El ser un líder lo relacionamos con ser alguien de influencia, que dirige a los demás; pero se nos olvida que hay aspectos básicos necesarios para quien aspira a ser un líder de éxito. A un líder no solo le obedecen por ser el jefe sino por convicción y confianza.
El líder real es aquel que trasmite su positivismo a los demás, es el que de un principio sabe servir porque entiende que no hay mejor fuerza que la del ejemplo y nadie discute esa afirmación sin demostrar que es un acomodado y holgazán.
No hay mejor motivación que la de un guía que pelee junto a los suyos, por ello es que en las grandes batallas en la antigüedad, se buscaba deshacerse del que poseía el mayor rango, pues sin una guía que encienda los ánimos de sus tropas, no existe confianza en obtener la victoria. De allí la importancia que posee un buen liderazgo en un hogar, un negocio, en la iglesia, oficina o empresa si se desea alcanzar un potencial mayor en su fuerza de trabajo.
Si desea que su viaje de éxito pueda dar frutos visibles, compartir y encender la llama de motivación y dar un objetivo, un sueño a otros tome en cuenta estos consejos:
- No digas «hagan», sino «hagamos». Involúcrese como miembro activo dentro de su grupo, inspire a los demás a seguir una búsqueda real de objetivos, entonces lo verán como parte del equipo y no desarrollaran un sentimiento de repudio al recibir sus directrices e indicaciones.
- Interésese por las necesidades de los miembros del equipo a su cargo. Ellos al igual que usted, son seres humanos con problemas, frustraciones, problemas de económicos, sueños, y metas. Debe mantener una autoestima saludable en su equipo, nunca de expresiones que los descalifiquen o menoscaben su amor propio esto tendrá un efecto destructor en la moral del equipo y usted estará demostrando su fracaso como líder, si algún miembro no esta desempeñándose como es debido trate de investigar e porque, llámelo en privado y pregúntele si se siente bien dentro de la empresa, y/o institución, demuestre interés genuino por sus colaboradores de el ejemplo para que los encargados de áreas también lo hagan con sus subalternos.
- No margine a nadie. Una sonrisa y un saludo es suficiente para que un colaborador se sienta parte del equipo y esto hará que reaccione ante los objetivos de la institución, hay que respetar la dignidad personal de cada miembro y sus derechos siempre y cuando se apeguen a los reglamentos, este pendiente que el respeto siempre se guarde unos a otros y usted de el ejemplo.
- Lo positivo hágalo público y lo negativo en privado. Una forma de motivar la buena autoestima de alguien es reconociendo su buena labor dándole ánimos a seguir así y cuando se trate de corregir hacerlo con cautela, en grupo si es una conducta general, o en la que intervienen más de dos personas, y no esta individualizadas dichas acciones, en privado cuando se conozca el implicado en tal situación, se le pregunta cual es y a que se debe ese comportamiento y se da una llamada de atención, o una advertencia de proseguir dicha conducta se le debe sancionar en privado y luego dar una declaración en general que se corregirá toda acción fuera de lugar.
- No vea a sus colaboradores como un número. Hay que respetar a cada individuo y pensar en ellos como parte fundamental de la empresa y los objetivos que se buscan, si en una maquina una pieza no funciona bien o está dañada toda la función de esta se desordena y se vuelve ineficaz, se atrasa toda la operación i o se neutraliza por completo, por eso es que se debe mantener una buena salud física y emocional en los colaboradores, que la presión sea graduada de tal manera que sea de motivación.
Como vera, estos principios no son los únicos a aplicar en el desarrollo de un liderazgo exitoso como parte de esencial en esta etapa de su vida, para transformarla así en un verdadero viaje de éxito. De acuerdo a donde se quiera ser un buen líder, encontrara también en ese lugar necesidades que deberás solventar basado en estos lineamientos. Hay una gran diferencia entre ser un jefe que nadie admira y ser un líder al que desean imitar y seguir. Cuando mantienes un destino y un sueño y buscas beneficiar a otros transmitiendo esa motivación con un ejemplo que arrastra, estás viviendo desde ya tu vida de forma exitosa.