Pretendemos ofrecer al lector una visión clara de cuales han de ser las habilidades y cualidades de un empresario eficiente y moderno.
El progreso de la empresa, su continuidad y el mantenimiento de una estructura que garanticen su desarrollo, precisan de un control permanente de todos sus elementos, mejorando sus puntos débiles y potenciando sus puntos fuertes.
El gestor tiene una responsabilidad especial con sus subordinados, que deben conocer con claridad lo que se espera de ellos y sentirse apoyados con los recursos necesarios para desarrollar adecuadamente sus tareas. La empresa deberá ayudarles a conseguirlo mediante el asesoramiento, ayuda permanente e incluso con formación adicional. A veces esto es tan importante o más que los meros incentivos económicos.
Un problema muy común en las empresas que crecen con rapidez es que las cualidades que propiciaron que la empresa emergiera, pueden ser ahora el obstáculo principal. El emprendedor o empresario que sobrevivió al principio por su ingenio y valentía, no puede resistirse a los cambios pues puede con ello provocar el principio del fin de la empresa.
El sistema de dirección de tipo autocrático, hoy en día tiene muchos inconvenientes: Los mandos intermedios dejan de pensar y se atienen únicamente a las órdenes y decisiones del Jefe de quien son todos los éxitos y los fracasos que se producen, dificulta el trabajo en equipo. Ahora se considera mejor el método participativo, con la formación de equipos responsables en la gestión y la consecución de objetivos comunes.
Todo empresario, para alcanzar su máximo desarrollo, debe tener vocación por los negocios, no tiene que temer los cambios que se puedan producir en su entorno y debe estar dispuesto a dejar de lado prácticas obsoletas o desfasadas en interés de su empresa. Tiene que estar continuamente aprendiendo y ser capaz de adquirir nuevas habilidades y conocimientos.
Aunque posea una imaginación bien desarrollada, el empresario debe concebir siempre ideas prácticas. Debe saber delegar tareas, necesita cualidades especiales para relacionarse con los demás, normalmente de personalidades distintas a la suya, tiene que saber planificar su tiempo.
El gestor ha de participar activamente para potenciar la relación descendente con sus subordinados.
Alberto Aguelo
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