Consolidarse como un miembro más de la familia es la meta última de cualquier empresa o producto. Ello requiere de elementos como tiempo, trabajo duro, esfuerzo, experiencia, paciencia y perseverancia; además de la construcción de una relación con el cliente que posibilite el ingreso a su círculo íntimo y la generación de credibilidad a un punto que éste, cuasi-ciegamente, deposite siquiera un ápice de confianza en aquello que su organización tiene por ofrecer. Esa relación, habitualmente se nutre de lo dispensado por el marketing, el servicio al cliente y la calidad en lo que se vende; tal vínculo, como ya hemos mencionado, no se genera de la noche a la mañana, pero tampoco es imposible y marcas como Coca-Cola, Colgate, Apple, Samsung, Sony, Nike, entre muchas otras, son prueba viva de ello.
Existen múltiples recetas o textos que garantizan el alcance del objetivo a que hacemos alusión con el título, y si bien somos conscientes, de que en el mayor de los casos no resultan muy útiles por el simple hecho de que cada quien tiene su manera, valida y respetable, de procurar la consecución de sus objetivos, consideramos existen algunas recomendaciones dignas de mención, por ser común denominador dentro del éxito de la mayor parte de aquellos que han logrado convertir sus productos en parte del cotidiano de los consumidores, además de un grado de fidelidad por parte del cliente que fácilmente pasaría por amor puro.
- No tema invertir en su producto: Sepa que toda inversión que usted realice sobre su producto la está haciendo en el cliente. Investigación, Marketing, Diseño, Packaging, entre otros; convertirán a su producto en algo cada vez más avanzado, útil y con ello necesario para el cliente.
- La compra de su producto debe ser siempre algo satisfactorio: Lograr hacer de la experiencia de compra algo memorable, es fundamental para el fortalecimiento del vínculo marca- usuario, producto- usuario, empresa- usuario.
- Procure estar presente en los momentos más importantes dentro de la vida del cliente: Sin llegar a ser un invasor molesto, acompañe a sus clientes en los momentos que considera importantes en su vida, cumpleaños, navidad, graduación, etc.
- Identifique cuál es la emoción que motiva el deseo de compra de tu producto y enfoca tu estrategia en esa emoción: Los clientes creen que compran ropa, zapatos y perfumes, pero realmente están comprando status, poder y belleza. No se trata de los productos que vendes, sino de las emociones que generas. Descubre cuál es la motivación de tus clientes al comprar tu producto.
- Pon tu producto en el lugar y en el momento que el cliente desea comprarlo: En Colombia hay un producto muy popular llamado Bonice, un refresco que puede ser comprado en cualquier esquina del país. La clave del éxito de este producto es que está en el lugar que debe estar. Los clientes sienten deseos de comprar Bonice cuando van transitando por la calle y por tal razón el producto está allí. Si buscas lujo y exclusividad, seguramente no vas a comprarlo en la calle. Vende tu producto en el lugar y en el momento que el cliente desea comprarlo.