Hoy ésas posibilidades se han multiplicado, y existen como nunca antes, todas las condiciones para “trabajar por uno mismo” y alcanzar los más caros anhelos.
Hay mesa servida para degustar el éxito. Es la mejor época de la historia para conseguirlo. Solo hace falta tomar decisiones y adoptar compromisos, el premio vale cada una de las “penas” que se invierta en el proceso.
DATOS DEL AUTOR.-
Carlos Eduardo Nava Condarco, natural de Bolivia, reside en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, es Administrador de Empresas y Empresario. Actualmente se desempeña como Gerente de su Empresa, Consultor de Estrategia de Negocios y Desarrollo Personal, escritor y Coach de Emprendedores.
Autor del libro: “Emprender es una forma de Vida. Desarrollo de la Conciencia Emprendedora”
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