Durante nuestra vida profesional hacemos muchas presentaciones. En algunas de ellas obtenemos mejores resultados que en otras. Una parte importante es debido a cómo presentamos.
Hace unos meses, trabajé con una empresa extranjera que estaba en el pre-lanzamiento de una línea de producto. El director de marketing presentaba el producto a posibles futuros clientes (que a veces eran ya clientes de la empresa) y anotaba los pre-pedidos. Trabajamos con ellos cambiando la presentación y entrenando al director (en este caso directora) en cómo dar mejores presentaciones. Los pedidos aumentaron un 300%.
Cuál es el motivo?
Básicamente el mensaje llegaba de una manera más clara, y muy especialmente, destacábamos lo que era importante para el cliente. No es que en la presentación anterior no se presentara (la directora de marketing es un excelente profesional) sino porqué no se presentaba en el momento oportuno, de la manera correcta y con el ritmo adecuado para causar el impacto deseado.
Cuando prepararéis una presentación en público, pasádsela primero a un compañero que NO esté relacionado contigo pero que conozca algo del tema. Al terminar, pregúntale cuáles son los beneficios que has presentado y que cree el que es lo más importante de lo que has dicho.
Fotografía creada por Coso Blues usada bajo una licencia CC BY 2.0
La respuesta tendría que ser UNA sola cosa. Si no coincide con vuestra proposición única, es que hay que volver a empezar.
Al fin y al cabo, como dicen los norteamericanos, hay sólo una manera de llegar al Carnegie Hall: practicando. Pero, no os preocupéis, si quieres más información sobre técnicas y consejos para tus presentaciones en público, visita el blog de Mynima, un espacio gratuito pensado para ti.