Vamos a intentar describir de una manera sencilla los elementos básicos de la empresa, lo que significan y el examinar sus objetivos principales. En conclusión, ayudarle a identificar las claves del éxito en la gestión empresarial.
Realmente, toda empresa existe si obtiene beneficios. Sin beneficios la empresa pierde su capacidad de crecer y desarrollarse. Una empresa que no obtenga beneficios, a pesar de la buena voluntad de sus gestores, tiene urgentemente que ponerse a gestionar mejor sus recursos para alcanzarlos lo antes posible.
El beneficio es el resultado óptimo de una actividad empresarial y, en definitiva, es lo que prueba la capacidad del empresario.
El beneficio actúa como fuerza impulsora de la gestión, estimulando la búsqueda de nuevas formas de alcanzar mejores resultados dentro de un mercado competitivo y si la empresa no lo alcanza, el empresario debe pensar en cambios estratégicos que le permitan invertir los resultados.
Se dice, en general, que una empresa obtiene beneficios si su estrategia se basa en la innovación, la motivación y la eficacia en el uso de sus recursos. Los beneficios propician la utilización de nuevos elementos o procesos productivos, estimulan también el desarrollo de nuevas tecnologías y el uso de nuevos métodos de marketing.
Todos y cada uno de los empleados de una empresa, desde el propio empresario deben tomar como referencia el cliente y la mejor satisfacción de sus necesidades. Un solo empleado que no trate al cliente como éste espera, pone en evidencia y peligro la empresa.
La capacidad de crecimiento de una empresa, en el sentido más amplio, se basa en identificar las necesidades de sus clientes y satisfacerlas a través del tiempo por medio de un proceso continuo de innovación que permita aprovechar al máximo las nuevas oportunidades, con una respuesta flexible a los movimientos de la demanda.
Toda empresa debe disponer de información sobre sus clientes y sus necesidades. La investigación del mercado es uno de los instrumentos principales para obtener dicha información.
La gestión empresarial por tanto debe ser ágil para responder a las condiciones cambiantes de los mercados y a la actividad de las empresas competidoras.
Conclusiones:
Las empresas tienen que obtener beneficios para poder seguir adelante.
La empresa se orienta a transformar las necesidades de los clientes en oportunidades de beneficios.
Los gestores o los empresarios son los responsables de llevar a cabo la realización de beneficios a través de una estrategia eficaz, flexible y con capacidad para adaptarse a los cambios en los mercados.
Alberto Aguelo
http://www.empresadehoy.com