Ha pasado un año desde el fallecimiento de Steve Jobs y todavía seguimos recordando el legado que dejó en el mundo de la tecnología: el IPod, el IPhone y el IPad. “El hombre que impactaba en cada presentación era un loco soñador que convirtió su curiosidad en una manzana deseada por todos, odiada por sus adversarios, pero siempre aplaudida por su alto nivel de innovación”
Ni antes ni hoy, ningún gurú de los microchips ha conseguido acercarse, ni de lejos, al nivel de las puestas en escena del hombre capaz de dejar sin aire a toda la industria de la electrónica de consumo con únicamente tres palabras: una cosa más”, señala Roberto Arnaz.
Pero, ¿qué tenía Steve Jobs que a un año de su partida hace sentir a los expertos un vacío de innovación?
Para Arnaz, son cinco elementos:
- Nadie tiene su visión
- Nadie tiene su pasión
- Nadie ha sido capaz de igualar sus presentaciones
- Nadie tiene su personalidad; y
- Nadie tiene su capacidad para inspirar a su competencia
Jobs era un hombre irreverente con su competencia, también fue un hombre que justificó sus puntos negativos como sus armas para liderar el mercado.
Buenos o malos sus métodos, Steve Jobs transformó una empresa en ruinas a la líder en innovación en el sector tecnológico.
Como sea Jobs fue un hombre exitoso digno de ser envidiado e imitado por cualquier líder.
Según Juan David Londoño Gómez, director de Creo, desarrollo del pensamiento creativo, el siguiente es el decálogo de las claves de éxito de Steve Jobs que bien pueden convertirse en lecciones para inspirar a cualquier ser humano.
- Comenzó desde abajo: fue adoptado, creció en condiciones adversas y arrancó su negocio en un garaje.
- No concluía, siempre aprendía: Pasó por diversas empresas y usó esas experiencias para su propio negocio.
- Era un eterno inconforme: Cada éxito se convirtió en su propia meta a superar.
- No vivía de sueños, los cumplía: Sus sueños, literalmente, los volvió productos.
- Aprendía de cada caída: Convirtió su despido de Apple en un éxito para Pixar.
- No veía pasar el cambio, hacía el cambio: No seguía tendencias, las creaba.
- Hizo de lo nuevo, algo familiar: Hizo de la tecnología y la innovación un producto útil y amigable.
- Creía en el poder de lo simple: “Menos, es más”, decía.
- Creía y quería lo que hacía: “Dedícate a lo que te apasiona”, afirmaba.
- Pensaba diferente: Su mente se enfocó a buscar el patrón diferente.
Tomado de Altonivel.com
Ricardo Torres G.
Creador de cómo Crear Empresa