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8 Consejos para evaluar el carácter de una persona

¿Cómo se puede conocer rápidamente el carácter de una persona, especialmente cuando se trata de iniciar una relación profesional o de negocios? ¿Cómo hacer una evaluación que evidencie aspectos que habitualmente quedan “bajo la alfombra”?

Pues bien, si se sigue el camino convencional, no hay garantía de pronto éxito. Pero si se recurre a un abordaje lateral del tema (algo propio del pensamiento estratégico), pueden obtenerse interesantes resultados.

Las siguientes son 8 técnicas que permiten evaluar, rápidamente, el carácter de las personas:

1.- Olvide lo que le dicen de ellos mismos y más bien identifique con quién están casados.

La relación de pareja es determinante para alcanzar éxito en la vida, bien se trate de un matrimonio tradicional o no.

Saber quién es la pareja de una persona dice cosas muy importantes sobre ella, hechos y situaciones que no se pueden conocer de otra manera. La elección de un cónyuge o una pareja estable, es más reveladora que cualquier cosa que se diga o haga en público.

Proporciona indicios sobre los anhelos, expectativas y necesidades más íntimas que sostienen las personas. Dice lo que piensan de sí mismas, lo que creen que se merecen en la vida y/o aquello con lo que se conforman. Es uno de los indicadores más interesantes para identificar prioridades y valores.

La pareja puede convertirse en el activo más importante de una persona para la vida laboral y profesional, o puede ser de igual forma, su principal desventaja. Por esto mismo es algo que explica mucho el carácter de cada quién.

La próxima vez que le presenten a extraños en una fiesta y se hable de negocios, dedique un poco de tiempo a evaluar la relación de pareja que tienen. Si no presta atención a esto, habrá perdido una importante fuente de información, y un factor que puede contribuir mucho a la calidad de sus decisiones.

2.- Mire cómo tratan a las personas que proporcionan servicios. Esto revela el carácter.

La gente expone su verdadera naturaleza cuando trata con personas que no tienen poder ni capacidad de retornar favores. En estas situaciones se sienten inmunes y libres de todas las consecuencias. Así, su verdadero yo pasa a primer plano.

Si una persona trata mal al mesero de un restaurante, grita al valet de un parqueo o es desconsiderado con quién realiza la limpieza del ambiente donde está, no es alguien que se comportará mejor cuando sus intereses estén en juego. Quién es fiel con sus maneras en situaciones poco trascendentes, también lo es en lo que más importa.

Las personas pueden convertirse en maestros de actuación y en grandes hipócritas cuando buscan algo, pero su naturaleza (que de eso trata el carácter), se manifestará en esos actos pequeños. Esos que, engañosamente, parecieran “no importar a nadie”.

No confíe en nada de lo que alguien le diga en la mesa de negociaciones antes de ver cómo se desenvuelve en la mesa de la cena.

3.- Descubra qué experiencias formaron el carácter de la otra persona en su vida temprana.

Buena parte del carácter de un individuo y la capacidad de manejar desafíos, se forma en las primeras dos décadas de su vida. Por esto es útil conocer las experiencias personales más importantes que haya tenido en ese periodo.

Esto no quiere decir que la gente llegue “marcada” a la edad madura, porque finalmente todos pueden cambiar su realidad cuando así se lo propongan, pero el hecho mismo que hayan podido transformar o trascender experiencias complejas, dice mucho sobre su naturaleza.

Expedientes académicos y referencias del comportamiento laboral nunca dicen mucho sobre la persona que está detrás del “rol profesional”. A ella se la conoce por la vida que tiene, y ésta es, en buena parte, producto de sus experiencias en edad temprana.

Cuando está en juego la evaluación del carácter para enfrentar desafíos complejos, conocer las experiencias primigenias de las personas revela tanto como un libro abierto.

4.- Identifique cómo invierten sus dos principales recursos: tiempo y dinero.

Dos de los documentos más reveladores del carácter de una persona son su calendario y su presupuesto mensual. Ellos son los que verdaderamente exponen sus actos e intereses.

Los individuos que no valoran su tiempo, tienen poco aprecio a todo lo demás. El tiempo es el único recurso que nunca puede recuperarse, y no gestionarlo adecuadamente denota descuido y escaso amor propio.

También es muy revelador conocer cómo las personas INVIERTEN su tiempo, porque en función de ello se puede determinar qué es lo que esperan obtener en sus vidas.

El concepto que tienen y la forma en la que manejan el dinero, exponen el carácter de una persona igual que lo hace una vitrina con una prenda de ropa. El dinero es gran sirviente o gran corruptor, y siendo así, es factor indispensable para evaluar la naturaleza de las personas.

5.- Identifique lo que más irrita a las personas en los demás, porque probablemente sea el rasgo que más les desagrada de ellos mismos.

Esta es otra forma en que las personas revelan cosas sobre sí mismos, aún sin querer. El defecto que la gente más odia en los demás suele ser su mayor debilidad.

Los tramposos siempre se quejan de que los demás son deshonestos. El mentiroso siempre acusa a otras personas de mentir. Por esto mismo los padres se vuelven locos cuando ven que sus hijos cometen los mismos errores que ellos.

Puede parecer pura casualidad, pero hay una buena razón para ello. Cuando las personas se miran en un espejo, no les gusta ver todos los defectos de su apariencia. Y lo mismo ocurre cuando examinan a otras personas. Ellas también son como espejos. Por lo tanto, es más probable que alguien perdone una debilidad que nunca ha experimentado que otra con la que lucha a diario.

6.- ¿Son personas que saben escuchar?

Cuando se interactúa con personas en cualquier tipo de entorno, desde el profesional hasta el social, ellas eligen (1) hablar, (2) escuchar o (3) ni lo uno ni lo otro. Son más confiables las personas del grupo 1 que el 3, pero las del 2 son excepcionales y muy efectivas.

A menudo existe un sesgo negativo respecto a la habilidad de escuchar por parte de alguien, por eso no es algo que se registra en un currículum. Muchos creen que indica pasividad o un tipo de defecto en el carácter. Esta reacción es habitualmente resultado de confundir a las personas del grupo 3 con las del 2.

Sin embargo, los grandes oyentes poseen habilidades extraordinarias de conciencia y comprensión. Pueden evaluar situaciones con gran precisión y actuar de maneras que maximicen la eficacia del grupo.

Ninguna organización tiene suficiente gente que sepa escuchar, y si usted tiene uno de estos grandes oyentes como amigo o colega, pronto se dará cuenta de que son un recurso invaluable.

7.- Si hacen trampa en las cosas pequeñas, harán trampa en las cosas grandes. El carácter se forma en las dimensiones menores.

Una persona se queja de un mal negocio. Indica que su socio le robó y siente no haberse dado cuenta antes cómo eran las cosas.

Cuando se conocieron, jugaron golf. Su esposa entonces le dijo: “Lo vi mover la pelota cuando no estabas mirando, no te metas con este tipo”. Se había reído. ¿Por qué preocuparse por una cosa tan pequeña como esta? Son solo unos centímetros en el campo de golf.

Pero si alguien rompe las reglas por algo tan poco importante, ¿Qué hará cuando se trate de apuestas más altas? En este caso, el hombre tenía una advertencia útil, pero no la tomó porque pensó que era muy pequeña.

No cometa ese error. Tenga cuidado con las cosas pequeñas y las cosas grandes se cuidarán solas.

8.- Mire cómo manejan los problemas inesperados.

No se puede saber cómo puede improvisar una persona hasta que se encuentra en una situación en la que se requieren decisiones espontáneas. Algunas personas quedan a la altura de las circunstancias y otras pierden la calma por completo.

Si está cerca de alguien el tiempo suficiente, verá cómo lidia con problemas inesperados. Y en esas situaciones, precisamente, se revelan su carácter y valores fundamentales.

Un apunte final.

Estos consejos no son solo útiles para evaluar a otras personas. Puede usar las técnicas consigo mismo. ¿Trata a las personas de servicio de manera justa? ¿Puede manejar los problemas e inconvenientes sin reaccionar de forma exagerada? ¿Es digno de confianza en las cosas pequeñas? Etc.

Quizás la persona que necesita evaluar sea usted mismo. Tome esa idea en serio, aunque sea un poco doloroso usar los métodos en la evaluación propia.

No es fácil verse con toda honestidad en el espejo y aceptar la realidad de cosas que deben superarse. Pero ese, mi amigo, es precisamente el consejo mas útil que recibirá en su vida.

DATOS DEL AUTOR.-

Carlos Eduardo Nava Condarco, natural de Bolivia, reside en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, es Administrador de Empresas y Empresario. Actualmente se desempeña como Gerente de su Empresa, Consultor de Estrategia de Negocios y Desarrollo Personal, escritor y Coach de Emprendedores.

Autor del libro: “Emprender es una forma de Vida. Desarrollo de la Conciencia Emprendedora”

WEB: www.elstrategos.com

Mail: carlosnava@elstrategos.com

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Twitter: @NavaCondarco

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