Debe ser por ese gusto que tenemos los colombianos por la comida rápida, o bien por la creciente demanda de alimento preparado en pocos minutos, que cada vez más franquicias deciden instalarse en Colombia. El reciente anuncio de la firma norteamericana Kentucky Fried Chicken (KFC) de abrir 20 nuevos locales en nuestro país es un indicio de una agresiva campaña que busca copar un mercado tan amplio como el nacional.
Es que no tendría sentido instalar nuevas franquicias en un país que no consume, como lo fue en 2016 con la crisis económica que vivimos, que retrajo por supuesto este tipo de actividades. Pero en la actualidad, con un crecimiento fuerte en los últimos años, el sector se encuentra en uno de sus mejores momentos, con un alto consumo per cápita que ronda los $110.000 anuales.
No es la primera vez que el país vive este tipo de bonanzas, ya tuvo un rebote similar entre 2010 y 2014, en el que el consumo per cápita pasó de $56.835 a $82.167. La leve caída de dos años atrás no sólo se recuperó en los últimos 20 meses, sino que además superó la marca de 2014 por unos impresionantes $28.000.
Los gigantes
Claro que los primeros en notar este crecimiento y reaccionar acordemente fueron las cadenas norteamericanas, que decidieron desembarcar fuerte, como el mencionado caso de KFC. La cadena del Coronel Sanders completará una red de 80 franquicias en nuestro país, cuando concluya su plan de expansión en los próximos años. Es sin dudas un crecimiento muy ambicioso, que viene de la mano de presentaciones de nuevos productos, como la Chizza, una combinación entre pollo frito y pizza.
Entregas a domicilio
Claro que este conflicto no es ajeno al delivery, muchas de estas franquicias están optando por abrir campo y comenzar a cooptar nuevos clientes a través de la entrega a domicilio. Claro que nuestra región no quedó fuera de esto y ahora el delivery en Bogotá es algo muy común, de la mano de la cultura de la conveniencia de grandes y chicos, que optan por conseguir comida en algunos clicks.
Es notorio cambio de época en el que sólo aquellas empresas que sepan sumarse a las nuevas tendencias encontrarán un hueco en un mercado que parece no terminar de saturarse. La buena nueva para los consumidores, es que esto atraerá a cada vez más cadenas y franquicias, que traerán consigo nuevos y mejores productos.
Sólo el futuro dirá cuál es el destino de la oleada de franquicias en Colombia, por el momento el horizonte es bueno y despejado, por lo que promete y mucho para una decena de inversores que decidieron entrar en este mercado.