Como parte de las consultorías, capacitaciones y charlas que solemos impartir, tocamos el tema del uso adecuado del correo directo y como este puede constituirse en una de las principales y más eficientes herramientas para mantener una fluida comunicación con nuestros clientes y prospectos, o como puede también ser el culpable de un grave deterioro en la percepción de nuestra marca e identidad.
Existen muchas maneras de adentrarnos en este tema, pero por tratarse de un artículo introductorio vamos a tratar de cubrir loshre aspectos más importantes para que usted querido lector, se sienta cómodo y comprenda la diferencia entre entablar una sana, cordial y fructífera comunicación, en lugar de llevar a cabo un desgastante y contraproducente esfuerzo de enviar correos masivos o SPAM, por decirlo de una manera elegante.
El origen de la confusión
Sucede que muchos confunden hacer Marketing por Internet con el hecho de enviar miles o cientos de miles de correos electrónicos a direcciones y destinatarios desconocidos, sin ninguna clasificación, sin la certeza de si efectivamente son clientes potenciales para determinado producto o servicio, sin tener la más mínima idea de su ubicación geográfica, capacidad económica, intereses, si las direcciones de correo existen y están vigentes, etc. Y lo que es mucho peor, sin el permiso de los destinatarios para haberles enviado la información.
Mucho de esto tiene su origen en la popular premisa de que cualquier cosa es peor que nada y que seguramente enviando nuestra publicidad a varios cientos de miles, algun porcentaje de estos, se interesará y se verá atraído a nuestras redes mercadológicas.
Personalmente conozco a muchos emprendedores que me han manifestado su decepción con dicha práctica, pues además de no obtener prácticamente ningún resultado en términos de rentabilidad, han recibido una serie de llamados y respuestas en tonos encendidos y hasta con insultos, por parte de personas totalmente desconocidas, que con toda razón reclaman el abuso y violación de su correo.
Poco a poco esto llega a tipificarse como una absoluta «mala práctica», tanto por parte de los usuarios de la Internet, como por parte de los diseñadores de los servicios de software que facilitan estos servicios, quienes con el correr del tiempo han ido implementando nuevas técnicas y desarrollando hábitos que les permiten mantener cada día más alejados a los SPAMERS de sus buzones de correo
Por un lado, desde la perspectiva del software, la mayoría de los proveedores de servicio o ISP (Internet Service Providers) sean externos o internos, cuentan con programas especializados que filtran el tráfico que pasa por sus servidores, de tal manera que todos los correos son marcados e identificados por ciertas característica, el tamaño del mensaje, imágenes adjuntas, hipervínculos, texto oculto, imágenes externas, palabras claves, métodos de envío, servidores y dominios utilizados para el envío, el remitente, el subject, manera de incluir la dirección del destinatario y del remitente, etc. En síntesis, los filtros Anti SPAM son cada vez más quisquillosos y no necesitan abrir cada correo para evaluar su contenido (de lo contrario estarían violando la privacidad del propietario), con lo cual logran establecer con algún margen de error, que es correo basura y que no, de tal razón, muchos correos son capturados incluso antes de que lleguen al buzón de correo del destinatario.
El segundo elemento en la cadena, es el software anti virus y anti SPAM que corre en las computadoras de los usuarios finales, este realiza tareas equivalentes a las que comentamos en el párrafo anterior, pero en la computadora del usuario, incrementando las posibilidades de que el mensaje sea arrestado y enviado a las carpetas de correo no deseado o eliminado, según la configuración del programa.
El elemento final tiene que ver con los hábitos del usuario, mientras más correos bombardean a un usuario, este se vuelve más selectivo y empieza a desarrollar ciertas normas de comportamiento en cuanto a que correos abrir y cual no, influyen también las recomendaciones sobre los riesgos de abrir correos con archivos adjuntos, correos de fuentes desconocidas, etc.
Pero enfoquemonos en el ruido, mientras más correos recibimos, más ruido, somos más selectivos, vamos marcando como no deseados aquellos correos que de manera recurrente nos llegan promoviendo productos o servicios no solicitados, o hasta los de los amigos que aún cuando son fuentes conocidas de información, suelen reenviarnos cúmulos de material inoportuno que nos distrae y roba nuestro valioso tiempo. Que ocurre, que cuando una de estas fuentes nos vuelve a enviar un mensaje, nuestro sistema automáticamente lo enviará literalmente al bote de la basura, perdiéndose incluso la posibilidad de comunicaciones futuras.
En Internet existen los llamados Black List, que son sitios web especializados en administrar listas de direcciones de correo y dominios que han sido catalogados como generadores de SPAM, por lo tanto, el hecho de enviar una publicidad de este tipo sin el conocimiento y el asesoramiento adecuado puede acarrear más complicaciones a su negocio, que el simple hecho de no recibir llamadas de vuelta. Si su dominio o su dirección de correo es denunciada y registrada en un Black List, los servidores de correo automáticamente bloquearán cualquier correo proveniente de dicha dirección, por lo que usted o su empresa podrán ser prácticamente excluidos de los servicios de correo, incluyendo su comunicación con clientes habituales, colaboradores, amigos, familiares y proveedores, la cual se verá afectada o totalmente bloqueada, hasta que no realice las gestiones necesarias y logre que el administrador de la Lista Negra lo deje de tipificar como SPAMER. Para que esto suceda, usted deberá realizar una série de gestiones ante distintas instancias, iniciando por el gestor del Black List, su registrador de dominio, su proveedor de servicio de correo y posiblemente hasta con sus contactos, tarea que requiere de mucho tiempo, explicaciones y presentación de pruebas de descargo, perdiendo comunicación valiosa mientras dure este proceso, lo que puede significar días, semanas, meses o inclusive, existen casos en los cuales nunca pudo ser desbloqueado el dominio o la dirección.
Así que mejor evítese estos inconvenientes, en algunos de nuestros países incluso existe ya legislación que norma este tipo de comunicación, por lo cual usted podría llegar a tener problemas incluso con la ley. Es preferible que invierta un poco en asesorarse y capacitarse sobre los verdaderos beneficios que puede obtener, haciendo uso adecuado del correo electrónico para poner en práctica lo que nosotros llamamos Marketing de relación, que consiste en la forma sana, correcta y productiva de poner a trabajar el correo directo en favor de su negocio y con resultados medibles que le garantizarán un buen retorno de su inversión.
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Hasta la próxima.
Walter Estupinian
west@xtrategico.com
Sobre el autor: Consultor, especialista en Internet Marketing, Negocios en Internet y Sistemas de información. Director de www.Guatepymes.com, la comunidad de negocios más innovadora de Guatemala. Más artículos como este, visita nuestro blog en www.xtrategico.com